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viernes, 26 de agosto de 2016

DEREK & THE DOMINOS, Layla and Other Assorted Love Songs: Una historia trágica y apasionada...




Pocas veces un único álbum definió a una banda tan bien, y casi nunca un héroe de la guitarra sonó tan apasionado, íntimo y descarnado como Clapton en este disco. Por eso no sería para nada desacertado considerar a Layla and Other Assorted Love Songs como uno de esos álbumes bisagras que cambiaron la historia del Rock para siempre.

Transcurría 1970, cuando Eric Clapton, luego de terminar su participación en All Things Must Pass, el primer álbum solista de su amigo George Harrison, voló hacía Miami y en un rapto de catarsis creativa, se encerró en los Criteria Studios para grabar lo que sería este álbum antológico. Una idea que nació tras leer un poema persa de amor llamado Layla y Majnum, que relata la obsesión amorosa de un hombre hacia una mujer casada. Y es que Clapton se había enamorado de Patti Boyd, la esposa de Harrison. Y todo el dolor que sentía por este amor impregnó el sentimiento que rodea a este disco, en especial la canción que le da título al mismo. Eric había leído ese poema y no pudo menos que sentirse identificado con esa desesperada historia de amor. Fue así que desde ese momento, Patti pasó a convertirse en su Layla

En cierta forma, esta grabación desbordada pudo ser realizada en forma óptima debido a que Clapton fue acompañado una banda formada por músicos de primerísimo nivel, que habían participado con él de las sesiones de All Thing Must Pass, provenientes de la banda de Delaney & Bonnie, y que también lo habían acompañado en su primer disco solista: Carl Radle en bajo, Jim Gordon en batería y Bobby Whitlock en teclados. Un grupo efímero pero inolvidable que pasaría a la historia como Derek & The Dominos.  

Pero si algo definiría a este álbum sería la presencia de un músico estelar: Duane Allman, un guitarrista al que Clapton había conocido en esos días tras presenciar un concierto en Miami de The Allman Brothers Band, y a quien pidió que lo acompañara en su segunda aventura solista, deslumbrado por la técnica del bottleneck que aplicaba Duane en su guitarra Gibson. El resultado fue explosivo: la conjunción entre las guitarras de Clapton y Allman, sumado a la explosión creativa de Eric y el buen acompañamiento de los músicos que lo acompañaban generaron un trabajo inolvidable, que incluye un homenaje a Jimi Hendrix, con la extraordinaria versión de “Little Wing”, grabada apenas unas semanas antes de su muerte, y sobre todo por la mencionada “Layla”, la canción de amor más poderosa y desesperada que se haya grabado en mucho tiempo, que se convertiría en un clásico con el correr del tiempo, aunque el propio álbum no resultó un éxito de ventas cuando se lanzó a fines de 1970. La primera parte de este single inmortal fue escrita por Clapton, y es una estruendosa balada rock que desemboca en una emocionante coda en donde predomina la parte de piano escrita por Jim Gordon, a quien se unen el dúo guitarrero de Clapton y Allman, quienes desarrollan un contrapunto de solos maravilloso, casi, como si se entendieran en forma telepática. Sin dudas, ambas partes de “Layla” -la poderosa y desesperada inicial, más la sutil y calma del final- son las dos caras de un tema perfecto.

Por supuesto, el resto del material incluido en el álbum es excelente. En especial la versión del blues de Buddy Miles "Have You Ever Loved a Woman" (que también habla acerca de una historia de amor prohibida hacia "la mujer del mejor amigo") y el descarnado estándar "Nobody Knows You (When You're Down and Out)". También en el disco fue muy importante la presencia del tecladista Bobby Whitlock (autor y co-autor en seis temas), en especial en los clásicos “Keys to the Highway”, "Any Day", "Why Does Love Got to Be So Sad?" y –principalmente- el cierre del álbum con su "Thorn Tree in the Garden".

Luego de finalizar las grabaciones, Derek & The Dominos volvió a Inglaterra para realizar una gira que sería continuada por Estados Unidos, en donde daría su último concierto el seis de diciembre de 1970. Ya editado, Layla and Other Assorted Love Songs sería un gran suceso en Estados Unidos, donde la emotiva "Bell Bottom Blues" y "Layla" rankearon en el mercado de singles de la mano de sus versiones abreviadas. Curiosamente, no tuvieron tanta fortuna en la lista de éxitos británica. Después de esto, The Dominos se volvió a juntar para grabar un segundo álbum, en mayo de 1971, pero se separaron antes de poder completarlo debido a los problemas de salud de Eric Clapton por su creciente adicción a la heroína.  Justamente, esta situación provocaría su posterior retiro de la música, sumado a una fuerte depresión que lo puso al borde de la muerte. Afortunadamente, el guitarrista podría salir de esta triste situación, dos años después, gracias a la ayuda de varios de sus músicos amigos –en especial Pete Townshend y Steve Winwood- y con un tratamiento en base a la acupuntura.

