Luego del lanzamiento de Tales from Topographic Oceans, su ambicioso
álbum doble conceptual maltratado por los críticos de rock, quienes lo acusaron
de "pretencioso", y de la posterior renuncia de Rick Wakeman, su tecladista estrella; parecía que a Yes se le acababa la suerte. Sin
embargo, Jon Anderson (voz), Steve Howe (guitarra), Chris Squire (bajo) y Alan White (batería) estaban decididos
a seguir en la misma veta artística inaugurada en Close to the Edge (1972), y continuada con en el mencionado Tales…, dos discos repletos de imaginería
fantástica. Finalmente, con la edición de Relayer –su séptimo álbum, lanzado
el 5 de diciembre de 1974- se completaba un tríptico perfecto de obras
maestras, en donde la música del grupo tocaría la cumbre del surrealismo
musical y cósmico. Y es que las fantasías musicales de Yes poco tenían que ver
con la realidad cotidiana del oyente rockero. Por eso los álbumes del grupo
resonaban en las mentes de sus fans como si quisieran abrir las puertas del delirio.
CUENTOS MARAVILLOSOS DE UN FUTURO IMPOSIBLE
Sin dudas, uno
de los cambios fundamentales en el sonido del grupo en Relayer estaba dado por el ingreso del tecladista suizo Patrick Moraz en reemplazo de Wakeman,
quien se fue de Yes en junio de 1974, luego del éxito de su segundo álbum
solista Journey to the Center of the
Earth. La partida de Wakeman fue traumática para el grupo, como lo recuerda
el propio Rick: "Me sentía tan
confuso que le envié un telegrama a (el manager del grupo) Brian Lane para que él se lo contara a los
demás. Sé que no lo entendieron, pero no pude hacer otra cosa. Yes era mucho
para mí." Lo que estaba claro es que Wakeman, además de estar en
desacuerdo con la música de Tales… (un
disco del que no le gustaba ni entendía “nada”) estaba exhausto y con su salud bastante deteriorada. Tanto así que,
poco después de su salida de Yes, tendría un infarto, cuando tenía solo 25 años
de edad recién cumplidos….
Luego de la partida de Wakeman, el primer
tecladista convocado para reemplazarlo fue el griego Vangelis, ex integrante
del grupo Aphrodite´s Child. Pero la sección de prueba que dio con Yes no fue
del todo satisfactoria. Además, a Vangelis no le gustaba volar en avión, lo
cual para un grupo como Yes, tan habituado a las giras, era todo un problema.
Vangelis quedó descartado, pero en el futuro cultivaría una fructífera amistad
musical junto a Jon Anderson. Por su parte, Patrick Moraz venía del trío
progresivo Refugee, formado junto a los dos ex-The Nice Lee Jackson (bajo y
voz) y Brian Davidson (batería). Así, luego del intento fallido con Vangelis, Moraz
fue invitado por Brian Lane a participar de un ensayo del grupo para ver cómo
se entendían. Esto ocurrió en la primera semana de agosto de 1974, y como todo salió
muy bien, Patrick se unió de inmediato a la banda, justo a tiempo para
participar de las sesiones de Relayer.
Este álbum fue grabado con los equipos del productor Eddie Offord en el
mismísimo garaje de la casa de Chris Squire, que había sido convertido en un
primitivo estudio de grabación.
Con Relayer,
Yes retomaba al formato de Close to the
Edge (una extensa canción épica en un lado del álbum y dos piezas de nueve
minutos en el otro), pero con un estilo musical muy diferente. Porque aunque el grupo volvía a organizar su música
hacia la realización de "suites" -que alternaban momentos abrasivos
con densidad rítmica y secciones instrumentales que incluían solos de varios
instrumentos- junto a delicados tratamientos vocales y corales, el sonido
instrumental de Yes se volvía más directo y urgente. Por su parte, las letras
surrealistas y poéticas de Jon Anderson incluían su visión enfocada hacia la imaginativa
espiritual y devota.
LAS
CANCIONES
Con respecto
a “Gates of Delirium”, la "suite" que abría el disco y ocupaba todo
el lado 1, Jon Anderson dijo "que se
trataba de una canción sobre la guerra, la escena de una batalla. Pero nuestra
intención no era denunciar la guerra, ni tratar de explicarla, sino que se
trataba de una descripción emocional; que termina con una expresión de resignación,
con un dejo, como diciendo: '¿Siempre tendremos que pasar por todo esto?'. Yo
compuse la melodía pensando en la guerra y se la toqué al resto del grupo en un
piano. Por eso mientras aporreaba el piano, haciendo 'tanan - tanan -
tanantanan - tanantanannnn', todos me miraban como si estuviera loco..."
Como explicaba Anderson, “Gates of Delirium” dividía en 3 partes los momentos
del conflicto bélico, con los arreglos musicales del grupo que graficaban las
escenas de batalla. Aquí la exposición temática de las letras de Anderson era seguida
de una sección instrumental en la cual podía oírse la guitarra de Howe emulando
musicalmente la pirotecnia bélica mientras el bajo de Squire evocaba estados de
odio. En sí, la música de “Gates of Delirium” describía una humanidad al borde
del caos, pero finalizaba con la calma, con el triunfo de la vida sobre la
muerte, con Jon cantando la bella "Soon" (la parte final de la suite,
que más tarde sería editada como simple).
