El día que murió Dios. Sí, nadie podrá
olvidar ese aciago lunes 28 de diciembre de 2015, cuando el corazón coraza de Lemmy Kilmister dijo basta y plantó el STOP final. Parecía
mentira, pero el líder de Motörhead, uno de los
personajes más singulares e irrepetibles de la historia del rock, había pasado
a la inmortalidad, y esta vez no fue una broma por el día de los inocentes. Si
bien sus problemas de salud eran de larga data, nadie se podría haber imaginado
que apenas cuatro días después de cumplir los 70 años, Lemmy se iba a morir. Pero,
¿cómo fueron los últimos momentos de este personaje legendario?
Según se cuenta
en la nota escrita por Steve Appleford,
y publicada en la página web de la Rolling
Stone estadounidense; el 13 de diciembre, dos semanas antes de su muerte,
Lemmy estuvo tocando en un club del Sunset Strip, en Los Angeles. Como siempre,
Kilmister se prendía con entusiasmo a la hora de zapar un rato largo con su
bajo tremebundo, y en este caso la excusa perfecta era su inminente cumpleaños número
70. Ese día, el bajista y cantante de Motörhead, como de costumbre, apareció
con su indestructible chaqueta de cuero negra, y fue saludado en los camarines por
colegas como Slash, Billy Idol,
Sebastian Bach, y otras estrellas rockeras que habían terminado de ver su
show. Incluso un Zakk Wylde, sorprendido
por la vitalidad derrochada en vivo por Kilmister, se animó a bromear: “¿Qué clase de mundo le vamos a dejar a Lemmy y Keith Richards?"
Kilmister había llegado el día anterior desde Europa, y aunque tenía problemas
en una de sus rodillas y temblores en su mano derecha, parecía que solamente
necesitaría descansar un par de días para recuperarse. Por eso su súbita muerte
por cáncer el último lunes fue un shock a nivel mundial, tanto para los fans
así como para toda la comunidad musical que admiraba al icónico bajista. Solo
habían pasado poco más de dos semanas de su último concierto en Berlín, el 11
de diciembre. Según se cuenta, Lemmy pensaba volver a Europa con Motörhead en
enero.
Lamentablemente,
eso ya no podrá ser. Uno de los vozarrones más inconfundibles del rock se ha
apagado. ¿Pero por qué? Se sabía que Lemmy tenía una salud delicada desde hacía
dos años. Empezando por su diabetes y arritmia cardíaca. Por eso fue operado en
2013. Quizás hubiese necesitado tomarse un descanso más prolongado, pero
rápidamente volvió a la ruta, para hacer dos shows muy recordados en el
Festival de Coachella en 2014, a lo que siguió una nueva gira mundial, y la
edición de un nuevo álbum, Bad Magic, editado a mediados de este 2015.
Sin embargo,
Lemmy había cambiado sus hábitos en los últimos tiempos: dejó de fumar sus dos
paquetes diarios de cigarrillos para pasar a fumar solo uno a la semana. Y
después de más de 40 años de tomar 1 litro y medio del whisky Jack Daniel´s diariamente,
había pasado a tomar vodka con jugo de naranja, y solo cuatro o cinco
tragos por día. Sin embargo, nunca renunció a su consumo diario de Speed.
Según cuenta
Todd Singerman, manager de Motörhead desde hace 24 años, Kilmister
había decaído mucho en las últimas semanas: “Ya
no quería hacer más pruebas de sonido, no podía dar más entrevistas. No podía
hacer nada (…) Seguramente lo sostuvo su coraje, su fuerza de voluntad. Él se
estaba muriendo. No lo sabía, pero su cuerpo debe habérselo hecho sentir…”
Por otro
lado, la reciente muerte de su amigo Phil
"Philthy Animal" Taylor, el primer baterista de Motörhead, el 11
de noviembre pasado, fue un golpe muy fuerte en lo anímico para Lemmy. Singerman
sospecha que esto minó aún más la pobre salud de Kilmister.