UNA RACHA MALDITA

Lamentablemente, Derek & The Dominos no es solo un grupo famoso por la extraordinaria música que realizaron sino tambien por las circunstancias trágicas en las que se vieron envueltos la mayoría de sus integrantes. Una seríe de situaciones adversas que alcanzarían para tachar a este grupo como “maldito”. 

Y es que sumado al derrotero de Eric con los narcóticos, y la trágica muerte de su pequeño hijo Connor, mucho tiempo después, en 1991; otra tragedia marcaría a fuego la historia de los Dominos el 29 de octubre de 1971, cuando se produce la prematura muerte de Duane Allman en un accidente de moto, poco antes de cumplir los 25 años. El bajista Carl Radle también tuvo una muerte trágica, en 1980,  a los 37 años, debido a una seria infección en los riñones por sus abusos con el alcohol y los narcóticos. Pero el costado más oscuro de esta historia, sin dudas, ocurriría el 3 de junio de 1983, cuando el prestigioso baterista Jim Gordon, en un arranque de furia, asesinó a su madre a martillazos. Aparentemente, los problemas mentales de Gordon habían comenzado a finales de los 70, cuando comenzó a tener alucinaciones y a oír voces. Por desgracia, en aquella época, sus psiquiatras no le diagnosticaron su esquizofrenia, y solo le trataron su alcoholismo. No sería hasta su juicio penal en 1984 cuando fue diagnosticado como enfermo mental. Por supuesto, ya era demasiado tarde. Gordon sería sentenciado a una pena variable de entre 16 años y perpetua, pero con la posibilidad de poder conseguir la libertad condicional en algún momento. Hasta el día de hoy, a los 71 años, sigue encarcelado en una prisión psiquiátrica en California.

Ustedes se preguntaran, ¿y Withlock? Bueno, en su caso, podemos decir que –afortunadamente- “la maldición” de Derek & The Dominos lo pasó por alto, porque aún hoy disfruta de una vida apacible, alejado de las luminarias, viviendo en Austin, Texas, y tocando ocasionalmente con amigos.

Esa fue la triste historia “extramusical” de los Dominos. Lamentablemente, nos quedamos con las ganas de poder seguir disfrutando de este grupo genial. Será por eso, quizás, que cuando "Layla" fue re-editada como single, en su versión full de siete minutos -en el compilado History of Eric Clapton, en marzo de 1972-  llegaría muy rápido al Top Ten de los rankings, en ambas costas del Atlántico.
Y, continuando con la "necrología" y "homenajes" varios, luego se editaría un álbum más, esta vez en vivo, llamado Derek and the Dominos in Concert, en enero de 1973, sacado de grabaciones inéditas, efectuadas durante el tour norteamericano de 1970. Este disco también tendría mucho éxito. Por eso en 1988, cuando se editó el box set Crossroads, con material de Clapton de toda su historia, también se incluiría material sacado de las sesiones abortadas del segundo álbum de Derek & The Dominos. Más tarde, en 1990, las Layla Sessions también serían editadas en forma de box set, expandiendo a ese álbum con más material inédito. Luego, otra grabación en vivo, Live at the Fillmore, de 1994, ofrecería una versión expandida del anterior álbum In Concert. Sin dudas, nunca nos cansaremos de escuchar a este grupo inmortal y lamentarnos por lo que pudo ser…

E. A.
  



miércoles, 30 de marzo de 2016

BLIND FAITH: Brillante estrella fugaz...



Esta es la curiosa historia de Blind Faith, una banda a la que solo le alcanzó su corta vida de siete meses para entrar en la historia del rock, a pesar de haber editado un único álbum.

