Lunáticos
es una banda de rock marplatense formada por Jorge “Lobo” Peláez (voz y
guitarra), Santiago Frogón (guitarra), Carli Prados (bajo) y Tomás Charles
Pérez (batería). Durante los últimos seis años, su vertiginoso crecimiento los
ha llevado a compartir escenarios con artistas consagrados como La 25, Circo
Paranoico, Guasones, Gran Martell y el Mono de Kapanga entre otros, además de
editar dos álbumes: Casi Humanos (2018) y La llave del Sueño (2021), este
último producido por Fernando Blanco. En esta nota, Lobo, el frontman del grupo,
nos cuenta un poco de la historia de la banda y los detalles de su nuevo disco.
ENTREVISTA> ¿Cuándo se armó la banda?
En
2016, después de mi salida de La Cuadra, otra banda bastante popular acá en Mar
del Plata. En 2017 empezamos a grabar en estudio lo que iba a ser el primer
disco, Casi humano, que salió en 2018. Nos fue bastante bien.
¿Cuáles son las influencias de los integrantes del grupo?
Son
muy diferentes en cada uno de nosotros. A Tuti, el violero, le gusta mucho la
música de Cerati y de Skay. Tommy, el batero es muy de los Beatles, de los
Clash, tiene una onda ska. A mí me gustan mucho los Piojos, La Renga, Los
Redondos, los Doors y los Rolling Stones. Y a Carli, el bajista, le gusta más la
onda Manal y Sumo. Todo ese engrudo sumado terminó decantando en Lunáticos…
¿Cómo es armar una banda en Mar del Plata?
Acá
es muy difícil tener una banda que haga temas propios. Partiendo de esa base, acá,
la música no nos da de comer, cada uno vive de otra cosa. Es muy difícil decir:
“la pego con mi banda” y poder vivir todos de la música. Claramente, para
nosotros no es un hobby ya que en mi caso la música es mi vida. Yo creo que
sería muy infeliz yendo a trabajar si no tuviera a mi banda. Es una pasión.
¿Cómo es la movida del rock en Mar del Plata en la actualidad?
Está
todo siempre igual de tranquilo. Algunas bandas impulsamos una movida propia
porque para que te den bola masivamente tenés que tener una banda muy conocida y,
en Mar del Plata, no existe la masividad. Las bandas muy conocidas acá llevan
más gente cuando tocan afuera. Acá, el tema de la cultura es muy complicado porque
es una ciudad que, generalmente, recibe mejor lo de afuera. Por ejemplo, si
viene una banda del mismo calibre que nosotros paran más la oreja y le dan más
bola. Por eso, si bien hay muchísimas bandas buenas en la ciudad, no se les
presta atención. Eso no pasa en otros lados… Pienso en La Plata, por ejemplo,
que es una ciudad más permeable a escuchar cosas nuevas y propias. En Mar del
Plata, los tributos mueven mucha gente pero las bandas que hacen temas propios,
no. Por eso la onda es rajar a tocar a otros lados.
¿Cómo fue la génesis de La Llave del Sueño, su disco nuevo?
Después
de sacar el primer disco veníamos tocando tres o cuatro temas nuevos pero en el
medio nos agarró la pandemia y quedamos encerrados cada uno en su casa. Ahí compuse
bastante y cuando volvimos a los ensayos le mostré los temas al resto. Decidimos
grabar el disco y ahí apareció Fernando [Blanco], ex bajista de Los Super Ratones
y actual Nube 9, con quien habíamos hablado una vez porque estábamos buscando
un productor. Al loco le gustó la banda y se copó con la posibilidad de
producirnos. Entonces empezó a venir a los ensayos a dar su opinión. El proceso
fue tomando forma hasta llegar a grabar el disco a principios de diciembre de
2020.
¿Cómo es Fernando como productor?
Es
muy respetuoso, nos hizo progresar un montón. Hizo mucho hincapié en el sonido
de la batería porque cuando construís una casa tenés que tener los cimientos
bien plantados. Terminamos siendo muy amigos.
¿Cómo pensás las letras de las canciones?
