De esta forma, volvemos el tiempo atrás, hasta hace más de cuatro décadas, para reencontrarnos con Charly en uno de sus mejores momentos, previo al inicio de las presentaciones en vivo del álbum Yendo de la cama al living. Aquí la nota completa.
Aaahhh... las noches del Buenos Aires de posguerra con sus claves secretas... el rock-rock-rock en este tibio destape primaveral... esas chicas de satén y largas melenas enruladas... teléfono... pocos privilegiados pueden acceder a ese jet-set donde todos-nos-conocemos-las-caras... luz azulada, bebida, bebida y la música subiendo cada vez más fuerte, proyectándose y elevándoteeeeee...
LOS ABUELOS DE LA NADA O A BAILAR QUE SE ACABA EL MUNDO
Todo comenzó la noche anterior. Es lunes, la ciudad se acuesta temprano. Pero los que están lo saben... Freedom Bar. Allí en Palermo, frente al zoo... Bajas la escalera y te encontrás con lo más granado de la aristocracia rockera. . Es una conferencia de prensa muy especial... Se presenta el nuevo LP de los Abuelos de la Nada. Ya sabes cómo es... música divertida en la Argentina quiero-olvidar-las-pálidas... radiofónico... reggae, brisas del trópico. El caribe sonando en Palermo... 'tristeza de la ciudad, por favor no vuelvas'... juventud dorada, los nuevos frutos de Occidente. Todo el mundo sabe que el LP fue producido por... Charly García... eso da prestigio, amigo. Está allí, sentado en una mesa alta junto a Amílcar Gilabert, su técnico de grabación. Hay una constante peregrinación hacia el altar... saludos, besos perfumados, miradas eléctricas... una pleitesía psicodélica. Daniel Grinbank, el Bill Graham argentino, cobijó a los abuelos bajo su ya poderoso sello independiente... está allí, para asegurarse que todo salga bien. Los aceitados hilos de la producción marchan en manos de gente joven... que conoce el negocio... ellos también son rock... igual que nosotros, los periodistas... tenemos un lugar asegurado al lado de los... privilegiados. ¿Cuándo alguna de las grabadoras tradicionales iba a organizar una conferencia de prensa como ésta?... el desfile surrealista de la beautiful people... está allí Renata Schussheim... y... Guillermo Nimo.
Miguel
Abuelo sube al tablado y hace un
discurso de presentación magnífico, delirante... partículas de locura, fibra
poética pura que enrarece el aire... Bazterrica
dice 'cuando conocí a Miguel Abuelo me encontré con poesía viva'... y además.
Charly, allí en discreto segundo plano... agradeciendo sin darle mayor importancia
al asunto. Total todos saben que él fue-quien-posibilitó-esto.
Fin del papo y se desata el baile. Intensidad
frenética... mucha onda... se agotaron 100 litros de cerveza... 70 botellas de
champagne... 10 de whisky... amigo, a esa altura sólo puedes aplaudir y
sacudirte... dejarte empujar, rebotar suavemente en ese remolino de seda y
piernas bien torneadas... es demasiado, 'la alegría no es sólo brasilera'...
pero en Buenos Aires ni las estructuras están construidas para contener
semejante estallido... así que estás allí, bailando y, creo que fue ese último
whisky que mezclé con el champagne... pero el suelo comienza a ceder bajo tus
pies... todo el escenario de Freedom tiembla y se resquebraja, se cae entre un
infierno de gritos y ruidos de madera que se quiebra... apocalypsis, nunca creí
que viviría para verlo... el mundo se acaba... bouuummmmmm!!!!!!!!.
