La
cuarentena por la pandemia del Covid-19 supone un gran desafío de adaptación
para muchas actividades y profesiones, una de ellas es la referida a los
músicos, quienes en este momento de párate socio económico se ven impulsados a
reinventarse o sucumbir. En esta nota, Diego Mizrahi nos cuenta cómo se las
arregla para seguir generando nuevos proyectos en este contexto. Una charla
abierta y sincera en la que el virtuoso guitarrista, docente, conductor y
productor televisivo nos habla de su interesante visión del presente y futuro
de este nuevo mundo.
ENTREVISTA> ¿Cómo estás pasando la cuarentena?
En
verdad, me mantuve muy activo. Al principio la noticia de la cuarentena me pegó
mal, me bajoneó y me dejó en una situación bastante vulnerable, principalmente,
en lo económico. Me llevó unos días entender que esto venía para largo,
entonces agarré y empecé a generar situaciones musicales y artísticas, desde
todas las plataformas: Facebook, Instagram y YouTube. Empecé a hacer videítos.
Primero, videos así nomás, dando clases, enseñando guitarra, y después empecé a
generar videos con mejor contenido. Videos en los que me disfrazaba, me ponía
una peluca, hacía payasadas… y me empezó a gustar. Una cosa llevó a la otra, y
de tanto usar pelucas, de hacer diferentes personajes, todos relacionados con
la música, inventé un programa para cable que se llama De la peluca, en donde soy un presentador musical pero con
diferentes identidades. Todos los personajes van presentando videos de bandas.
Fue algo que salió de casualidad, pero nunca dejé de hacer música y de
presentar artistas a través de YouTube. Así grabé con un montón de gente de
todas partes, hasta con gente que nunca vi ni voy a ver en persona.
Más
de treinta años. Toda la vida. Ahora tengo una escuela de música con varios
profesores, así que dejé de dar clases hace unos años. Ellos son los que dan las
clases bajo mis normativas.
¿Y
ahora los profes de la escuela cómo se organizan en este contexto?
Las
clases las dan por WhatsApp o por Skype. Esto recién empieza pero creo que es
un cambio de paradigma que llegó para quedarse. Los lugares van a ser menos
concurridos, menos multitudinarios y con transmisiones. O sea, las salas de
teatro no van a poder hacer funciones con el 100% del público sino que va a ser
un 30% y el resto todo streaming. Esto
cambia para siempre. Nosotros, acá en el estudio, nos vamos poniendo a tiro de
apoco con estas nuevas tecnologías y aprendiendo porque hay mucho para
aprender. Mi programa va a seguir.
¿Qué
ingresos tenés en la actualidad?
Nada…
Estoy viviendo de ahorros. Yo tengo la productora de televisión, que produce no
solo los míos sino también programas de otros. Pero como el trabajo también está
frenado, debido a la cuarentena, hay muy pocas producciones y lo poco que hay
apenas alcanza para pagar los sueldos. Así que hoy vivo de ahorros, de algún
derecho de autor como compositor y espero que esto termine pronto.
Siempre
estoy en algo. Justo ahora estoy con un lindo proyecto que es de folklore, y
voy a ir lanzando de a un tema por mes. Va a tener carnavalitos, versiones de
temas, y está producido por Pampa Records. Ahí me di el gusto de tocar la
viola, nada más. El material está casi todo terminado. Por otro lado, estoy
empezando a cocinar un nuevo disco, la continuación de Delay, mi último álbum físico. Estoy haciendo los demos muy
lentamente. A fin del año pasado también saqué Primera Toma, que es un disco de jams sessions [Nominado en la categoría
“Mejor Álbum Banda de Sonido de Cine y TV” de los Premios Gardel 2020], que
está en Spotify. También voy a sacar otro disco de música de películas. Bueno,
en fin, yo nunca paro de grabar…
¿Va
a salir en disco físico?
Noooo…
Ya fue. Eso es para los nostálgicos. El disco físico pasó a la historia. Me da
bronca pero no queda otra. Hay que adecuarse a las nuevas tendencias y estar a
tiro con lo que se viene, porque vos sacás un disco, invertís un capital, y
después nadie te lo compra porque no tiene en dónde escucharlo. Ni yo tengo en
dónde escucharlo, ¿entendés? Es algo del pasado. Quien quiera puede gastarse
$2000 o $3000 en un vinilo pero tenés todo en Spotify…
Claro,
pero es que el ritual de poner un disco es inigualable…
Sí,
pero es de otra época. Lamentablemente, para los nostálgicos como yo que nos
gusta tener un álbum en CD, eso quedó desfasado… Es lo que hay, es lo que se
viene, y se viene mucho más ahora porque se empiezan a haber shows u obras de
teatro con venta anticipada de entradas por streaming, sin público. O sea, hay
todo un cambio de paradigma muy grande y uno tiene que estar a tiro con eso.
Hay
mucha y muy linda oferta pero el público no responde. Hay oferta pero no hay
demanda. Yo veo bandas nuevas todo el tiempo en los programas que hacemos (Mete Púa y Puro Heavy), veo grupos sin parar y hay muchos realmente muy buenos
pero no hay público. El público va a lo conocido, a lo seguro. Al público le
cuesta descubrir cosas nuevas. En algún momento dado, va a haber que hacer un
volantazo y replantearse qué hacemos con tanta oferta musical. Yo no lo sé, es
muy difícil… quizás segmentar sea una opción. Va a haber que encontrarle la
vuelta y más ahora con la cuarentena… olvídate.
¿Qué
te gusta escuchar?
Yo
siempre escucho jazz, a full. Me gusta Miles Davis, Coltrane, Charlie Parker… Después
escucho mucho a los crooners: Frank Sinatra, Tony Bennett, Michael Bublé… Yo sé
que está mal decir que escucho a Bublé, pero no me importa porque me encanta…
Escucho de todo un poco. Jamie Callum, John Mayer…
Y
Satriani, a full…
Sí…
claro, eso nunca se olvida…
Emiliano
Acevedo
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