Sus comienzos se remontan a 1968, cuando se separa el supergrupo Cream, formado por Eric Clapton (guitarra), Jack bruce (bajo) y Ginger Baker (Batería). Esa banda había vendido millones, siendo casi tan reverenciados (por el público y la crítica) como los dos grupos británicos más importantes de esos años: los Beatles y los Rolling Stones. Eventualmente, Cream se convertiría en uno de los grupos más imitados de la historia, y uno de los que cimentó el estilo blues- rock. De cualquier forma, los problemas personales entre el bajista y cantante Jack Bruce y el baterista Ginger Baker, sería el principal desencadenante de la ruptura de este histórico trio. Esto ocurrió cuando un cansado Clapton, harto de oficiar de mediador entre sus dos compañeros, decide que ya es hora de ponerle punto final al asunto, y por eso planea unos shows de despedida en el Royal Albert Hall. Estas presentaciones quedarían registradas en el álbum Goodbye Cream. Curiosamente, en esos conciertos se daría a conocer, como teloneros de Cream, un nuevo grupo que haría historia en la década siguiente: Yes

Luego de la separación de Cream, surge Blind Faith (aunque aún no habían elegido un nombre para denominar a este proyecto musical), cuando se juntan Clapton y Steve Winwood. Este último venía de liderar Traffic, grupo pionero del rock psicodélico, que se había separado en enero de 1969. En resumen, la idea de fundar Blind Faith fue consecuencia de la admiración y respeto mutuo existente entre Clapton y Winwood. Al principio, Clapton había considerado la posibilidad de formar otro trio, junto a Winwood y a un baterista. Esas ideas tomaron forma cuando se une Ginger Baker al proyecto. Siendo ya trio, comienzan a ensayar y a componer en enero de 1969 y, luego, durante febrero y marzo, van a los estudios Morgan de Londres para grabar las pistas básicas de su primer álbum, una producción que comenzaría recién a tomar forma en los estudios Olympic, durante los meses de abril y mayo del 69, bajo la producción del exitoso Jimmy Miller (Rolling Stones). También en mayo, quedará formada la versión definitiva de Blind Faith con la adición de Rick Grech (ex-Family) en bajo. 

La llegada de Grech se debía, más que nada, a la necesidad del grupo por sumar otro integrante en vistas de las futuras giras y compromisos que deberían asumir en breve. A esta altura, el nuevo grupo había adoptado el nombre de Blind Faith (“fe ciega”), como una cínica referencia sobre el comportamiento que había asumido Clapton hacia este nuevo proyecto musical. En lo que respecta a su disco debut, Blind Faith era una magnifica carta de presentación que contenía joyas como el delicioso blues eléctrico "Had to Cry Today", o el magnífico tema acústico "Can't Find My Way Home". Por su parte, Clapton aportaba una hermosa canción llamada "Presence of the Lord". Otro gran momento del disco era "Sea of Joy", en donde se lucía Winwood. Blind Faith también grabó un magnífico cover del clásico de Buddy Holly "Well All Right"; y terminaba el álbum con una impresionante zapada-jam-session, compuesta por Ginger Baker: "Do What You Like", que, con sus casi 15 minutos de duración, les dejaba espacio a todos los integrantes del grupo para que se lucieran.

En resumen, era un muy buen disco debut. A pesar de, o debido, justamente, a ese éxito, a nadie le pasaría por alto la polémica imagen elegida como tapa de ese álbum: una niña preadolescente con su - todavía no del todo desarrollado- busto desnudo, y que en sus manos sostenía un símil avión de juguete, que, luego, serían señalado como “un objeto fálico”. Polémica más o menos, finalmente, el debut en concierto del grupo se concretaría en el Hyde Park de Londres, el 7 de Junio de 1969, frente a una multitudinaria audiencia de 100.000 fans, que esperaron con ansias la primera presentación de Blind Faith, ya considerado por la prensa especializada como un nuevo "súper Cream".

Luego de este show londinense realizarían, con éxito, un breve tour por el norte de Europa en junio de 1969. De ahí se irían a Estados Unidos para tocar en el mítico Madison Square Garden, en Nueva York, el 12 de julio. Sin embargo, este no sería un show pacifico debido a los disturbios provocados por el público, y por la represión policíaca. Incluso, Ginger Baker fue golpeado durante esa batahola y el piano de Winwood destruido. Este ridículo incidente y las presiones provenientes de los ejecutivos de su discográfica, y del grupo de managers y empresarios allegados a cada uno de los integrantes del grupo, finalmente, marcarían a fuego el destino del mismo; así como la histeria mitómana de la prensa del rock, que también sacaría de las casillas a los integrantes del grupo en más de una oportunidad. Sin embargo, el tour norteamericano pudo continuar durante ocho semanas más, pasando por Estados Unidos y Canadá, para finalizar en Hawái, incluyendo nuevas confrontaciones entre la policía y los fans en Los Angeles. Hay que recordar que esta era una época terriblemente radicalizada para los jóvenes norteamericanos, quienes, frecuentemente, peleaban contras las fuerzas de seguridad en las distintas manifestaciones en contra de la Guerra de Vietnam.