Justamente,
el 23 de diciembre Lemmy empezó a sufrir un fuerte dolor en el pecho y se dirigió
a la sala de emergencia de un hospital cercano a su hogar, pero recién fue
internado al día siguiente. Allí, los doctores le dijeron que no se trataba de
problemas cardiacos. Sin embargo, los allegados al músico decidieron que se le
hiciera una tomografía cerebral, porque tenía dificultades para hablar. En ese
estudio se le detectó una mancha en el cerebro y su cuello. Dos días después,
un doctor visitó a Kilmister en su casa y le dio el resultado de los estudios. Le
dijo que solo le quedaban de dos a seis meses de vida. Era un cáncer terminal,
no había nada que hacer. Lemmy lo tomó con calma. Singerman decidió entonces,
de común acuerdo con el músico, hacer un comunicado de prensa para dar a
conocer el diagnóstico médico, solo luego de informar a los amigos más cercanos
y la familia. Se contrataron enfermeras para cuidar a Lemmy y se compró kits de
morfina para aliviar su dolor. Además, desde el legendario Rainbow Bar
(el preferido de Kilmister), le enviaron a la casa su consola de video juego favorito, el mismo que Lemmy acostumbraba a utilizar siempre que se daba una vuelta por el
bar (como se pudo apreciar en el espléndido documental Lemmy, de 2010).
Un doctor lo
visitó el lunes 28 por la mañana. Ozzy
Osboune pensaba pasar a visitarlo ese mismo día o el siguiente. Lemmy pasó
las horas jugando en la consola, hasta que Mikael Maglieri, el dueño del
Rainbow, fue a verlo. Entonces Lemmy cabeceó y nunca más volvió a
despertarse.
Pocos grupos en
la historia del rock han sufrido tantos cambios de formación y virajes
estilísticos, musicales y geográficos como Fleetwood Mac. Acosados por las más insólitas desventuras, han
sorteado quince formaciones distintas en más de 45 años de
trayectoria. En un principio, era la banda más renombrada de blues rock
de Londres, casi una extensión musical para que el genial guitarrista
Peter Allen Greenbaum (más conocido como Peter
Green) pudiera explayar a piacere todo su virtuosismo. Sin embargo, diez años más tarde, ya
asentados en California, terminaron componiendo lánguidas páginas "pop"
para consolar a las cansadas tribus del post-hipismo.
A través de sus
múltiples encarnaciones, curiosamente, sólo dos de los miembros originales de Fleetwood
Mac se mantuvieron siempre "poniéndole el pecho a las
balas": el baterista Mick Fleetwood y el bajista John McVie, la mítica
sección rítmica, de cuyos apellidos derivó el título de un tema inédito
(compuesto cuando éstos tocaban junto a John Mayall) que más tarde le
daría el nombre a la banda. Una ironía del destino, ya que Fleetwood y
McVie serían (con el correr de los años) los miembros que menos influencia
tuvieron en la sinuosa dirección musical de Fleetwood Mac.
Más paradojas: a
fines de los 60, los guitarristas Peter Green y Jeremy Spencer crearon un sonido neo-psicodélico mixturado con blues-rock, que caracterizó las primeras producciones de
la banda. Lastimosamente, ambos guitarristas sufrieron en poco tiempo desórdenes
mentales que los harían descender a un infierno del que no pudieron escapar, y
que terminó destruyendo al Fleetwood Mac original. Este fue el caso de Green,
quién se pasó de rosca con sus excesos con los narcóticos, hasta llegar a
convertirse en un personaje caricaturesco, estúpido y paranoico; casi un
vegetal que no podía hacerse cargo de su propia vida. Sin dudas, una terrible
perdida para la música rock, ya
que Green era uno de los mejores guitarristas de su época. Su calidad
quedaría registrada para siempre en joyas como la instrumental
"Albatross" o la sabrosa "Black Magic Woman" (luego
popularizada por Santana).
Luego de la
salida de Green y Spencer, el grupo comienza a inclinarse hacia
la realización de un sonido lindante con el pop rock, debido a la inclusión de la pianista
y compositora Christine McVie, esposa
de John. Este fue el comienzo de una mutación musical que tendría su
punto culminante, a mediados de los 70, cuando los Fleetwood Mac,
ya establecidos en California, se pasan a la veta soft-rock del AOR (siglas
del Adult Oriented Radio, el estilo típico de las estaciones FM) con la
inclusión del dúo formado por Lindsey
Buckingham y Stevie Nicks, un matrimonio que pasaría a ocupar un lugar central en la nueva
dirección musical del grupo. Obsesionado con los meticulosos arreglos popde los Beach Boys y
los Beatles, Buckingham convertiría a Fleetwood Mac en uno
de los grupos más exitosos de fines de los 70. La apoteosis de esta nueva
formación llegaría de la mano del disco Rumours (1977), un orgasmo comercial con varios millones
de copias vendidas en todo el mundo, llegando a ser el tercer álbum más exitoso
de la historia del rock.