La cita era para almorzar en su casa. Barrio Norte, bello día soleado en esta primavera indecisa... pero aún pesa la resaca de anoche... los ojos se niegan a terminar de abrirse... Coronel Díaz se te confunde con alguna calle de Río, sin la presión y las bocinas del centro... chicos en ropa de gimnasia van a comprar cerveza... esto es otro clima... liberado. Gente que ha viajado y conoce... todo es más leve, con menos prejuicios... gente como uno. Baja hasta la puerta de calle a ver si llegué... 'el portero eléctrico no funciona' (paciencia, esas cosas pasan hasta en Barrio Norte). Indumentaria Costa Oeste... el suave desaliño de los que pueden. Zapatillas blancas, jeans y T-Shirt The Police. Ghost in the Machine... negra, con esos extraños signos digitales en rojo... el arte del mundo moderno... qué te creías, también llegó aquí.
Estamos en el escenario de De la cama al living. Curvaturas diluidas y relajantes, espacios
amplios... colores claros... ventanas amplias filtran la tenue luz del día...
apenas si alguno que otro adorno... Jimi
Hendrix besando un picaflor... un living que se extiendeeeee...
'Dormí una hora', señal que la fiesta siguió en
algún otro lado. Ada, la mucama, sirve la comida. Charly hace pocos días que
volvió de Búzios pero 'Zoca se quedó en Río, queremos comprar un departamento
allí'. El teléfono suena, suena y suena... 'me voy a tener que comprar un contestador,
como León'.
Termina la comida y empiezan las preguntas. A las 3
es el ensayo, no tenemos mucho tiempo. El nuevo LP hay que presentarlo en vivo,
y eso requiere poner a punto una banda. Y si tu nombre es Charly García, más
vale que tu banda sea la mejor, porque si no... el rock también es trabajo
duro, o qué pensabas... feroz competencia detrás de los abrazos... amigo, no
podes dar pasos en falso si querés seguir siendo el número UNO.
¿Lo que estás haciendo ahora significa el comienzo de tu carrera como solista?
Sí, es eso. Me aburrí de los grupos. Para mí la
idea de un grupo es cuatro pibes de barrio que se juntan y triunfan. Cuando ya
tenés todo un pasado, cada vez te resulta más difícil compartir tus puntos de
vista del mundo y de la música. Además lo que estoy buscando es estar más
libre, ágil para poder moverme en cualquier dirección. Sin hacerme responsable
por cosas de otros, ni tampoco tener que cortarle el mambo a nadie. Creo que
voy a seguir así. Lo ves más por el lado de ir eligiendo músicos acompañantes.
Ahora tengo una linda bandita. Con Willy Iturri (ex-Porchetto), Cachorro López,
Gustavo Bazterrica y Andrés Calamaro
(Abuelos). Suena como si fuera un grupo, porque ya grabé el LP y lo único que
tenemos que hacer es sacar los temas También estamos tocando un par de temas de
la Máquina con nuevos arreglos, como
el “Hipercandombe”. Lo que también me gusta de esta nueva etapa es que tengo
para elegir temas de 15 LPs. Como hace Dylan,
que agarra un tema reviejo, le da un lavaje de cara y sale. Es algo que siempre
tuve ganas de hacer, hay temas de la Máquina o de Sui que me gustaría tocarlos de nuevo y bien, porque creo que en
algunos casos no quedaron del todo plasmados.
De nuevo el teléfono... 'me gustan las Bay Biscuit' fue todo el comentario...
Tenés la oportunidad de resumir tu trayectoria, en
Serú Girán sólo podías tocar temas del grupo.
Serú Girán estaba bien así, pero cuando estás sólo salen muchas más cosas del pasado y del futuro, tenés otro tipo de conciencia. Cuando te metes en un grupo y le va bien, y estás constantemente grabando y haciendo giras, un poco la realidad exterior se empieza a borrar, y tu realidad de adentro también. Formás parte de una especie de equipo de fútbol, con concentraciones y esas cosas. Una de las mejores cosas que me pasaron después de Serú, fue poder estar sin depender de nada. Empezás a salir de nuevo a la calle, ver qué le pasa a la gente. Si no creas una realidad aparte, como diría nuestro buen amigo Don Juan. También es lindo, pero lo que estoy proyectando como vida es tener etapas haciendo eso y después parar y hacer otras cosas. No quiero estar todo el tiempo en el escenario, por ahí quiero hacer una película, o escribir un libro.
