Más allá del
divismo de algunas estrellas de rock, existen en este género musical personajes
como el británico Colin
Bass (Londres, 04/05/1951), un talentoso bajista, cantante, y compositor;
que, a fines de los 70, se convertiría en uno de los integrantes fundamentales
de Camel, grupo legendario del rock
progresivo.
También, Colin
ha realizado en su larga carrera varias incursiones en la música de otras
regiones del mundo. Personaje inquieto, músico visionario; la suya es una
apasionada trayectoria que ya suma más de 45 años.
Por eso nos
complace poderles presentar a este gran artista en nuestro blog. Aunque haya
sido, casi siempre, un cultor del bajo perfil, y un hombre de pocas palabras,
aquí Bass se copó y nos habló de todo. Desde su niñez, en la que se apasionó
por los sonidos de unos viejos discos de pasta, hasta su labor como productor,
además de su incursión en los sonidos de la llamada World Music, en
especial la música del sudeste asiático. Esta es, simplemente, la palabra de un
incansable explorador musical...
ENTREVISTA>¿Cómo fueron tus
primeros acercamientos a la música?
Cuando yo tenía
4 años, mi padre trajo a casa un tocadiscos que había comprado de segunda mano.
Con este artefacto también vino incluida una colección bastante grande de
discos de 78 RPM, todos ellos de estilos musicales variados. Si bien prefería
los que tenían que ver con el rock n´roll –especialmente Elvis Presley
–, los escuché a todos y me volvieron loco. Ya fuera música clásica, opera
ligera, Frank Sinatra o el country. Por supuesto, a medida que uno crece
va siendo cada vez más importante identificarse con un estilo particular de
música, y eso también te identifica socialmente. Por eso, ya en los 60, dejé de
escuchar música clásica, o el country, así como cualquier otro género que no
pensara que estuviera de onda con lo que sonaba por esos años. Afortunadamente,
ahora puedo escuchar todo tipo de música sin ponerme a pensar si está o no de
onda o si tiene que ver o no con el tipo de música que hasta ahí pensaba que me
gustaba.
Creo que siempre
estuve fascinado por el sonido inspirador, tanto del bajo como la batería, que
escuchaba en estos discos de rock n' roll en el tocadiscos de mi familia, así
como del tono profundo que tienen los instrumentos de bajo en las orquestas de
la música clásica. En verdad, empecé como músico tocando la guitarra, pero me
pasé al bajo para conseguir un trabajo en la Velvet Opera (en 1970), y
realmente lo disfruté mucho. ¡Es genial poder controlar todas esas poderosas
frecuencias bajas!
¿Cuál es tu opinión acerca de la
actualidad del rock progresivo?
¿Qué cosas parecidas y diferentes encontrás con
su época dorada en los 70?
En verdad, no
estoy muy al tanto de los últimos tiempos del rock progresivo, o de cualquier
otra clase de música, porque no tengo suficiente tiempo para escuchar todo lo
que se está haciendo. Creo que lo que hoy conocemos como rock progresivo está
vinculado con una música realizada en una época determinada, a partir de fines
de los 60 y durante la década del 70. Me acuerdo de cuando fui a ver (en julio
de 1969) el concierto al aire libre que dieron los Rolling Stones (en
homenaje a Brian Jones) en el Hyde Park de Londres, en donde también
estuvo King Crimson como numero de apertura. Yo estaba fanatizado con su
primer disco, el ahora clásico In the Court of the Crimson King. En esa
época, yo tocaba la guitarra en una banda que se llamaba The Krisis e hicimos un montón de
conciertos así como también estuvimos de teloneros de grandes grupos y solistas
de esa época como The Who, Pink Floyd, Jeff Beck, y muchos más. Yo
también solía ir al famoso club Marquee en Wardour Street. Allí vi tocar varias
veces a la primera formación de Yes (con Peter Banks en guitarra
y Tony Kaye en teclados), y también los vi en vivo a Jimi Hendrix y
Cream. Sí, ya sé: ¡Soy viejo! (risas) En esos tiempos era muy
común ver un montón de conciertos buenísimos en lugares chicos, pero vos tenías
que estar metido en ese mundillo para enterarte de todo lo que estaba pasando
en la movida ya que no tenía nada que ver con el mainstream.
Actualmente, la tecnología hace posible que tengamos acceso a un montón de
música e información, pero lamentablemente nos terminamos perdiendo entre tanto
material disponible. En sí, lo que estoy escuchando ahora tiene que ver con la
música hecha por artistas a los que yo debo producir, o por el placer que me da
el escuchar algo de música mientras estoy en mi casa en las noches, cocinando o
comiendo. En esos momentos trato de escuchar algunos de mis viejos discos
favoritos, así como picar un poquito algunas cosas nuevas que me han enviado.