Las
letras son como cuentos ya que al margen de ser reales o no las llevo a un
plano más onírico. Me gusta mucho averiguar sobre el tema de los sueños, por
eso el disco, también, tiene un título relacionado con ese mundo. Hay letras
que hablan de cosas que han pasado pero uno trata de buscarle la vuelta para no
ser tan obvio. Igualmente, para eso ya están el Indio o el Flaco Spinetta, nuestra
propuesta es más directa aunque sin caer en la cosa burda u obvia.
¿De dónde les sale esa mixtura de géneros, de hacer rock, reggae, folk, blues?
De
nuestros gustos musicales. A mí me gusta desde los Rolling Stones hasta Rainbow
y desde Bob Marley a los Ramones. Al momento de componer, eso termina siendo
una influencia inconsciente. Por ejemplo, si estoy componiendo un rock, me
aburre si termina siendo un rock cuadrado de comienzo a fin. Por eso a veces
discuto por cambios estilísticos con mis compañeros pero esa es la onda. Un tema
igual de principio a fin se me hace muy pesado.
Hablemos un poco de las canciones… ¿Cómo compusieron “La noche de ayer”?
Esta
canción habla de una relación tóxica, de una noche problemática con una pareja,
de levantarte y no acordarte de nada de lo que pasó ayer.
¿”Ciudad Gótica”?
Es
una comparación con la fantasía. Estaba muy metido leyendo una historieta de
Batman y me salió esa comparación entre la realidad de lo que estaba viviendo
con esa Ciudad Gótica.
Es
como mi autobiografía prohibida…
¿”Ni a la vereda”?
Esa
habla claramente de la pandemia que tuvimos que atravesar. Ya lo dice la letra:
“No te asomes ni a la vereda…” Termina trayendo una frase de Atahualpa
Yupanqui: “Las penas son de nosotros, las vaquitas son ajenas…”
”Besos amargos” y “Sofía” hablan del amor…
Sí,
“Besos” una linda canción de amor y “Sofía” está hecha para mi compañera y la
madre de mi hija.
¿Y “Nena caprichosa”?
Viene
de la época de mi banda anterior. Fue una de las primeras canciones que hice,
en 2001 cuando tenía 19 años. Por eso tiene toda esa onda country o tipo Sui
Géneris, a quienes escuchaba mucho cuando era más pibe.
¿”Esperemos que no”?
Habla
del inminente nacimiento de mi hija a la que justo le toca ser mujer en este
mundo tan complicado y machista, con tanta violencia de género. Entonces relata
todas las cosas que le pueden pasar por ser mujer. Por eso digo: “Esperemos que
no”. Hoy, afortunadamente, todo eso está cambiando con la lucha que han hecho
las chicas. Por eso pienso que cuando mi hija sea más grande va a vivir un
mundo más justo gracias a lo que las mujeres se han movilizado en este último
tiempo.
Llega “La llave del sueño”, ¿a vos te inspiran los sueños?
Me
inspiran mucho los sueños. Un día una chamana me dijo que los sueños me
guiaban. Pero “La llave del sueño” es una declaración de amor, básicamente.
¿Y “Tres sábados, parte 1”?
Es
una canción picante, esta es la primera parte. La parte 2, un tema casi punk,
quedó para el próximo disco…
“Superheroes” es un relato muy visual...
Sí,
me han dicho que podría ser una canción de una película de Tarantino. Quizás
sea de lo más raro que hicimos en el disco. Suena un poco a El Mató, quizás
haya sido el costado más “indy” del álbum.
Nos queda “La de aquel también”…
También
está dedicada a mi bebé. Fue una de las primeras canciones que hice cuando supe
que iba a ser padre. Creo que las almas vuelan y después caen en cualquier
lado. Un alma que puede reemplazar mi alma, la tuya o la de aquel…
“El asesino arrepentido” parece un cuento de terror del siglo XIX…
Totalmente,
habla sobre Edgar Allan Poe. Se me fue ocurriendo cuando estaba leyendo un
libro que compilaba varios cuentos de él, además de contar su vida. Por eso
dice que él bebe para encontrar la locura pero no se sabe si en realidad bebe
porque ya está loco. Eso me quedó grabado y así lo escribí.
¿El
disco dónde se puede escuchar?
El
disco salió en cd y se puede escuchar en todas las plataformas digitales
disponibles. En nuestro canal de YouTube tienen todos nuestros videos, incluyendo
algunos inéditos, y en Spotify nuestros dos discos y los singles.
Emiliano Acevedo
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