La forma de vida rock es algo desgastante.
Te gasta, pero para mí es imprescindible Estando en
el paraíso, si no hay una guitarra eléctrica o alguien tocando rock, no podría
sobrevivir. La vida rock, tocar, las giras, es algo básico para mí, como comer.
Hace poco estaba leyendo un reportaje a Caetano
y decía que componía en las giras. Y a veces lees un reportaje a los Beatles o los Rolling y dicen lo mismo. Es ridículo, porque por ahí te vas a un
lugar paradisíaco y no te sale nada. Esa onda de presión te pone alerta, te da
mucha polenta. Pero a mí me gusta variar, y necesito estar un tiempo en un
lugar donde no tenga que esconderme, o hacer esto o lo otro. ¿Eso es lo que te
está pasando ahora? Ahora cuando volví de Búzios, me shockeó bastante. No
solamente porque me pasan por la tele y esas cosas, sino por cómo estamos acá.
Cuando salís afuera te das cuenta que es muy denso lo que está pasando. También
es muy bueno, porque hay una onda de salir para afuera, de crear. Pero a la vez
yo soy una especie de foco de atención constante. Antes era en cierto ambiente,
pero ahora eso se extendió. Tenés que estar todo el tiempo hablando con gente
que por ahí es buenísima pero no tiene nada que ver con vos, yo tengo un estilo
de vida algo diferente al del tipo de la calle. Y tampoco quiero defraudar a
nadie o hacerme la estrella, ni poner barreras entre la gente y yo, porque
bastante fama tengo. A veces me encaran agresivamente y eso me jode, porque
aunque no lo parezca soy un tipo sensible. Así que cuando me siento saturado me
voy. Pero eso me pasa después de mucho tiempo, porque en realidad me encanta
caminar por Buenos Aires y sentir que es mi casa, que Caballito es el living y
Barrio Norte la cama.
¿Te gustaría tocar también en Brasil?
Puede ser, lo que pasa es que si toco en Brasil me
volvería famoso y después tendría que irme a otro lugar a descansar.
¿Pensás reducir las presentaciones en vivo?
En este momento lo que más anhelo es tocar en vivo.
Lo que pasa es que no quiero volver a hacer mil clubes y ciudadecitas del
interior, todo ese laburo hormiga. No porque no me parezca bárbaro, pero ya
estoy medio podrido de hacerlo todos los años. Me gustaría dar una especie de
salto, salir de este lugar. No irse, sino llevar la música argentina a otro
lado. Ya se está saliendo, de a poquito Latinoamérica se está copando. Creo que
los músicos necesitamos un incentivo. Y sobre todo, necesitamos tener un poco
de miedo antes de salir a escena, es algo que te llena de polenta. Acá también
me pongo nervioso, y si no lo estoy busco una excusa para estarlo. Necesito
crear una especie de ambiente caótico, porque tocar es eso. Si ves al tipo que
está en la cuerda floja y abajo tiene la red, ya no va. Es mejor saber que si
cae se hace de goma. Una de las cosas que más me gustan en los conciertos son
los errores espantosos, y ver cómo el grupo resurge y sube, todo ese riesgo.
Ahora con el grupo nuevo me estoy dedicando mucho a
tocar la guitarra eléctrica, casi no va a haber sintetizadores. Es una onda Rolling Stones, yo hago de Ron Wood. Voy a concentrarme en cantar,
no sé si me va a salir bien, porque tampoco quiero hacer una mano Roque Narvaja. Quiero bailar, hacer
algo visual, me parece que tengo pasta para eso. Ahí viene lo que te decía del
cambio, creo que si todo es muy fácil y está demasiado bien, por más elevada
que sea la música llega un momento en que la gente se duerme. El problema de
los instrumentistas es que se basan demasiado en su instrumento, y a mí me
pasaba con el piano. Además ya desde la época de los Byrds me fascina la guitarra eléctrica, yo quería ser Roger McGuinn, con esa Rickenbaker de
12 cuerdas. Sobre todo porque te da una presencia en el escenario, podes estar
al lado de la gente. Yo siempre estaba en el escenario mirando al baterista,
quiero olvidarme de los botones y hacer como Dylan, una especie de bailarín y payaso. Vamos a ver cómo me sale,
por ahí es un bochorno.