Eso es todo, el resto del tiempo me la paso haciendo mi propia música en mi
estudio. Cuando era más joven me pasaba un montón de tiempo escuchando música
pero ahora siento que necesito ese tiempo vital para realizar otro tipo de
cosas. Por esa misma razón, tampoco tengo un aparato de televisión. Creo que la
TV es la manera más grande de desperdiciar el tiempo que se haya inventado
jamás. Por eso, cuando ocasionalmente prendo un televisor en alguna habitación
de hotel, siempre me quedo shockeado por como la gente permite que le laven así
el cerebro, y los paralicen con esas despiadadas cortinas de humo devenidas en
triviales programas estereotipados y repetitivos. “La ciénaga del vídeo”, como
(Frank) Zappa dijo, alguna vez.
Y dentro de esa música que te gusta,
¿cuáles son tus discos y artistas favoritos?
Son muchísimos.
¿Querés saber? Ok, anotá algunos: Chuck Berry, Buddy Holly, Elvis Presley, Jaco
Pastorious, Joni Mitchell, Bob Dylan, The Blue Nile, Willie Weeks, Donny
Hathaway, James Jameson, Stevie Wonder, Ralph Vaughan Williams, Sandy Denny,
Viv Stanshall, Captain Beefheart, Frank Zappa, The Beatles, Otis Redding, The
Who, Pink Floyd, James Brown, Aretha Franklin, Blind Willie Johnson, Charles
Mingus, Andy Latimer, Jim Cuomo, Miles Davis, Rolling Stones, Igor Stravinsky,
John Cage, Little Feat, The Band, Van Morrison, Bukka White, Jacques Brel,
Carlos Gardel… Y Podría seguir hasta mañana….
¿Has escuchado alguna nueva banda, en el
último año?
Justo ahora
estoy disfrutando mucho de Mid Air, el nuevo álbum del excantante y
compositor de The Blue Nile, Paul Buchanan. Me gusta porque el tipo pone
su corazón en este material, y se nota que hace solo lo que le gusta. Es un
disco suave e intenso, al mismo tiempo. ¡Y no recomendable para personas a las
que les hayan roto el corazón!
Yo me uní a su
grupo (The Steve Hillage Band) en 1976.
Se debió a un golpe de suerte. Justo, Steve había tenido un sorprendente
éxito con su disco “L”, qué se ubicó dentro de las listas de los charts
británicos, y precisó armar rápidamente una banda para salir a tocar. Por eso,
como su manager sabía que Clancy (el grupo en el que estuvo Colin entre
1973 y 1976) recién se había separado, me llamó. Así que, fui, lo conocí a
Steve, zapamos, y conseguí el trabajo.
¿Cómo es tu entrada en Camel?
Bueno, eso fue
obra de su manager -y gran amigo mío- Laurie Small. Él también había
sido el tour manager en algunas de las giras de The Steve Hillage Band, y por
eso me recomendó. En ese momento, Camel estaba realizando un par de ensayos sin
bajista, a la vez que hacían un montón de audiciones de bajistas para ver si
conseguían alguno que los satisficiera. No sé porque, pero creo que a Andy
(Latimer) le gustó mi forma de tocar, y como yo siempre tuve facilidad para
aprender rápidamente el material que me daban se ve que esto les vino bárbaro
¡porque también tenían que grabar un álbum a la brevedad!
¿Vos conocías los discos anteriores del
grupo?
Para serte
sincero, yo realmente no estaba muy al tanto de ellos hasta entonces. Sin
embargo, estoy muy orgulloso de mi participación posterior en el grupo, y
realmente creo que los álbumes de la última época – de Dust and Dreams
(1991) en adelante – son trabajos muy bien logrados.
Alguna vez, tocaste con Camel en
Argentina. ¿Qué recuerdos o anécdotas te quedaron de tu paso por nuestro país?
Estuvo muy bueno
tocar en Argentina. El público argentino es fantástico. En verdad, no recuerdo
ninguna anécdota en especial, ¡lo siento! Pero lo que te puedo decir es que
disfruté mucho de conocer Buenos Aries, gracias a mi amigo Andrés Valle
(el dueño de la disquería especializada en rock progresivo, Discover),
quien me mostró algunos lugares típicos de allí. Ciertamente, me encantaría
poder volver algún día.
En tu disco An Outcast of
the Islands (1998) tocaste con Andrew Latimer, Dave Stewart, y varios
músicos polacos, ¿cómo fue esa experiencia?
Eso estuvo
buenísimo. En sí, ese proyecto pudo llevarse a cabo gracias a mi amigo Witold
Andree, quien me sugirió que lo grabara en su ciudad natal, Poznan, en
Polonia. Allí, él me presentó a varios músicos polacos, y así, en poco más de
cinco semanas, grabamos el álbum. Me acuerdo que, en medio de todo eso, yo tuve
que realizar un viaje de avión para llevarle a Andy las cintas de grabación de
24 canales. ¿Te acordás de ellas? ¡Eran muy pesadas! Él estaba viviendo en
California en esa época, y nos divertimos mucho durante esa semana mientras
grababa su parte de guitarra en el álbum.
Difícil. Lo
llamo mi álbum deprimente. Fue influenciado por la ruptura de una relación.