EL MEJOR
BLUES ROCK
Los orígenes de Fleetwood
Mac tienen que ver con el legendario John Mayall y su famosa banda, los
Bluesbreakers. John McVie (bajo) era uno de sus miembros
originales, cuando el grupo se funda en 1963. En 1966, los Bluesbreakers convocan
a Peter Green para reemplazar al gran Eric Clapton y, un año
después, se les une Mick Fleetwood como baterista. En 1967, inspirados por
el éxito de Cream, los Yardbirds y Jimi Hendrix; el trío
formado por McVie, Fleetwood y Green, decide separarse de Mayall.
Su debut se daría en un festival británico de jazz y blues, en agosto del 67. Ahí utilizaron a Bob Brunning como bajista, ya que McVie tenía que
cumplir con unas últimas imposiciones contractuales que lo unían a la banda de Mayall.
Una vez que McVie quedó autorizado para formar parte del grupo, se les
une también el guitarrista Jeremy Spencer, un especialista en el slide.
Casi de inmediato, Fleetwood Mac firma contrato con Blue Horizon para
realizar su primer álbum en 1968. Este disco tendría un enorme éxito en el
Reino Unido, permaneciendo durante más de un año en las listas de los álbumes
más vendidos.
Sin embargo, a pesar
de su suceso británico, la primera producción del grupo fue su fracaso de ventas
en los EEUU. También en el 68, se une a la banda Danny Kirwan, un talentoso guitarrista adolescente. Al año
siguiente, Fleetwood Mac graba en Chicago con un seleccionado de
legendarios bluesmen, que incluía figuras como Willie Dixon y Otis
Spann. Estas sesiones serían luego editadas con el nombre de Blues Jam At Chess. Estando en EEUU,
el grupo firma contrato con Reprise/Warner Bros.
Durante 1969 Fleetwood Mac edita English Rose y Then Play On. En ambos discos la banda expandió su música más allá de sus raíces
bluseras. También en ese año dos temas de Green, "Man of the
World" y "Oh Well", tuvieron gran repercusión en los
charts. Sin embargo, el perturbado estado mental del guitarrista había
comenzado a amenazar el futuro del grupo, debido a sus excesos con las drogas
alucinógenas. No mucho tiempo después, Green quedaría fuera de
circulación, luego de realizar erráticos planes acerca de la posibilidad de
grabar un disco solista o tomarse unas vacaciones en una comunidad hippie. Al
final, lo que realmente ocurrió fue que Green abandona a la banda, en la
primavera (boreal) de 1970, en medio de una gira europea, tras un concierto en Múnich,
Alemania, donde tuvo un empacho de LSD que duró tres días. En sus propias
palabras: “Tuve un viaje y nunca regresé”. En sí, la personalidad
de Green cambiaría en forma radical tras este hecho, dejándose crecer la
barba y empezando a lucir un crucifijo en su pecho. No es descabellado, por
todo esto, afirmar la probabilidad de que su uso del LSD haya contribuido en el
desarrollo de su enfermedad mental: esquizofrenia.
OTRO
DIAMANTE LOCO
Luego de
abandonar a Fleetwood Mac, Green declara que el dinero es
"maldito" y termina entregando sus regalías a la caridad. Más
tarde realizaría solo dos discos solistas en todo el resto de la década, mientras
que sus delirios lo terminan alejando de la música para trabajar (según
cuentan las leyendas) como ordenanza de hospital, barrendero municipal o a irse
a una comuna israelí y devolver sus royalties a punta de pistola. En 1977 es
arrestado por amenazar con un rifle a su asesor Clifford Davis. De cualquier
forma, las circunstancias exactas de estos acontecimientos fueron objeto de
mucha especulación. Lo cierto es que Green, tras este último incidente
con su asesor, fue internado en una institución psiquiátrica en Londres y
sometido a terapia electro convulsiva. Esto sería el porqué de su período
letárgico y convulso de finales de los 70. Green recién volvería a tocar
en forma regular en los 80, luego de grabar unos lastimosos discos en los que
reapareció con una inusitada obesidad. Ya en la década de los 90 comienza a
recuperarse, y hoy es reverenciado en todo el mundo como una figura de culto en
los festivales de blues.
