El
viernes 7 de abril de 2017, finalmente, Yes
entró en el Salón de la Fama del Rock
& Roll, durante la 32 ceremonia anual de inducción celebrada en el Barclays Center en
Brooklyn, Nueva York. A pesar de haber estado en condiciones para ser
inducido desde el año 1994, cuando se cumplieron 25 años de la edición de su
primer álbum, recién ahora, estos pioneros del rock progresivo consiguieron
este galardón y reconocimiento de la asociación-museo que representa el establishment del panteón del rock clásico.
Más allá de sí vale la pena ahora, después de tantos años, y luego de la muerte
de dos miembros fundadores, como el bajista Chris
Squire y el guitarrista Peter
Banks, fue muy bueno poder ver nuevamente a la formación
clásica de Yes, más el guitarrista Trevor
Rabin, unida y tocando, a casi cinco décadas del origen de
la banda, a pesar de no estar ya Squire. Vale la pena recordar que actualmente
hay dos “versiones” del grupo. Una, la “oficial” liderada por Steve Howe y
Alan White;
mientras que, desde hace un tiempo, también los ex miembros Jon Anderson, Rick Wakeman y
Trevor Rabin están tocando el
repertorio clásico del grupo, denominándose a sí mismos YES Featuring ARW.
Como
ocurre con estas premiaciones a bandas que han cambiado varias veces de
integrantes a lo largo de su existencia, en este caso los galardonados del
grupo por este premio fueron: el baterista Alan
White, el guitarrista Steve Howe,
Chris Squire, el vocalista Jon Anderson, el baterista Bill Bruford, el
tecladista Tony
Kaye,
el tecladista Rick Wakeman y Trevor Rabin. Es decir, la famosa
formación del octeto que tocó durante la gira de 1991 y 92 denominada Union. Quedaron sin premiar los músicos
que entraron en Yes después de Rabin, más estos cuatro: Patrick Moraz, Trevor Horn, Geoff Downes y Peter Banks. De los premiados, los únicos que faltaron a la gala
fueron Tony Kaye y Chris Squire (por razones obvias, este último). Y aunque
Bill Bruford sí recogió su premio, luego no tocó con el grupo en la fiesta, ya
que afirmó estar retirado de la música. Además, Bruford fue el único que no dio
un discurso de agradecimiento por la inducción del grupo al Salón de la Fama.
Las canciones que interpretaron fueron “Roundabout” y “Owner of a Lonely Heart”, quizás, sus dos mayores clásicos, de los 70 y 80, respectivamente. En la primera canción, junto a Howe, Rabin, Anderson, White y Wakeman, subió a tocar de invitado Geddy Lee, legendario bajista de Rush, quien minutos antes le había dado una conmovedora bienvenida a Yes con un discurso muy emotivo. Luego, en “Owner…”, Steve Howe asumió el inédito rol de bajista, mientras, como de costumbre –cuando tocan junto a Anderson en la gira de ARW- Trevor Rabin y Rick Wakeman se bajaron del escenario para terminar tocando entre el público (Rabin con su guitarra y Wakeman con su famosa "guitarra-teclado").
Hasta Joan Baez se levantó para aplaudirlos... |
LOS DISCURSOS
Como decíamos, los
encargados de darle la bienvenida a Yes al Rock and Roll Hall of Fame
fueron Geddy Lee y Alex Lifeson, ambos integrantes de Rush. Habían pasado cuatro años desde
la –también tardía- entrada del legendario trío canadiense a este parnaso
rockero, y ahora les tocaba el turno de recibir a sus colegas. Para eso, estas
leyendas del rock canadiense dejaron de lado el típico bla, bla, bla de
los discursos de este tipo, concentrándose en todos los recuerdos y vivencias
que tuvieron en su vida en relación al grupo británico.