Volviendo a Blind Faith, a la par de la violencia de los fans, también surgían problemas internos en el seno del grupo, debido a que Clapton se estaba poniendo cada vez más celoso con respecto a la posición protagonista y acaparadora que había asumido Winwood, quien hasta ese tiempo era menos conocido que aquel en Norteamérica. También, el acotado repertorio del grupo tampoco ayudaba a disminuir el malestar de los músicos, ya que la parte central del show era, inevitablemente, un interminable solo de batería de Ginger Baker en "Do What You Like", mientras que los otros temas del disco apenas si alcanzaban para rellenar una hora de show. Esto les generaría a los integrantes de Blind Faith aburrimiento y dejadez. Además, Clapton se sentía atrapado en esta situación de "mega-Cream", y lo único que quería era emprender nuevos rumbos más allá de los shows de trio, pero, lamentablemente para él, los contratos de Blind Faith ya estaban firmados y había que cumplirlos. Durante esa gira norteamericana, Blind Faith tendría como numero de soporte a una banda local, orientada hacia el country y el blues, liderada por el dúo Delaney & Bonnie. Clapton se interesó mucho por ellos, y así terminaría pasando más tiempo con este dúo que con los integrantes de Blind Faith, debido a la natural afinidad hacia el blues que tenía en común con Delaney Bramlett.

Finalmente, Blind Faith culminaría su gira en agosto de 1969. A esa altura la controversial tapa del disco, con el topless de la chica preadolescente y el "falo", ya había sido prohibida en varias partes de Norteamérica, y remplazada por una foto del grupo. El disco, en sí, ya había vendido medio millón de copias (sólo en los Estados Unidos), y estaba en el número uno de los charts en ambas orillas del Atlántico. Sin embargo, ni la crítica ni los músicos eran ajenos al razonamiento de que con sólo seis canciones (las incluidas en el álbum) no se podía constituir un repertorio, ni definir un sonido propio. Simplemente, estábamos en presencia de un buen disco debut de una banda nueva. El problema era saber si ésta podría sostenerse en el tiempo. Esas dudas quedarían, rápidamente, comprobadas cuando, de un día para otro, la situación grupal colapsó, cayéndose cual juego de dominó, cuando Blind Faith retornó a Inglaterra, mientras abundaban los rumores que hablaban de una inminente ruptura. En octubre, por fin, llega la conclusión del asunto, cuando los miembros del grupo anuncian que no tenían pensado grabar un segundo álbum de Blind Faith, ni tenían planes de más presentaciones en vivo. No explicito, pero sí implícito: era el fin de Blind Faith. 

Evidentemente, sus integrantes habían quedado shockeados -en especial, Clapton-, pero, de cualquier forma, habían ganado un montón de plata con esta experiencia. Luego, Clapton volvería a colaborar con Delaney & Bonnie, junto a quienes comenzará a delinear lo que sería su futura y exitosa trayectoria solista, matizada por su pasión por el blues, más algunas pinceladas de pop. Por su parte, Ginger Baker decide continuar trabajando junto a Winwood y Grech en una nueva formación llamada como Ginger Baker's Air Force, una "big-band" en donde convivían diversos ritmos provenientes del rock, jazz, R&B, el folk, la música africana y el blues. Winwood y Grech solo llegaran a tocar para este grupo en un show en Inglaterra, en enero de 1970. Justo en ese momento, Chris Blackwell, director de Island Records (discográfica que tenía contratado a Winwood desde la época de Traffic), le pide a Winwood que se ponga a grabar un álbum solista que le debía para cumplir su contrato previamente firmado con la discográfica. Paradójicamente, este intento de proyecto solista se terminaría transformando en la resurrección de Traffic, cuando en esa grabación se transformara en el espectacular álbum John Barleycorn Must Die

Ric Grech murió en 1990. El resto de los integrantes del grupo, con el paso de los años, reconocerían la importancia del único disco de Blind Faith, y su valía musical, como el recuerdo de una banda que tuvo corta vida, y como el mejor ejemplo de cómo se puede llegar a arruinar prematuramente un atractivo proyecto artístico por las presiones –tanto externas como internas-, los celos, los asuntos comerciales y los propios egos de los talentos involucrados. Sin embargo, aun hoy, 47 años después, muchos melómanos siguen encontrando, con regocijo, en este único álbum de Blind Faith un grato recuerdo musical de lo que pudo ser y no fue...

¿Punto final? No, porque los caminos de Winwood y Clapton se volverían a juntar, en 2008, casi cuarenta años más tarde, cuando realizaron una gira norteamericana, coronada por sendos shows en el Madison –en donde interpretarían cinco de los seis temas de Blind Faith-, luego editados en forma de CD más DVD.

E.A.