El Sr. Peter Green
EL GRUPO
SE PONE SECTARIO
Luego de su
partida de Fleetwood Mac, Peter Green es reemplazado por Christine Perfect,
una vocalista y pianista que había trabajado con Spencer Davis y
había sido miembro de Chicken Shack. Sin embargo, diferencias
contractuales le impidieron a Perfect ser miembro full time de Fleetwood
Mac hasta 1971; en ese año, ella se casa con John McVie. Debido
a esto, Christine McVie no participa en el disco de 1970, Kiln House, el primer álbum que la
banda grabó sin Peter Green. En esta producción, Jeremy Spencer
comienza a dominar la dirección musical del grupo. Lamentablemente también este
guitarrista ya empezaba a sufrir desórdenes mentales debido a su adicción
a las drogas pesadas. Es así que, durante una gira norteamericana del grupo, a comienzos
de 1971, Spencer desapareció sin dejar rastros. Más tarde se descubrió
que, en realidad, había dejado a la banda para unirse, junto a su mujer, al
polémico culto religioso Los Niños de Dios. Luego, los delirios de Spencer crecerían
en forma inusitada, llegando a realizar un disco catequista, para luego
radicarse, retirándose de la música, en Italia.
¿Y AHORA
QUE?
Fleetwood
Mac ya tenía una dirección musical determinada, pero
la partida de Spencer hundió a la banda en un desconcierto total.
Entonces, Christine McVie y Danny Kirwan se hacen cargo de
las riendas del grupo, comenzando a desarrollar una veta musical mucho más
cercana a al rockconvencional. Esto se notó en el
disco de 1971, Future Games.
Más tarde entró un nuevo guitarrista, el californiano Bob Welch en el disco Bare
Trees (1972). Welch incorpora su estilo algo más "heavy"
a la música de la banda y se desvive por ser un pobre imitador de Peter
Green. Luego de la edición de Bare
Trees, Kirwan, neurótico y des inspirado, es expulsado y reemplazado
por los guitarristas Bob Weston y Dave Walker, quienes aparecen en Penguin (1973).
No durarían
mucho. Walker termina dejando el grupo después de este álbum, y Weston
seguiría la misma vía luego de la realización de Mystery to Me (1973). Ya alejados completamente del blues, el grupo sigue con la
experimentación con un acercamiento al country.
Sin embargo ninguno de estos últimos discos fue exitoso, quizás por estar
alejados del gusto del público inglés y por la indiferencia casi total de los
estadounidenses.
JUSTO UN
INSTANTE ANTES DE TIRAR LA TOALLA…
En 1974, Clifford
Davis, ex manager del grupo, forma una versión apócrifa de Fleetwood
Mac y los hace girar en un tour norteamericano. Los verdaderos
Fleetwood Mac se dan cuenta de este embrollo y les hacen juicio a los
impostores; éstos, luego de perder en la vía judicial, continúan
presentándose en vivo con el nombre de Stretch hasta que un juez los
obliga a detener en forma definitiva su accionar. Mientras
tanto, los
verdaderos Fleetwood editan Heroes
Are Hard To Find. Más tarde, se mudan a California con la
esperanza de recomenzar su carrera desde cero. Poco después, Welch abandona
la banda para mudarse a París.
A principio de
1975, Fleetwood y McVie estaban adicionando ingenieros de
sonido para el nuevo disco del grupo, cuando escucharon por casualidad el
disco de Buckingham-Nicks, un matrimonio con fallido debut
discográfico, que se movía en la veta del típico soft-rock
californiano. Entonces, el dúo fue invitado a unirse a la banda. En ese
momento, nadie se imaginó que esta incorporación reviviría la trayectoria
musical del grupo y le daría el mayor suceso comercial de su historia.