Es muy posible. ¿Cómo ves la experiencia de Serú Girán?
Fue el grupo que más me gustó de todos los que hubo
acá, aunque quizá sólo dimos un diez por ciento de lo que podíamos haber dado.
Tal vez si empezáramos ahora y nos mostraran el final, hubiéramos tenido otra
actitud. Siempre es lo mismo, cuando ya pasó lo empezás a querer más.
Sentís que la experiencia no se agotó, porque en los otros grupos siempre eras vos el que los daba por terminados.
Claro, acá fue el revés, me dijeron chau. Pedro dijo 'me voy', y cuando toma una
determinación no hay forma de convencerlo. David
lo miró y dijo 'ya sabía que ibas a decir eso'. Y yo en cierta forma también lo
sabía. Esos conciertos del Coliseo fueron lo más que se vio, por lo menos para
mí. Era un verdadero grupo, vos veías que cada uno aportaba lo suyo. Una
experiencia humana muy fuerte. Pienso que tal vez nos encontremos alguna vez,
pero para hacer un disco o algo así. no para hacer los ídolos vuelven viejos y
gordos.
Hay un fenómeno muy fuerte con Sui Generis en Latinoamérica.
No sé si es tan fuerte, digamos que lo conocen. No
quiero que el lector se haga, una idea de que estamos copando todo. Nos estamos
permitiendo brillar un poquito. Pienso que estuvimos mucho tiempo pidiendo
disculpas todos nosotros, el público y los artistas. Y es hora de que las cosas
sean como tienen que ser, porque el nivel que hay acá en otros lados no existe.
Por lo menos a nivel moderno, de mundo moderno. Me gustan las quenas, el
charango y toda esa mano, pero lo que a mí me gusta es escuchar guitarras
eléctricas y cosas raras, y letras como las de los Beatles, tipo “Strawberry
Fields”. Eso es lo mío, cada vez me doy más cuenta: la libertad total en la
música. Música que dé mambo. En realidad lo que estoy tratando de hacer ahora
es eso. Que la gente vaya a un concierto y sienta como si tomara drogas, o algo
así. Que te altere la percepción del espacio y del tiempo, todas esas boludeces
hippies pero en un contexto moderno, sin drogas. La gente ahora no toma drogas
para ir a un concierto, y yo creo que la música puede elevar. No esa cosa de
energía de romper todo, sino sentir que empezás a despegar un poquito. El otro
día estaba escuchando con auriculares “Yendo de la cama al living” y en un
momento sentí como que estaba en medio de un sueño, que me gustaba sin saber
muy bien por qué. Eso es lo que quiero: descaretizar, hacer una música
descaretizante. Que se pueda bailar, que te dé ganas de estar con mujeres, de
correr, de hacer cosas raras.
¿Eso es lo que te gusta?
Me subo a mi Lamborghini, agarro Avenida del
Libertador, marco cuatro, tomo un Sinsano, me convierto en Charly Gancia y
salgo a hacer propaganda política por los barrios. Ese es mi pasatiempo
favorito.
Era la señal para dar por finalizada la primera parte de la entrevista. Semejante arranque paranoico-crítico no admitía ninguna continuación. Pero el día recién comienza. 'Calamaro quedó en pasar por aquí para ir al ensayo. Podríamos ir bajando, igual la podemos seguir allá'.
El lugar de ensayo es Phonalex, los estudios de grabación de Laboratorios Alex. 'Es un lugar muy divertido, está toda la historia del cine argentino', me instruye con tono doctoral. 'Todas las de Lolita Torres Más Pobre Que Una Laucha, con Pepe Arias. Buenísimo. Me parece un gran actor Pepe Arias'.
Pero antes de salir, una última pregunta. ¿Qué me podés decir del LP?