Lifeson: Estamos honrados de estar esta noche aquí haciendo esto. Es algo realmente grande. En mi caso particular, mi viaje con Yes comenzó siendo aún un adolescente, cuando descubrí The Yes Album, totalmente shockeado por esa cabeza sin cuerpo que se veía en su tapa. Sin dudas, Yes fue mi puerta de entrada en muchos sentidos. Y cuando Yes sonaba en mi cuarto, yo también tocaba al unísono. Me pasé un montón de horas tratando de sacar canciones como "Starship Trooper" y "Yours Is No Disgrace". ¿No es maravilloso ese remolino de sonidos con el que termina "Starship Trooper"? Lo debo haber escuchado un millón de veces. Yo amaba esa música. Aún más, me ensenaron a hacer lo mío… como nunca lo había hecho. Creo que nunca le hice justicia como se lo merecían, pero aun los amo. Yes me dio el regalo de la música, que es todo, como ustedes ya saben. Ellos me hicieron querer ser un mejor músico, y me otorgaron algo de esa determinación que hace que hoy pueda estar acá, en este escenario, para darle este tributo a esta banda asombrosa.
Los dejo con
esta reflexión: las elecciones musicales que hacemos en nuestra juventud nos
ayudan a moldear eso en lo que luego nos convertimos. Elegí la intro de
guitarra de "Going for the One." Elegí aprender como tocar "Starship
Trooper" en una guitarra barata de segunda mano. Elegí el asombroso sonido
de bajo de Chris Squire. Elegí la
voz etérea de Jon Anderson. Elegí Fragile. Elegí usar
una capa antes de que Rick Wakeman
lo haga. Elegí estar afuera de tu casa toda la noche para ver a tu banda favorita.
Elegí "Roundabout". Elegí el glorioso trabajo de guitarra en "Owner
of a Lonely Heart". Tan hermoso. Elegí el Rock and Roll Hall of Fame. Y definitivamente, elegí Yes.
Lee: Me gustaría que el Rock and Roll Hall of Fame me dé un par de minutos para contar acerca de algunas de mis
experiencias personales con Yes, la banda. Imaginen esto: en los primeros
setentas, me pasé de uno a tres años en el secundario, sentado en el fondo de
la clase junto a mi amigo Oscar (…) Aun puedo recordar el día en que nos
rateamos del colegio y nos fuimos a la casa de Oscar a escuchar música.
Recuerdo como nos sentábamos con las piernas cruzadas en el piso de su cuarto,
y como allí él me hizo conocer un álbum llamado Time and a Word de una
banda que se llamaba Yes. Aun tiemblo con la parte de bajo en "No
Opportunity Necessary, No Experience Needed", de la misma forma que lo
hice la primera vez que la escuché. Por años la gente me pregunta porque elegí
tocar en un bajo Rickenbacker, y mi
respuesta se centra en ese álbum, en esa canción. Luego Oscar me hizo escuchar
"Yours Is No Disgrace" y después "I've Seen All Good People".
En ese momento, sentados allí, con esas canciones sentíamos como nuestros
mundos musicales, todo lo que habíamos escuchado hasta ahí, era desplazado,
cayendo desde su eje. Yo podría haber sido apenas un joven músico que terminara
tocando en un sótano en Toronto, pero a través de Yes, me introduje en un
amplio mundo musical lleno de posibilidades. Un lugar en donde la música
parecía no tener limitaciones.
Fue una
noche de 1972, cuando Oscar y yo, además de este tipo que está hoy aquí al lado
mío, Alex Lifeson, pudimos ir a ver
en vivo a Yes en Toronto. El cielo parecía un alto domo de estrellas, y me
acuerdo que Alex fue a comprarnos un par de bebidas. Aun puedo cerrar mis ojos
y volver a ese momento, como si estuviera sucediendo ahora mismo. Intelectualmente,
visualmente, visceralmente sentado en esa fila 10. Fue algo que yo no había
visto o experimentado jamás. Fue en verdad profundo. No hace falta decir que
cambió para siempre la manera en que yo tocaba o escuchaba la música. Y ahora
estamos aquí, décadas después, y la música de Yes aún se me presenta como un
continuo en mi vida. De parte de Oscar, mi buen amigo, y de Leo, el amigo de
Alex, quienes no están aquí esta noche, además del propio Alex y de mí,
quisiera darle las gracias a Yes. Es un grandísimo privilegio para nosotros
honrar y corregir una total equivocación, para finalmente dar la bienvenida a
Yes al Rock and Roll Hall of Fame.