El debut de esta
nueva formación de Fleetwood Mac se plasmó en la grabación,
en 1975, de un álbum homónimo que sería el primer éxito de la banda en
muchos años, siendo número uno en 1976, gracias a los famosos singles
"Over My Head", "Rhiannon" y "Say You Love
Me". Este trabajo terminaría vendiendo, sólo en EEUU, más de cinco millones
de copias. El éxito obtenido los llevaría a firmar con Reprise, sello
subsidiario de Warner Bros Records para la producción de su
siguiente álbum, el cual esperaban lanzar en 1976. Sin embargo, por los
conflictos internos ocasionados por la separación de Christine y John
McVie y la ruptura sentimental entre Buckingham y Nicks,
pronto se especuló entre los medios que la banda podría desintegrarse, llegando
incluso a decirse que Stevie Nicks practicaba la brujería. Como si esto
fuera poco también Mick Fleetwood rompió su matrimonio de años con Jenny, la hermana
de Pattie Boyd, al enamorarse de Stevie Nicks, con quién
mantendría una fugaz relación sentimental. Sin embargo, en un hecho inusual en
la escena del rock, los
miembros de la banda se mantuvieron unidos artísticamente, y para acallar las
noticias de su supuesta disolución, nombraron a este nuevo disco, editado en la
primavera de 1977, Rumours (Rumores).
Esta producción permanecería en los charts de la revista Billboard por 31
semanas, ganando, en 1978, el Grammy, en la categoría Mejor Disco del Año. Para 2003, Rumours (disco de oro y platino en varios países) era
ya uno de los álbumes más exitosos en la historia de la música moderna, con un
porcentaje de copias vendidas que superaba los treinta millones de unidades.
Además de "Dreams" (único single Nº 1 de la banda en las listas de
Billboard), Rumours contenía
otros temas que también se volverían clásicos: "Go Your Own Way",
"Don't Stop" y "You Make Loving Fun". Sin embargo el éxito
comercial ocultaba los graves problemas personales entre los integrantes del
grupo. Ya no sólo por problemas de pareja, sino también debido a la cocaína.
Incluso, la compañía discográfica estuvo a punto de no editar Rumours, ya que el grupo exigía que
el dealer que los abastecía tuviera una nota de agradecimiento entre los
créditos del disco. Pero el proveedor murió y el problema terminó junto
con él. Sin embargo, los estragos
de la cocaína,
entre los miembros del grupo, durarían varios años más. Como en el caso de
Stevie Nicks, quién en los 80, con su tabique nasal destruido,
debió iniciar una terapia de desintoxicación en el Betty Ford Center.
A Rumours lo siguió Tusk (1979), un doble álbum más
experimental y jugado que también llegó a la categoría de multiplatino
gracias a canciones como "Sara" o "Tusk". En ese disco
se produce la visita de un viejo amigo: Peter Green, quién participa de
la grabación en calidad de invitado. Durante esa época, Christine McVie
se había ido a vivir con el malogrado Dennis Wilson, batero de los Beach
Boys. Luego de la realización de varios proyectos solistas, a principios de
los 80, los integrantes de Fleetwood Mac se reúnen para grabar Mirage en 1982. Más
convencional y accesible que Tusk, tuvo
mucha repercusión de la mano de las recordadas "Hold Me" o
"Gypsy". Después de Mirage,
Buckingham, Nicks y Christine McVie se dedican nuevamente
a su labor solista. Más tarde, luego de la realización de un nuevo álbum, Tango in the Night(1987), Buckingham decide
tirar la toalla y abandona Fleetwood Mac.