Lo que te puedo decir es esto: chicos, consigan uno, aunque sea prestado. Pónganse auriculares, o walkman, escúchenlo bien fuerte y chau. Eso es todo. Y si puedo dar una recomendación, para los más fanáticos, escuchen primero el de Pubis. Existe un orden, no están así porque sí. Tiene que ver con la película y también con toda una onda de sonido. Aunque creo que nadie soportaría escuchar los dos LPs seguidos.
Es demasiado
Entonces recomiendo el de Pubis para comer, por ejemplo. Para invitar a los amigos y charlar
encima, de fondo. Para andar en auto, los que tienen. Yo no tengo un auto, así
que lo escucho caminando.
Psssssss. ¡taxi!... locas coincidencias de una tarde de sol... justo que estamos por parar un taxi llega Andrés, así que no tenemos más que subir y seguir viaje. Un taxi muy especial... el taxista 'no me chupo el dedo, ya sé con quién estoy' es un ex-rockero con puntos de vista muy particulares.. no le gusta Miguel Abuelo, habla pestes de Zas... sigue prendido en la vieja polémica Rolling vs. Beatles... dice que Bill Wyman es el arreglador de los Stones... 'hace años que no voy a recitales, pero iba a los festivales Barock, ahí estaba el buen rock nacional'. Señores, con ustedes: 'Taxi-Driver' la materia prima que nutre las canciones de nuestro héroe. Escenografía: ruido de escapes y bocinas en el trayecto de Barrio Norte a Belgrano.
Taxista: pero ya vamos a tener buena música. Cuando se
estudie música, cuando se hagan las cosas bien.
Charly: ¿te parece que hay que estudiar música todavía? El
rock nacional no necesita estudiar. Necesita reviente, prostitución y vicio.
Eso es lo que necesita Músicos hay demasiados.
Taxista: sin embargo yo insisto que estudiar música no es
ninguna cosa absurda.
Charly: pero a vos te gustan los Rolling que son más
cuadrados que una baldosa. Y ninguno estudió nada.
Taxista: claro, pero hoy en día me gusta Keith Jarrett.
Charly: está bien, pero eso no es el rock, eso es Keith
Jarrett
Andrés: aparte es difícil que coincida que uno tenga
talento, locura, reviente y encima estudie mucha música, y no se le pudra la
cabeza.
Yo (conciliador): no depende del estudio sino del
talento. Hay tipos que son capos y se estudiaron todo y otros que matan y nunca
estudiaron nada.
Taxista: yo no soy músico, conozco mis limitaciones. Pero
aprendí a tocar viola de pibe, y para sacar una escala tardaba un año. Sin
embargo vas a un profesor y te la pasa, y vos te podés pasar ese año aplicando
esa escala en vez de estar buscándola.
Charly: pero por ahí buscando esa escala encontrás la
tuya.
Taxista: pero tu firma no te la va a poder quitar nadie,
tengas o no tengas diploma.
Charly: hay que ver, a cada uno le va como le va.
Andrés: pero bien que vos tenés tu diploma.
Yo: ¿de profesor de piano?
Charly: sí, me recibí a los 12 años. La verdad que me
sirvió un toco.
Taxista: ahí tenés. ¿Es absurdo estudiar música?
Charly: no, es buenísimo. Yo me recopaba de pendejo
estudiando música. Ahora no te agarro un libro ni que me mates.
Andrés: yo tendría que aprender un poco de armonía.
Aprendí un poco con un profesor de jazz.
Charly: hay que estudiar armonía clásica también. El jazz
es medio hinchapelotas, ponen mil notas al pedo.
Yo: y vos ¿Qué tipo de armonía usás?
Charly: yo uso armonía hortal.
Nuevamente, era la señal para pasar a otra cosa. Desfilan algunos recuerdos del rock nacional... el tachero habla de Edelmiro... Alma y Vida... Kubero Díaz... este último provoca ovaciones de todos los presentes (incluyéndome) y el comentario de Charly: 'es una especie de mago que pasó por acá y nunca más se lo vio. Demasiado'. Eso sirve para limar asperezas. Llegamos al estudio en un tranquilo clima de comprensión y armonía... Charly ya tiene un personaje más para sus temas... el tachero tema de conversación para los próximos seis meses...
