El
12 de noviembre de 1974, Queen editó
su tercer disco, y el primero realmente legendario: Sheer Heart Attack, una producción que
retomaba las muy buenas ideas insinuadas por el grupo en Queen II, elevando aún más el
listón.
Así,
comenzaba la era dorada de uno de los grupos más grandes de la historia del rock, que tendría su punto culminante
con la edición del siguiente álbum A
Night in the Opera (1975). En lo que respecta a Sheer Heart Attack, tenía todo lo que había que tener para
convertirse en un disco histórico: por un lado, la típica impronta pretenciosa
de los primeros tiempos del grupo; así como la perfección rock - pop de sus siguientes
producciones.
Curiosamente,
la génesis del complejo proceso de grabación de esta obra fue casi una
consecuencia accidental de que Queen pudiera tomarse bastante tiempo
para grabar su nuevo disco, entre julio y septiembre de 1974 en cuatro estudios
diferentes de Inglaterra y Gales -tan sólo ocho meses después del lanzamiento
de Queen II- debido a que Brian
May había tenido hepatitis, y esto había obligado a la banda a cancelar
giras y conciertos por largo rato. De esta forma, tuvieron –por primera vez-
tiempo de sobra para concentrarse en la tarea de componer. Quizás, por tal
motivo el disco resultante fue el primer disco clásico de Queen, ya que
incluía su primer hit norteamericano “Killer Queen” –cuyo single también picó en punta
en los rankings de Inglaterra- y el exitoso rock, típicamente setentoso, "Now I'm Here", que (en
su "go, go, go, Little
Queenie...") contenía una mínima referencia y homenaje al clásico
"Little Queenie", de Chuck Berry.
Sin
dudas, era un álbum ecléctico, que representó un cambio con respecto a los dos
primeros discos del grupo, porque mostraba una homogeneidad mucho mayor que sus
predecesores, algo que quizás pueda atribuirse a la forma errática en la que
habían sido grabados aquellos. De hecho,
Sheer
Heart Attack es una obra más orientada hacia al pop que los dos álbumes
anteriores del grupo, que tenían un
sonido más ampuloso, deudor del material más pesado de Led Zeppelin.
Por
otro lado, también contenía una icónica tapa hecha por Mick Rock, el fotógrafo de quien se decía que había sabido capturar
el espíritu glam del rock de los setenta, en especial en sus trabajos con David Bowie de modelo. Para conseguir
el estrambótico aspecto de los miembros del grupo que se ve en la imagen, les
untaron la piel con vaselina y luego los rociaron con agua. El resultado fue el esperado, ya que la tapa
de Sheer
Heart Attack es tan llamativa como memorable.
El tema inicial del álbum es “Brighton Rock”, que enseguida se convirtió en uno de los habituales números en vivo de la banda. De hecho, pronto se alargaría su duración para incluir un solo de guitarra ampliado que Brian May tocaba justo en la mitad del repertorio previsto en cada uno de los conciertos del grupo. Cuando el resto de la banda abandonaba el escenario dejando solo a May con su guitarra Red Special, quien, con la ayuda de los múltiples efectos de los pedales, más el juego de las parrillas de luces de la escenografía, deslumbraba durante largo rato al público. Otro de los buenos temas de este disco era "Stone Cold Crazy", un viejo rock de Freddie, de finales de los años sesenta, luego replanteado por Queen para su propio espectáculo. Increíblemente, –muchos años después- este potente rock le haría ganar un Grammy a Metallica, en la categoría “mejor cover”, luego de ser incluido en la colección Garage Inc., de 1999.
Sin
embargo, este disco no contenía solo fuerte rock n' roll, ya que algunos de sus
mejores momentos estaban conformados por la inclusión de las baladas "Dear
Friends" y "Lily of the Valley”, éste último un tema cuya letra
contiene referencias al “mensajero de los siete mares” y al “rey de Rhye”; mientras que "Flick of the Wrist" o
el llamativo "Tenement Funster" (del baterista Roger Taylor) constituían otros dos ejemplos del lado más visceral
del grupo. "She Makes Me (Stormtrooper in Stilettoes)" parecía pop
casi progresivo y confirmaba que Brian May, además de ser un
excelente guitarrista, era muy buen compositor.
También
en este disco Queen se dio el lujo de incursionar en ritmos poco
frecuentados por otros grupos contemporáneos: sonidos caribeños en
"Misfire" (el primer tema compuesto por el bajista John Deacon para Queen) y resonancias nostálgicas
–y en clave de ragtime- en "Bring Back That Leroy Brown", en donde Brian May tocaba un ukelele-banjo.
Sheer
Heart Attack también incluía "In the Lap of the
Gods", un tema dividido en dos partes, claramente diferenciadas: La primera, muy alocada y con un comienzo sobrecogedor, en donde las armonías
vocales del grupo son aceleradas hasta el paroxismo, haciéndole reverencia a
las querencias progresivas, tan en boga por aquellos años. Este estilo luego
influenciaría el sonido de Utopia, la banda liderada por Todd
Rundgren, especialmente en la imaginería del Antiguo Egipto de Ra (1977),
el tercer álbum de este grupo norteamericano. Nada que ver con la segunda parte de
esta mini suite de Queen, en donde “In the Lap of the Gods… revisited” se
convertía en uno de los himnos clásicos del grupo, interpretado en varias épocas de
sus shows, y cantado al unísono por el coro masivo de su público, quienes con emoción
acompañaban al incomparable Freddie Mercury…
Nacho
Melgarejo
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