Quizás muchos no lo sepan, pero vos sos
un experto en el pop de Indonesia. ¿De donde surge esto?
Me enganché con
esta música la primera vez que fui a Bali, en 1988. Yo había escuchado un poco
de la música que se hacía en el oeste de Java, y regresé a visitar ese lugar.
Fue tan hermoso. Es una música melancólica, y con mucha alma. Y,
accidentalmente, escribí una canción (“Denpasar Moon”) que tuvo mucho éxito en
esa región. Es más, aun hoy trabajo ocasionalmente con mis amigos de Bandung,
los fabulosos Sambasunda Group. A propósito, su nombre no tiene nada que
ver con la samba, ya que no es esa la música que hacen. Sunda es el nombre que
le dan a la región del oeste de Java y samba en su idioma significa
“movimiento”. Resumiendo, he grabado tres álbumes (Denpasar Moon, 1994; Jalan
Kopo, 1998; y So La Li, 1999) en Indonesia bajo el nombre de Sabah
Habas Mustapha –un sobrenombre que tengo desde que formé parte del
maravilloso grupo 3 Mustaphas 3 en los 80-. Estoy muy orgulloso de ellos
y me encantaría que toda la gente se acerque a este material, lo compre, ¡y
pueda disfrutarlo!
También sabemos que sos un fanático de
la lectura, ¿qué libros y autores preferís?
¿Y quien no es
un gran fan de la lectura? Ah sí, me olvidé, un montón de gente... (risas) Bueno, en este momento estoy leyendo una
antología de poemas de Pablo Neruda –¡cuanta imaginería que te deja sin
aliento hay en su trabajo!– La biografía del maestro zen Shunryu Suzuki
llamada Crooked Cucumber, y también estoy releyendo 1984 de George
Orwell, un libro que escalofriantemente cada vez se vuelve más relevante en
esta avanzada era actual, que incluye la manipulación de los medios y el
crecimiento de las maquinarias de control estatal en todo el mundo. ¡Todo el
mundo debería leer este libro de Orwell!
¿Cuál es tu opinión acerca de la
situación actual del rock, con respecto a la industria musical y la descarga
online de álbumes en la web?
Esto cambiará la
manera de producir música así como actualmente ya no es fácil ganarse la vida
produciendo discos. Y la gente está acostumbrándose a hacer su propia música,
acostumbrándose a escuchar música en una calidad inferior de sonido con los
mp3. La música ahora es más inmediata. No estoy diciendo que eso esté mal, es
sólo la forma en que está cambiando todo.
Realmente
disfruto mucho producir a otros artistas en el estudio, además de que (haciendo
esto) aprendí acerca la tecnología de los estudios de grabación, y me fasciné
con lo relacionado al proceso de mezcla de los álbumes. En los últimos años he
trabajado con algunos artistas muy buenos de diferentes partes del mundo: The
Krar Collective (Etiopía), Etran Finatawa (Nigeria), Daniel Kahn
& the Painted Bird (Estados Unidos), y el Sambasunda Quartet
(Java) y este año estuve mezclando y compilando tres álbumes de mi amigo Prince
Robinson, quien murió en Berlín en diciembre de 2011, luego de una larga
lucha contra el cáncer. Él fue un notable guitarrista y una persona única. Yo
toqué con él en un álbum llamado Almost From Sunrise, una colección de
clásicos del blues que él arregló de forma maravillosa. También, he hecho
varias giras junto a Prince en su banda, además de haber formado parte,
nosotros dos junto a Denis Clement, del trío RBC. En los últimos
años de su vida él estuvo grabando un montón de material en el estudio de su
casa. Cosas sinfónicas, material de fusión, que a veces incluían poemas de Edgar
Allen Poe o Charles Bukowski que el propio Prince recitaba con su
profunda y rica voz; piezas de los compositores clásicos –por ejemplo, trabajos
corales de Bach que él arreglaba para grabarlos con guitarras
multitrackeadas-, o adaptando piezas tradicionales del compositor y laudista
inglés John Dowland así como algunas misas de (Antón) Brückner, y
mucho más. Además, acabo de terminar una colección de estándars de jazz llamada
Some Other Time, que creo debe ser uno de los más hermosos álbumes en
los que he trabajado en toda mi carrera. En breve, estos álbumes se podrán
descargar de los principales sitios de Internet. Estoy seguro que a los
melómanos de mente abierta les interesará mucho este material.
Hablando de esto, ¿qué proyectos te
gustaría hacer en un futuro cercano?
Actualmente
estoy trabajando en el Bamboo Pearl Orchestra, proyecto que engloba al
sudeste asiático y que será presentado en el festival BT River of Music
que tendrá lugar el 21 de julio en Londres, como parte de los eventos
culturales en el marco de los Juegos Olímpicos. Este evento reúne artistas de
Indonesia, Camboya, Laos, Tailandia, Malasia y Brunei.
(Entrevista
realizada en junio de 2012)
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