Luego de estos emotivos discursos de inducción
dados por Geddy Lee y Alex Lifeson, los miembros supervivientes de Yes entraron
juntos al escenario, por primera vez desde el final de la gira Union, a principios de 1992. Esto fue lo
que dijeron (prestar especial atención al hilarante discurso de Rick Wakeman).
Jon Anderson: En verdad, ¡esto es para todos los fans de Yes! (aplausos) Esto es curioso, porque recuerdo cuando estuve en el Hall of Fame, hace tres años, con mi hermosa esposa, Janey. Justo allí está ella. Y caminé por el Hall of Fame, en donde estaban todos mis héroes. Cada uno de ellos… Desde… Little Richard… No puedo creerlo, muchachos. Están tan hermosos. ¡Mírense! ¡Todos tan hermosos! ¡Wow! ¡Bill Haley! Bill Haley y sus Cometas. Stevie Wonder. Miren a todos esos grandes… Nosotros nos estamos uniendo a ellos. No puedo creerlo. Es en verdad asombroso. Yo tuve mucha suerte, como ustedes saben. Esta noche se cumplen 49 años de la noche en que conocí a Chris Squire en un bar. Fue en abril de 1968. Fue un momento mágico cuando conocí a Chris. Aún recuerdo cuando fui y le dije: “Hola, Chris. ¿Cómo te va?” ¡Él era tan alto! No podía creerlo.
De cualquier
forma, fundamos la banda. Y tuvimos un guitarrista llamado Peter Banks. También tuvimos un baterista llamado Bill Bruford. ¡Oh, aquí está! Mr. Bill Bruford. Está justo detrás de mí. (risas) Pero
Chris está en el cielo ahora. Y Peter Banks también está en el cielo y en
espíritu. Ellos están aquí con nosotros esta noche. Eso es seguro.
No sé qué
más decir. Amo estar aquí. ¡Muchachos, son hermosos! ¡Wow! ¡Hermosos! ¡Escuchen
como gritan mis hijos, Damien, Deborah y Jade! No puedo creer que ya tenga
nietos. Es asombroso. (risas) La vida me pasó tan rápido. No lo puedo
creer. Estoy muy contento de que estemos en Yes. Yes significa rock para mí.
¡Aquí los dejo con el señor Trevor Rabin!
Trevor Rabin: Hola a todos. Esto es un increíble
honor. Y está buenísimo ingresar a este Salón de la Fama junto a mis amigos y
Neil y Jonathan y todos. Y además de todos los que han ingresado, me gustaría agradecerles
a mi esposa, Shelley, y mi extremadamente talentoso hijo, Ryan. Por supuesto,
también a Brian Lane, Larry Magid. Muchas gracias por todo, y les dejo a Rick
Wakeman. Perdón, Alan White.
Alan White: Hola a todos. Gracias. Es genial
verlos a todos aquí. Este ha sido un largo camino. Ante que nada, me gustaría
agradecer al Rock and Roll Hall of Fame
por este ingreso de nuestro grupo. Segundo, me gustaría agradecer a mi esposa y
a mi familia por estar aquí conmigo esta noche. Y también, a todos y cada uno
de nuestros fans alrededor del mundo. Por último, me gustaría nombrar a Chris Squire. He trabajado con él durante 43 años, y fue uno de mis mejores
amigos. Y tuvimos una relación como ninguna. Y… gracias a todos por este
premio. Gracias.
Steve Howe: Okay, soy Steve Howe. Me voy a tomar solamente unos
minutos, pero por supuesto nos encantaría agradecer a todos nuestros fans por no
dejar de creer todos estos años que nos merecíamos ingresar en el Rock and Roll Hall of Fame [aplausos] La fama hace
vacilar a mucha gente, y algunos se terminan quemando en su gloria. Otros,
meramente, intentan ganar notoriedad por sus empeños musicales. Por eso, cada
vez que suena nuestra música, aún mucho tiempo después de haber sido creada,
esto ya es una paga para todos aquellos que la hicieron y un reconocimiento a
aquellos que ya no están con nosotros. Permitiendo a éstos permanecer,
iluminando a quienes contribuyeron en estas grandes ideas y melodías y letras y
arreglos y dirección de la música de Yes.
