Siempre es un placer dialogar con Jorge Minissale. En este caso lo hicimos en el marco de la cuarentena por la pandemia del Covid-19, lo que nos llevó a preguntarle en qué andaba su devenir profesional. Como siempre muy activo, Minissale nos habló de sus proyectos variados…
ENTREVISTA> ¿Cómo estás pasando la cuarentena?
Como
no soy de salir mucho, con normalidad. Por otro lado, mis trabajos no se ven
resentidos por esto. Así que estoy bien. Lamentablemente, hay un montón de
gente que la está pasando mal. Obviamente, estaría bueno que terminara pero esta
situación me dio un montón de tiempo para hacer cosas que no podía hacer…
Te vi, ensayando, tocando con diferentes grupos…
Sí.
De alguna manera fue relanzar un montón de cosas que teníamos en stand by. Por
ejemplo, recrear un poco el repertorio del proyecto Radio Shakespeare -del que nos debemos un disco- con bajo presupuesto
está buenísimo. Ya hicimos un tema, tenemos otro tema más y los vamos
presentando en estos videos subidos a las redes para dejar un testimonio de lo
que vamos haciendo ya que es un material que no se pudo grabar en su momento.
Por otro lado, con Trigémino
estrenamos un tema inédito que también grabamos con este formato casero… Con Mamporro, también, estamos haciendo
cosas. Y hace unos días, con Los
Impulsores, estrené una canción en un formato más chico, más acústico… Hace
unos meses salió el video de “Ana no duerme”. Así estamos, haciendo cosas todo
el tiempo.
Lo que pensaba es qué malo que ya no haya ediciones de discos físicos porque tus dos discos solistas son ideales como para tenerlos editados en cd… Yo no me acostumbro a escucharlos en el celular.
Sí,
pero si no hay por detrás una compañía o una productora que haga una inversión
es muy difícil hacerlo. Me encantaría hacer una caja con todos los discos, me
encantaría editarlos en vinilo… pero, para un músico independiente, es una
inversión alta de dinero que es difícil de recuperar. Es mucho esfuerzo y la
gente tiene tanto para escuchar que a veces no lo valora… Nunca pienso en la
guita porque todo lo que hago con mis bandas no lo hago por plata. Mi dinero me
lo gano con mis clases, como docente, así que vivo de una manera austera porque
esa es la vida que me gusta vivir. Todo lo que es producción es caro. Así que
las cosas se dieron de esta manera, presentando los discos en forma digital
para que el que quiera se los pueda bajar [https://minissale.bandcamp.com/].
También eso es bueno porque le llega a todo el mundo. Por suerte nunca tuve
rollos, siempre me pude adaptar a lo nuevo, siempre pude grabar discos. Ahora
ya estamos tramando con Leandro Romero, guitarrista de los Impulsores e
ingeniero de grabación, un disco en vivo que se va a llamar Vivísimo, que
vamos a ver si lo podemos tener para antes de fin de año. Va a ser mi primer
disco en vivo, algo bastante interesante como propuesta.
¿Qué
va a tener el disco en vivo?
Un
compendio de lo mejor de todos los shows que grabamos en 2019. Ahora está en la
etapa de la mezcla, después llegará el mastering y estará como álbum. Sacamos
“Ana no duerme” como single porque es el tema bis de todos nuestros shows. Nunca
había sacado un single, y éste sale con video que es un poco la tendencia que
se viene. No sé si la gente ahora escucha álbumes completos. Hay gente que sí,
por supuesto, pero también hay mucha gente que escucha una canción nomás y la
pone en una playlist. Es adaptarse a las nuevas situaciones.
¿Lo de Trigémino como se fue craneando?
Eso
explotó a partir de que se edita el disco [2018]. En realidad ninguno de
nosotros tenía intenciones de juntarse a hacer un disco, ni de editarlo, ni
nada. Empezamos grabando casi como un hobby, por una propuesta del Pollo Raffo que pensó que estaría bueno
tener grabado ese repertorio que no se pudo grabar en su momento cuando éramos
chicos. Así empezamos. Teníamos un estudio a disposición, un productor, e
íbamos y grabábamos cuando queríamos. Y después eso fue quedando registrado. No
se le dio mucha más trascendencia, cada uno siguió con lo suyo… El hecho es que
Felipe Surkan, el dueño de Viajero Inmóvil -un sello que se dedica al rock
progresivo- nos fue apurando para que termináramos ese disco [Trampas para engañar] porque él lo
quería editar… el loco se puso el proyecto al hombro y mandó a fabricar todos
esos discos, con una estética divina, una presentación hermosa… Una vez que fue
editado nos empezaron a suceder un montón de situaciones que nos sorprendieron.
Gente que, ahora, es grande y que le gustaba el grupo cuando eran chicos, otros
más chicos que por comentarios fueron llegando al disco, y eso nos obligó un
poco a ensayar bastante tiempo para presentar el álbum. Una presentación que
fue un exitazo y nos sorprendió, así que seguimos adelante… como nosotros
tenemos obligaciones con otros proyectos, la idea era presentarnos una o dos
veces al año. Yo tengo ganas de hacer música nueva con Trigémino, ya se lo propuse
al Pollo. Vamos a ver qué sale. La verdad es que es un regalo tocar con viejos
amigos. Está todo para hacerse. Lo importante es siempre estar proyectando
cosas.
¿Qué grupos nuevos te gustan?
Me
gustan mucho Usted Señálemelo, Barco; que son grupos cancioneros. Es
muy loco porque hacen cosas que nosotros hacíamos en los ochenta, obviamente
con otra producción, con otra sonoridad. Son grupos que le hablan a su
generación y está buenísimo lo que hacen. Escuché un par de cosas de Paco Amoroso, un estilo que no es el
mío pero que está muy bien hecho.
¿Qué escuchás además de rock y pop?
Escucho
jazz, estoy bastante al día de lo que pasa. No soy de escuchar guitarristas
virtuosos, me gusta mucho más escuchar canciones. Prefiero escuchar un disco de
The National, que me parece mucho
más emocionante, o de Baxter Dury,
que me parece muy gracioso y muy piola, que ver a un súper guitarrista tocando
fusión. Ojo, también me gusta la música virtuosa. Escucho artistas, no entretenedores
de la gente. No me interesa la función del entretenedor. Me parece que el
artista tiene la responsabilidad de marcar un camino.
¿Cómo elaboraste tus discos solistas porque son bastante diferentes entre sí?
Creo
que en lo que se diferencian es en la producción de uno con respecto al otro.
El segundo es más complejo, con una producción un poco más desarrollada. El
primer disco es más light pero le tengo mucho cariño porque tiene algunas
canciones que pienso que están bien y aparte me permitió afianzarme como
solista y darme cuenta que podía hacer cualquier cosa que se me pasara por la
cabeza y hacerla bien. Y lo que vendrá será lo que sentimos en este momento. Siempre
trato de hacer canciones que sean lo más honestas posible sin depender de los
gustos de los demás. Hacer un disco es como arrojar una botella al mar con un
mensaje dentro y esperar a que alguien lo reciba. Eso puede pasar o no. Como músico
independiente, me siento muy cómodo haciendo esto sin pensar demasiado en un
producto sino en hacer algo que sea lo más honesto posible.
Emiliano Acevedo
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