¿a que no sabes a quién levanté hoy?...
Llegamos... deslizándose entre pasillos laberínticos, repletos de miradas con corbata... ya están allí Willy, Gustavo y Cachorro... impacientes, entusiastas... con el aspecto y el speed de sesionistas de Los Ángeles... dedos ágiles que se deslizan sobre los instrumentos... ellos también han viajado... conocen su oficio... ya está, marcamos cuatro y salimos... todo listo, no hay pérdidas de tiempo armando o enchufando... lejos quedaron los tiempos del garage... los temas salen rápido... el sonido de un nuevo grupo va cobrando forma... ráfagas de los Abuelos. Serú. La Máquina... todo con un ropaje muy... moderno. Charly dirige sin ordenar, repartiendo su atención en varias direcciones... casi sin darnos cuenta va pasando el tiempo... sonido arreglos, notas, acordes... ¿será verdad?.. '¿Qué hace toda esa gente ahí?'... nos damos vuelta hacia el vidrio que separa el estudio de la consola y aparece una escena rescatada de algún oscuro sueño de Buñuel.. 15, 20 hombres con sus trajes oscuros, sus corbatas y portafolios y sus poses glaciales observando detrás del vidrio... rockeros,los nuevos cristianos de circo romano... 'soy un foco de atención permanente'... comprendo. Charly. Comprendo.
Break, vamos a tomar algo en el bar del estudio. La
charla recae inevitablemente sobre el grupo y sus próximas actividades.
Escenografía: ruido de vasos, botellas y máquinas de café.
¿Cuándo van a tocar?
Tocamos en Octubre en Uruguay, vamos 15 días a
Chile, y después hacemos las principales ciudades del Interior: Córdoba,
Mendoza, Rosario. A fin de año íbamos a tocar en el Coliseo, pero creo que se
agrandó el proyecto. No hay nada seguro, pero la idea es hacer un estadio
gigante, tal vez Vélez.
Querés ir probando la banda, antes de presentarte en Buenos Aires.
Sí, es eso. Yo quería el Coliseo, porque ahí sé que
puedo tocar música realmente, en un estadio no sé. Lo que pasa es que el disco
ya salió y la gente lo conoce, es más fácil que presentar un LP nuevo. Después
de eso es como que cierro un ciclo, y veo qué pasa.
Volvemos al LP. Me parece que hay muchas cosas dichas directamente, pero muchas más quedan sugeridas. Palabras, frases que se pierden en la mezcla...
Sí. je, je. Es verdad. Hay muchas cosas habladas,
me gusta hablar y tocar música al mismo tiempo. Cosas que decía mientras iba
tocando y finalmente quedaron. Porque muchas de las cosas son primeras tomas,
espontáneas. Por ejemplo cuando vino Ricardo
Gómez, lo invité a grabar y él dice que 'todo es una mentira', de su propio
cuño. También Luis Alberto dice muchas
cosas. En vez de hacer cling con la viola decís una palabrita, y estás
sugiriendo mucho. Además da un clima más humano, verdadero.
¿Cómo fue el asunto con Ricardo Gómez?
Yo me pasé 4 meses en los estudios. Primero mezclé No llores por mí, Argentina. Casi pegado
empecé a hacer Pubis, después hice el
LP de los Abuelos de la Nada, y después el mío. Cuando terminé me fui a Brasil
a buscar a Zoca y dejé la ficha técnica hecha, y cuando volví me encontré con
esa novedad. Esa gente se porta muy mal conmigo. Veo un disco producido por Oscar López que sale en mi ex-sello,
que se llama Lo mejor de Charly García
y tiene temas de David, cualquier cosa. Y además con una tapa parecida al mío.