Nada puede
apartarnos de la responsabilidad que han puesto en nosotros nuestros fans,
quienes, obviamente, tienen un oído diferente al de los amantes de la música en
general, afortunadamente, para nosotros. Ellos son capaces de distinguir las
texturas y las armonías y las disonancias y la dinámica de lo dramático y lo
humilde, o de lo suave de un coro amoroso. Y como Bill solía decir, cada vez
que le preguntaban, “¿Qué es la
música de Yes?” Bill decía, simplemente, “Algo
de ella es rápida y algo de ella es lenta”.
Quisiera
robarles otro minuto para agradecer a mi maravillosa esposa y a nuestra
maravillosa familia, quienes han estado detrás de nosotros durante los altos y
los bajos. Los amamos mucho. Seguiremos adelante, para dar a conocer nuevos
trabajos de Yes. Muchas gracias a todos (aplausos).
Rick Wakeman: ¿Esto se puede subir? (señalando al micrófono) La historia de mi vida. (risas) Ah, olvídenlo. Estoy muy contento de estar
aquí por un montón de razones, ser incluido en este Salón de la Fama. Una de ellas es, en efecto, ser parte de
Yes y haber sido incluido en el Rock and Roll Hall of Fame y la
otra es algo que probablemente no debería decirles, pero a menos de una milla y
media de este edificio es donde tuve mi primera experiencia sexual
significativa. (aplausos) No. No. No.
Por favor. Tampoco fue tan buena. (risas) De cualquier forma, como decía Steve, cuando le agradecía a su esposa, yo
quisiera agradecerle a la mía. Desafortunadamente, ella no está aquí esta noche.
Cuando la dejé esta mañana, creí que en realidad estaba en coma… el sexo aun es
el mismo, pero la ropa para lavar se sigue acumulando.
Me gustaría
agradecer, aparte de todos los muchachos de Yes con los que he trabajado, a mi
padre, a quien le debo gran parte de mi carrera. En mi familia, a lo largo de
los años, todos nosotros estuvimos metidos en la industria del espectáculo.
Generalmente, éramos muy, pero muy pobres. Mi padre era imitador de Elvis. Pero no lo llamaban mucho para
que hiciera ese papel en 1947. (risas) El me enseñó un montón. Aún
recuerdo una vez que me sentó y me dijo. “Hijo”, él dijo, “No vayas a ninguno de esos baratos, sucios,
desagradables y deprimentes clubes de desnudistas, porque si lo haces,
seguramente veras algo que no deberías.” Así
fue, por supuesto, cuando fui a uno de ellos y lo vi allí a mi papá. (risas)
Me gustaría
agradecer un montón al Rock and
Roll Hall of Fame por haber hecho
ingresar a Yes. Quiero contarles, que estoy feliz que estemos en la tercera
edad porque una vez que empiezas a envejecer, las cosas viejas como la próstata
se ponen un poco en acción. Por eso me gustaría decirles cual importante es no
dejar de hacerse el examen periódico de próstata, lo que en efecto me hice el
lunes. A las damas presentes, ustedes no saben, lo duro que es. Te ponen en la
vieja posición fetal, y escuchas el ruido del viejo guante de plástico cuando
sale o el del guante de goma. Y entonces es como si tuvieras una ardilla
adentro tuyo de vacaciones. Una vez que concluyó mi examinación, el doctor me
dijo: “Mr. Wakeman, no hay nada de embarazoso en esto. No es inusual tener
una erección con esta clase de procedimiento.” A lo que yo respondí: “No he tenido una erección”. Y él dijo: “Lo sé, pero yo sí”.
Traducción: Emiliano
Acevedo
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