Un
show espectacular, una reunión única de tres de los bajistas más talentosos del
país. Eso ocurrió el domingo 2 de marzo de 2003, cuando tuvo lugar el cierre de
Ciudad Abierta, el ciclo de espectáculos
al aire libre organizados por la Subsecretaria de Cultura de la Ciudad Autónoma
de Buenos Aires. Esa noche en los bosques de Palermo, cerca del Zoológico
Porteño, se desarrolló la llamada Noche
de Bajos, con Marcelo
Torres, Javier Malosetti y Pedro
Aznar.
Abrió
la velada, puntualmente a las 20, el ex "socio del desierto" Marcelo Torres, realizando un ajustado
e interesante show en donde no faltaron las improvisaciones de calidad, incorporando
además jazz fusión y otros ritmos menos conocidos para nuestro público, como la
jota o el calipso. Además de Torres fue de destacar la labor de Pablo La Porta, un percusionista muy
bueno que se tocó la vida, dándole con todo a su set, formado por múltiples tambores,
timbales y demás instrumentos étnicos, y algunos muy particulares, como un
aquafono.
Luego
fue el turno de Javier Malosetti,
quien como siempre brindó un divertido show con pinceladas de jazz, swing, funk, blues y rock. Malosetti realizó un repertorio variado, que comprendió piezas
tan disimiles como "The Party", de Henry Mancini; "I'm Down", de los Beatles o "Con Elvira Es Otra Cosa", del mítico Pappo... pero todas pasadas por su
barniz jazzy & cool. Tampoco
faltaron en su repertorio temas propios, extraídos de los discos Spagetti Boogie y Villa, además de standards, incluyendo algún tema de Harry Belafonte, por ejemplo. Un aparte
se merece la acostumbrada labor desfachatada que muestra Javier arriba del escenario,
cualquier cosa menos formalidad... Un frontman jazzero terriblemente gracioso.
El
cierre de la velada le correspondió al gran Pedro Aznar, quien brindó un soberbio show, como es su costumbre.
Casi un homenaje a la música latinoamericana, que incluyó zambas, tangos,
bagualas, candombes, etcétera. Hubo de todo en su repertorio: temas de Leda Valladares, Atahualpa Yupanqui, Víctor
Jara, Violeta Parra y poemas musicalizados de Borges.
En
los bises también interpretó su clásico "Mientes", originalmente en su
disco a dúo con Charly García, Tango 4, que quizás fue lo más rock de toda
la noche, e hizo las delicias del público, incluido "Bondiola", un joven
pelirrojo, habitué de los espectáculos de jazz fusión, que se animó a bailar
como loco los pasitos del "Aserejé", de las inefables Kétchup,
para sorpresa del mismísimo Pedro...
Más
tarde, Aznar le brindó un emotivo homenaje a Lennon, leyendo un texto recordatorio (en donde también le pegaba
un “palito” sutil a McCartney, por
su apoyo –post ataque del 9/11- al gobierno de Bush) e interpretando una bonita
versión del recordado tema del Álbum
Blanco, "Julia". Tampoco faltó la unión en el escenario de los
tres virtuosos del bajo, protagonistas de la noche, para tocar un clásico de Cole Porter,”Cada vez que nos decimos adiós".
El final del show fue con una versión muy personal y sutil del "Himno a
San Martin", por parte de Pedro.
Así
finalizó esta bella velada de tres bajistas
tres, en donde se mezcló la sutileza
con el virtuosismo y el buen gusto, y en donde no faltó esa cuota de emoción
que siempre nos depara la buena música.
Emiliano
M. Acevedo
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