Nadie Sale Vivo de Aquí
(1989), cuarta producción solista de Andres Calamaro, quizás sea, (¿por qué no?), el mejor disco de toda su
carrera (aunque no sea, ni por las tapas, el más popular). Un álbum que
coincidió con el derrumbe del gobierno alfonsinista y la hiperinflación, y como
anticipo del inminente auto exilio del cantautor, quién decidiría a fines de
ese año radicarse, por varias temporadas, en España.
Atiborrado
de canciones brillantes, Nadie Sale Vivo
de Aquí, con ese título derivado de una frase de Jim Morrison, nos mostraba una faceta de Calamaro bien songwriter,
más cercana a un Tom Waits porteño,
acompañado de músicos bien rockeros y polifacéticos como Ariel Rot (guitarra, coros) –con quién luego lideraría Los Rodríguez, el grupo hispano
argentino más famoso del mundo-, Gringui
Herrera (guitarra, coros), Ricky
González (batería), el “Alemán” Alejandro
Schanzenbach (bajo) y Jordi Polanuer
(saxo).
Así
nos podíamos encontrar en este álbum con temas grandiosos como el explosivo
rock de 1.31 minutos “Nadie Sale Vivo de Aquí”, o “Pero Sin Sangre”, “Con la
Soga al Cuello” (con Vicentico de
invitado), las rancheras “No Tengo Tiempo” y “Adiós, Amigos, Adiós”, el
rockabilly “Señoritas” (con Gabriel
Carámbula en guitarra, Vicentico
y el inefable Luciano Jr. haciendo
coros), “Ni Hablar”, “No me Vuelvas la Espalda por Eso” o la agridulce “Dos
Romeos”, con un recitado a la Lou Reed.
Dos
puntos altos del disco eran “Vietnam”, un temazo dividido en dos partes que
incluía la participación de Gustavo
Cerati, en voz y guitarra, más Fito
Páez en piano; y “Señal que te he Perdido”, casi un hit oculto dentro de la
carrera calamaresca.
A propósito
de la grabación del álbum, nos cuenta Alejandro
Schanzenbach: “Con respecto a Nadie
Sale Vivo de Aquí, ese disco se grabó en
plena época de hiperinflación. Había mucha locura, veníamos tocando mucho, y
cuando fuimos al estudio nadie sabía que era lo que íbamos a hacer, ni siquiera
Calamaro… Así que nos encerramos en (los estudios) Panda, y así salió ese disco
fresco, simple y profundo. Era una época de cambio para todos. Muchas giras,
mucha música, y mucho de todo… Éramos una Banda –así en mayúscula-, porque, si
bien había una cabeza visible, todos trabajábamos en equipo, y por eso salieron
esos dos discos (el anterior Por Mirarte
y este). Creo, en rigor de verdad, que si hubiésemos firmado todo lo que
hicimos, casi todos los temas tenían participación de todos nosotros. Pero la
realidad es otra, casi siempre, y así uno va creciendo y aprendiendo de las trampas
que tiene la música, acerca de lo que uno gana y lo que tendría que ganar, lo
que se esconde, lo que te dan y lo que no…”
Volviendo
a su repertorio, sin dudas, la canción de este álbum que más perduraría en la
memoria popular sería la mencionada “Pasemos a Otro Tema”. Lo curioso eran sus
características sui generis que la
convertían en una canción de desamor alegre. Algo que nos hacía intuir que este
tema continuaba la aquella tradición iniciada por los Beatles, los especialistas en hacer temas alegres con letras tristes:
“¿O acaso no era así “I´m Down”, una canción en donde la letra era un bajón
total, pero, (mientras tanto) las cabezas de estropajo no dejaban de agitarse?”,
como, una vez, señaló, en forma acertada, Alex
Kapranos, el cantante de Franz Ferdinand.
Así
es “Pasemos a Otro Tema”: una melodía imposible de dejar de cantar, ya sea que
estemos en una tribuna, bajo la ducha, acomodando mercaderías en un depósito o
enfrente de este monitor, mientras escribo esta nota que vos estas leyendo
ahora. Una canción redonda, que con en 2.23 minutos te cautiva, dejándote con
ganas de más. Su letra mágica empieza, de una, con el inolvidable “Pasemos a otro tema, no quiero hablar de
eso /La casa está vacía y fría / La ropa en el pasillo me da la razón/ Ella me abandonó...
” Para seguir: “Está todo guardado /
Hay cosas con candado /Hay cosas que abandono para siempre / Y hay un lugar
vacío / Es el que había pensado / Sólo para los dos”. Luego de escuchar
estos versos, ¿cómo no pensar en todas las rupturas amorosas del artista que
los escribió o, mejor, en cada uno de los desgarramientos que sufre cualquier
mortal ante esta situación: El fin de un proyecto en común y/o una relación? : “Ella es tan formal / Que nunca me va a
perdonar...”
Sí,
mejor no hablar de eso, y seguir recorriendo la irresistible letra de este
tema, en el que Calamaro -pasando de la primera a la segunda persona-, en el
puente, hasta se anima a incluir referencias a la Formula 1 (“Fue por el Efecto
Suelo...”) y a su admirado Miguel (“... y una frase del Abuelo / El lugar se
cubrió de pedazos de cristal”), y a toda su inmensa poesía, esa que hablaba de
aquellos “pedazos rotos del gran espejo
interior”. No queda mucho más que decir de esta canción, tan solo
recomendarles que la escuchen, si aún no lo hicieron. Fíjense que no tiene
introducción ni solo de guitarra. ¡Y ni falta que hace! Tan solo lo justo y
necesario, más hubiese sido totlamente al dope.
Según
los cánones de la música rock que define que es y que no es un álbum clásico, Nadie sale vivo de aquí no es un disco
perfecto y, sin embargo, es una obra maestra. Y es que en sus imperfecciones,
en sus múltiples y torrenciales direcciones habita el mejor rock libre, el que
fluye con naturalidad, el que te atrapa por las tripas y te las pone del revés,
el que te corta la respiración. Un
Calamaro brillante y en lo alto de la suma de sus poderes. Eso es este disco, y
no es poco. Así que le damos Play de
una…
E.A.
Los Rodrigues los mejores, yo los conoci en coruña en 1989 por ai....yo de Brasil, gogo de discos de moda...he ifo con ellos a todos los sitios de coruña, hemos pasado super bien, siempre me acordare deste momento con ellos, Andrés llevava un jaqueta rojade piel, la cual me encantava y siempre le rwcuerdo asi con su jaqueta roja. Ahora vivoen valencia y desde aqui les mando un gran beso a ellos los rodrigues.....y Andrés Calamaro uno de los mejores cantautores del planeta....
ResponderEliminarNadie sale vivo...para mí está entre los 3 mejores discos de Andrés, tuvo poca promoción y ni siquiera pudo presentarlo x la crisis económica de la época, pero está lleno de hermosos temas y la vocalización de calamaro es excelente, recomiendo largamente su escucha.
ResponderEliminar