El resto del
grupo lo reemplaza con una dupla de guitarristas formada por Billy Burnette y Rick Vito. Esta nueva agrupación graba Behind
the Mask, en 1990, el primer álbum desde 1975 que no llegó a ser
disco de oro. Vito abandona el grupo en 1991. A comienzos de 1993,
la clásica agrupación de Fleetwood Mac (con los McVie, Buckingham
y Nicks) se junta para tocar en los festejos de Bill Clinton
por su obtención de la presidencia de los EEUU, pero la reunión no duraría
mucho. A fin de año, Nicks deja la banda y es reemplazada por Bekka Bramlett, hija de la pareja formada por Delaney y Bonnie
Bramlett, del famoso dúo Delaney& Bonnie. Por esta época
también se une al grupo el legendario guitarrista (ex Traffic) Dave Mason. Esta curiosa nueva agrupación de Fleetwood
Mac comienza un tour en 1994, editando Time al año siguiente. A pesar de sus buenas
intenciones, este disco fue un fracaso. Debido a esto, Christine McVie
deja también el grupo poco después, a la vez que son expulsados a la estratósfera
Bramlett y Mason. Luego, cuando nadie lo esperaba, Buckingham,
Nicks y McVie vuelven a Fleetwood Mac, en 1997, para la
realización de un especial (unplugged) para MTV. En 1998, Fleetwood Mac
es incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll. Más tarde, y a pesar del
alejamiento definitivo de Christine McVie, se anuncia la grabación de un
nuevo disco. De esta manera, en 2003, la alineación de Nicks, Buckingham,
Fleetwood y John McVie edita Say You Will, para luego realizar una gira, en la
temporada 2004, que originaría la grabación de un nuevo disco en vivo: Live in Boston, editado en 2005.
La formación de 1995, con Dave Mason.
Luego de aquello la banda se tomó un receso
que duró cinco años. Durante aquellos años la prensa rumoreó el posible regreso
de viejos miembros a la banda, como Green,
Spencer o Kirwan, para reformar
la alineación blusera de principios de los 70. Sin embargo, eso nunca ocurrió. Recién
en 2008 Fleetwood Mac anunció que saldrían nuevamente de gira a principios del
siguiente año y que tenían pensado interpretar temas que nunca habían sido
incluidos en giras anteriores. Esta fue titulada Unleashed Tour, pero no contó con Christine McVie, ya que según los
otros miembros no quiso participar.
Durante los años posteriores Fleetwood Mac
sufrió la pérdida de algunos de sus exintegrantes. En octubre de 2011 murió el
bajista fundador Bob Brunning, y
tres meses después, en enero de 2012, fue encontrado muerto el guitarrista Bob Weston. Sin embargo, la muerte que
más impacto acaparó en la prensa fue la de Bob
Welch, quien se suicidó de un balazo en junio de 2012.
Finalmente, en 2013 lanzaron material
nuevo, un mini cd oportunamente llamado Extended
Play. Para promocionarlo salieron de gira por Europa y Norteamérica. Finalmente
el 11 de enero de 2014 Mick Fleetwood confirmó el regreso de Christine, y se
anunció un futuro álbum de estudio y una gira mundial en un futuro cercano.
Estaremos esperando, nomás, como sigue la vida de uno de los grupos más
longevos y cambiantes de la historia del rock…
¡RickWakeman vuelve a Yes! Esa era la noticia
principal del mundo del rock en diciembre de 1976. Sí, luego de casi tres años,
el rubio tecladista se juntaba con Jon
Anderson, Chris Squire, Steve Howe y Alan
White. Así, uno de los más grandes dinosaurios del rock sinfónico estaba de
nuevo en carrera, poniéndole el pecho al ya latente y amenazador punk. Este
parecía un final feliz luego de varios momentos aciagos. Y es que Wakeman venía
de pasarla muy mal. Paradojicamente, su derrotero comenzó luego de haber
alcanzado en forma inesperada el éxito masivo a nivel internacional con los
álbumes Journey to the Center of the Earth (1974) y Myths
and Legends of King Arthur (1975), cuando sus finanzas quedaron al
borde del colapso por el alto costo de sus pretenciosas giras, que incluían
coro, orquesta y una delirante puesta escénica enorme (¡sobre el hielo!).De cualquier forma, más allá de los excesos
escenográficos, lo más preocupante en la vida de Wakeman fueron sus graves
problemas de salud, principalmente debido al stress que debió atravesar,
lo que le ocasionaría un infarto antes de cumplir 26 años.