Con respecto a los efectos de sonido
de la pieza, estos fueron en su mayor parte mérito de Moraz, quien ya había
tenido conversaciones acerca de música concreta con Jon Anderson, quien era
conocedor de la obra de Stockhausen y otros compositores contemporáneos.
Más tarde, durante la gira de presentación de
Relayer, “Gates of Delirium” se convertiría
de uno de los momentos culmines de los shows de Yes, en especial por el
impresionante despliegue escénico del grupo, en donde sus integrantes tocaban
un set impresionante de percusiones en el “clímax bélico” de la canción. Según Anderson:
“Así encontramos la clave para unir el
aspecto escénico, el teatro, la música y el color. Fue como incorporar a Roger
Dean (el famoso dibujante de las impresionantes portadas de los álbumes del
grupo) a nuestros conciertos. Su diseño
de las escenografías de esta gira fue increíble, considerando el escenario. Sin
dudas, (con este disco) descubrimos
más de la música. Incorporamos el teatro y Relayer representa todo eso. En vivo fue un gran show y una obra de arte
visual. Creamos un gran show, pero gastando una fortuna porque viajábamos con
toneladas de equipos. Era como reproducir (la opera de Giuseppe Verdi) Aida en cada concierto…”
"Sound Chaser" ("Perseguidor
de Sonidos") fue el primer tema que Patrick Moraz ensayó con Yes. El
tecladista alguna vez contó que el guitarrista Steve Howe le había explicado la
idea básica, y "que tocar y cuando". Mientras tanto, Moraz tomaba
nota de todo, porque su inglés era muy básico aun... Justamente, algunas de las
primeras ideas que tuvo el tecladista, en su primera tarde con Yes, terminaron
siendo parte de la versión definitiva del tema que sería grabada. Sin dudas,
Moraz era un músico muy creativo, y varias de sus ideas fueron esenciales en Relayer. Con respecto a esto, Alan White
dijo: “Patrick se unió a la banda por un
periodo corto, pero creó lo mejor de su carrera musical. Creo que sus mejores
solos los interpretó en este álbum.” Según el baterista la grabación de “Sound
Chaser” fue “una aventura para el grupo”
debido a su parte rítmica, en donde se destacaba Moraz haciendo ruidos inconcebibles
con sus teclados, apoyando la sólida labor de White. Luego de este complejo
entramado rítmico, Steve Howe daba cátedra con su guitarra eléctrica, en un solo
influenciado por sus admirados maestros de la música flamenca. A continuación
de ese solo se sucedían otros sonidos y quiebres rítmicos inusuales, en donde
Anderson se ponía a cantar como si estuviera poseído: “Chachacha, chacha, chachacha, chacha…”. Demencial. Con respecto a
esas improvisaciones tan libres y ese sonido tan metálico y cuasi de fusión,
Howe explicó que "este tema fue una mezcla
indescriptible entre los teclados casi jazzeros de Moraz y mi delirante guitarra
eléctrica, en un punto un poco flamencoide..."
Para describir a "To Be Over", el tema que cerraba el disco, Anderson señaló
que era "fuerte en contenido, pero
tranquilo y melodioso en su actitud. Habla de cómo tenés que cuidarte a vos
mismo cuando las cosas salen mal. Steve Howe y yo escribimos la introducción.
Era una época en la que Howe estaba muy entusiasmado con la Pedal Steel Guitar.
Las letras fueron mías y la banda entera compuso la parte final."
RELAYER Y DESPUES...
En lo que a su
repercusión comercial respecta, Relayer se
mantuvo dentro del Top Ten, llegando
a ser disco de oro. Cuando el disco apareció, a principios de diciembre de
1974, fue todo un éxito ya que ingresó en el puesto cuatro en Inglaterra y en
el quinto lugar en los Estados Unidos. Igualmente, el periodismo especializado continúo
con sus malas críticas sobre la música del grupo, acusando a Relayer de ser "poco conciso"
en lo musical y de tener canciones de estructura "poco coherentes". Esta
actitud negativa hacia la música de Yes sería la misma que recibirían, a partir
de 1975, otros grupos progresivos británicos, como Pink Floyd o Emerson, Lake
& Palmer, que empezaban a ser señalados como “dinosaurios”. Sin dudas, comenzaba
la lenta declinación y caída del llamado rock sinfónico, cuando las primeras estruendosas
disonancias del Punk estaban a la vuelta de la esquina. Ah, pero esa ya es otra
historia…
(Bibliografía: A. Rosso, J. Serra i Fabra,
C. Kleiman, Revista Canta Rock, y film
documental Yesyears)
Emiliano M. Acevedo
Muy buena tu reseña, gracias. Para mi Yes es un grupo único y perfecto. El lado A no lo he escuchado con detenimiento, pero el B es increíble la ejecución de los teclados por Moraz; el solo de la guitarra, la parte tranquila para luego estallar en esos coros y el sintetizador terminan en una vorágine musical excelente y delirante. Y el cierre de "To be Over", una de las canciones más exquisitas de Yes, toda dulzura, armonizada como bien lo mencionas con la guitarra-slide o de pedal. Un abrazo y felicidades por tu excelente blog.
ResponderEliminarComparto lo dicho exelente banda gran disco, el progrecivo un estilo lamentablemente con pocos sucesores una lastima
ResponderEliminarComparto lo dicho por el compa exelente banda gran disco, el progrecivo un estilo que lamentablemente tiene pocos seguidores y vale la pena recorerlo
ResponderEliminarGran aporte de Patrick, es lo que hace a Relayer muy especial
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