Por ese motivo, el mago de los
teclados decidió no hacer más extravaganzas musicales por un
tiempo, abandonando esa pomposidad que casi lo llevó al desastre. Por eso
eligió que en su siguiente álbum iba a contar solo con una banda de
acompañantes denominados como The English Rock Ensemble, con los
que a principios de 1976 entró a grabar en los famosos estudios del castillo de
d' Herouville en Francia, pero sin la ambición desmedida de sus
proyectos anteriores. El resultado final sería muy llamativo, ya que Wakeman
-que se había ido de Yes debido a su desacuerdo con el
"metafísico" álbum Tales From Topographic Oceans (1973)-,
paradójicamente, terminaría haciendo su propio disco “metafísico”: No
Eartly Connection
ACTIVIDAD
PARANORMAL
"Toda la música", según contaba
Rick en una nota incluida en la tapa del disco, "está basada en
una mirada futurística y autobiográfica...” Por eso este No
Eartly Connection hablaba claramente de los misterios extra terrenales,
así como del destino de un hombre que perdió su “alma musical”. Wakeman
había elucubrado el concepto que regía la historia del álbum luego de
presenciar un fenómeno celeste, cuando una estrella cayó del
firmamento. Entonces, compró libros para estudiar dicho fenómeno y
terminó interesándose también un poco por la astrología. Y todo
esta mescolanza terminaría ligada a misterios como el de las ruinas de
Stonehenge, los platos voladores, la Atlántida y el Triangulo de las
Bermudas.
Para hablar de este álbum, así como de su
regreso a Yes, en la edición número 82 de la revista Pelo, publicada en enero
de 1977, se incluía una entrevista a Wakeman, intitulada “Re –
Conexión”, en la que el músico explicaba el concepto de su nueva producción: “Hay
una parte del disco que es de ficción y otra que no; en general, esta
obra está basada en cosas que todo el mundo saben que existen, pero no saben cómo
ni porque. (…) Cuando un músico muere, su alma musical se reencarna
en otra persona... y aunque el personaje de mi disco es ficticio, es una
especie de autobiografía dividida en cinco partes: la primera se
llama ´The Warning´, en la que el niño nace y su corazón empieza a
nacer, el niño no puede tomar ninguna decisión por sí mismo. La
segunda parte, ´The Maker´, es acerca de cuándo los chicos entran en la
adolescencia y empiezan a hacerse preguntas. Después viene
un periodo en el cual la gente tiende a auto destruirse y preguntarse
para que sirven, de esto trata ´The Spaceman´. Más adelante uno hace el balance
de la vida y todo lo que hizo bien, mal o directamente no hizo, este tema se
llama ´The Realization´. El último tema llamado ´The Reaper´ trata sobre el
momento en que la muerte viene a buscarlo".
Wakeman en la Pelo
Esta historia incluía además
pasajes musicales reiterados a lo largo del disco. Dichos fragmentos, que van
pasando sucesivamente de un canal a otro, son como la típica frase
hecha como de estar "viendo pasar toda nuestra vida delante de nuestros
ojos", antes del estertor final, la muerte. Wakeman decía que
ese ciclo vital “se repetía indefinidamente”.
Luego de esta primera parte conceptual del
álbum, el antiguo lado 2 del vinilo traía un par de composiciones cortas: "Hay
un tema llamado ´The Prisoner´ que habla de un hombre que es castigado
y después viene ´The Maker´, en donde el sujeto se encuentra con Dios
que le dice que ya no sirve, ni ahí ni en ningún otro lado.
El mensaje es que, cuando uno ha hecho el mal, está condenado a vagar eternamente
por los planos del espacio y tiempo. La ultima banda, ´The Lost Cycle´, es
sobre la gran brecha que se ha producido en la evolución del
hombre", enumeraba Wakeman en esta entrevista de Pelo.
UN
SUPER GRUPO QUE NO FUE
Con No
Earthly Connection bajo el brazo, Wakeman
daría una gira inglesa y otra europea durante abril, mayo y junio de 1976;
después, en agosto, disuelve su English Rock Emsemble para grabar la música de
la banda sonora de White Rock, un
documental sobre los Juegos Olímpicos de Invierno celebrados en Innsbruck,
Austria. Concluido ese trabajo, a principios de noviembre de 1976, se anuncia
la formación de un supergrupo con Rick
Wakeman en teclados, su amigo Bill
Bruford en batería y el bajista John
Wetton. Había mucha expectativa en la prensa mundial acerca de las
maravillas que podían llegar a componer dos ex King Crimson con Wakeman, pero duró poco el entusiasmo ya que por
incompatibilidades técnicas el proyecto se deshace, luego de un par de semanas.
Según explicó luego Rick, todo esto no fue más que “una magnificación de la prensa. Bruford, Wetton y yo habíamos hecho
planes para hacer algo juntos, pero eran solamente planes. No sé cómo alguien
se enteró, y al día siguiente todo el mundo estaba hablando del nuevo Emerson,
Lake & Palmer. Si nosotros no quisimos hacer declaraciones, fue porque no
estábamos seguros, y ya ven los que pasó…”
Rick de nuevo en Yes
YENDO
POR LA UNIDAD
Pero volvamos a diciembre del 76. Estamos
en el paradisiaco Montreux, Suiza. Allí, escapando del impiadoso sistema
impositivo británico, Yes está grabando Going
for the One, su primer álbum desde Relayer
(1974). Sin embargo, están en problemas. Y es que la química con el tecladista Patrick Moraz parece ya no funcionar.
Por eso, luego de la partida del suizo, buscan un viejo conocido como
reemplazante: Rick Wakeman. Al principio el rubio se integra como músico
invitado, pero debido a la insistencia del manager Brian Lane y ese mastodonte del bajo llamado Chris Squire, Wakeman acepta
reingresar al grupo como miembro full time. Así lo explicaba Rick: “Cuando me fui de Yes no fue porque tuviera
problemas con los otros, sino porque, simplemente, sentía la necesidad de
buscar nuevas sendas por mi cuenta, de experimentar con algunas cosas que no
iban con el grupo. Yes es un grupo que tiene muy claros sus alcances, sus
fines, sus intenciones, lo que quiere hacer, hasta dónde quiere llegar, y, con
respecto a eso, es un poco estricto. Cuando decidí separarme, lo hice porque no
me sentía plenamente satisfecho con esas pautas: quería establecer las mías
propias, y tener mar libertad para inventar y explayarme en cualquier
dirección. Ahora que completé en cierta manera, ese círculo, volver a Yes es
algo casi lógico, natural.”
Amigos: Wakeman y Chris Squire
AGARRANDO EL MARTILLO DE LA LEY
¿Y cómo podía continuar su carrera RickWakeman
luego de su regreso a Yes?
Nada menos que editando un álbum en donde el concepto viniera por el
lado de la aplicación de la justicia contra el crimen. El disco del
que estamos hablando, editado en noviembre de 1977, sería Criminal
Record. Este álbum contenía seis
temas instrumentales que trataban sobre casos de “villanía,
violencia y crimen (históricos y de ficción)”. Por otro lado, hay
que destacar en este trabajo la labor de dos de sus compañeros de Yes: Chris
Squire (bajo) y Alan White (batería), quiénes brindan una sólida
base musical a los exhibicionismos instrumentales de Rick. Esto hace que
el disco tenga bastante éxito, alcanzando el Top 30 en el Reino
Unido -antes del fin de año del 77-, y el Top 100 en Estados Unidos. Sin
dudas, era otro soberbio trabajo en donde Wakeman se lucía muy
especialmente, hilvanando una combinación de momentos musicales
oscuros y alegres, con gran versatilidad. Por ejemplo, en el impresionante tema
"Judas Iscariot" –considerado por muchos como el mejor de toda su
carrera-, Rick se lucía llevando su música –interpretada en un órgano de
iglesia- hasta el paroxismo, al mismo tiempo que es acompañado por un
coro suizo de iglesia, que logra darle un tono muy ceremonial, pastoral y
católico –casi de misa- a esta pieza dedicada al más grande traidor de la
historia, aquel del beso de la muerte…
Pero esto no terminaba ahí, ya que Criminal
Record también incluía poderosos temas como "Crime
of Passion", que también estaba relacionado con ese sentimiento encarnado
en la relación disonante entre el bien y el mal. En sí, los temas del álbum abarcaban
diferentes tonalidades, pasando de lo duro a lo liviano, y de lo oscuro a lo luminoso.
Por ejemplo, en "Chamber of Horrors" teníamos a Wakeman
haciendo grandes pericias instrumentales, influidas por el
rock, mientras que "Birdman of Alcatraz" era todo lo
contrario, simplemente una muy bella composición clásica romántica de solo piano, que completa
otro trabajo muy recomendable.