Lo que pasa es que se están hundiendo, entonces apelan a los subterfugios más
bajos. A mí no me importa, porque ponen publicidad en televisión, y me inflan
un poco. También Microfón sacó otra recopilación con temas de la época de Sui,
así que ahora tengo publicidad en los 4 canales. Por otro lado ¿quién se lo va
a comprar? Solamente algún despistado.
Hablando de eso. ¿cómo te metiste en la producción independiente, y a hacer tu propio sello con Daniel Grinbank?
A partir de mi espíritu romántico, y de no soportar
más a mucha gente. No poder ir a una oficina a discutir nada con gente que se
maneja con un bajo astral increíble. Yo sabía que mal no me iba a ir, porque de
última termino tocando con un pianito en un boliche. Yo quiero hacer lo que
quiero. Si lo puedo hacer en escala gigante mejor, si no, lo haré como pueda.
Además, te dio buenos resultados. Ganás más plata, vendés más discos...
Sí, y a todos les va igual. A Nito, a Spinetta. A León también le iría mejor si se hiciera
independiente.
Robert Fripp dice más o menos lo mismo en sus escritos. La vuelta a la unidad más pequeña, planteado casi como una táctica política.
Sí, coincido bastante con él. Se precisa una unidad
móvil que se desplace rápidamente, como dice Fripp. Una especie de anguila
eléctrica que pueda entrar y salir por todos los agujeros y no sea un mamut
inoperante.
¿La frase de Townshend que incluíste en la tapa la sacaste del Expreso?
Sí, la leí justo la noche antes de irme a Brasil, y
decidí incluirla. El último LP de él es buenísimo, además tiene unas partes
escritas impresionantes. Es toda una mano no uniformes, no jodan a la gente, no
echemos las culpas nuestras a los demás, basta. Por eso me alucina Townshend,
siento que estamos en algo parecido.
¿Todo esto tiene que ver con el hecho de que no vas a tocar en Barock?
Así es, no me siento identificado con los
organizadores. Además si me pienso presentar a fin de año en un estadio no
tiene sentido.
¿Cómo fue la relación con Spinetta?
Con Spinetta cada vez somos más amigos, lo cual me
complace mucho. Lo encontré en un bar y estaba con un casete del LP, se lo hice
escuchar y le dije que me gustaría que toque. Cuando estaba en un grupo no
podía hacer esas cosas. A partir de ahí empezamos a laburar en el estudio y fue
muy bueno, creo que es el músico que más me gusta de acá. Estamos muy copados,
pienso que también él sintió mi onda, y tiró mucho para adelante. Cuando me fui
a Brasil le presté el portaestudio y la computadora de ritmos, así que me
imagino que está preparando un LP nuevo.
Muy buenos los arreglos de Pedro en “Peluca Telefónica”.
Fue increíble, el mismo día que llegó de los
Estados Unidos, y yo me iba dos días después. Nos encontramos a las 9 de la
noche en el estudio con Pedro, Willy y Luis y empezamos a hacer el tema, a las
7 de la mañana comenzamos a grabarlo, hicimos dos tomas, y a las 10 nos fuimos
a dormir. A las 4 de la tarde volvimos, le pusimos la letra y lo cantamos.
¿Hicieron la letra entre los tres?
Sí, cada uno decía una taradez y se iba
enganchando.
¿Qué pasó con las voces que ibas a grabar en Brasil con gente como Caetano y Chico?
Tuve esa idea, me pareció bárbaro y la quería hacer enseguida, pero allí me encontré con un par de demoras y la cosa se hacía muy larga. Igual el disco está bien como quedó, tal vez sea para la próxima. Sigue siendo algo que me gustaría hacer.
Me gustó mucho “Inconsciente Colectivo”. ¿Es vieja?
Es de la época de Bicicleta. Y encontré una forma de hacerlo que me gustó. Tiene una
cosa eléctrica que se repite todo el tiempo, como una especie de mantra, y por
otro lado la melodía es casi folk. Mucha gente dice que es uno de los temas que
más le gusta.
¿Por qué se te ocurrió poner los dos discos juntos?
Pienso que la música de Pubis es una de las más lindas que me salió en mucho tiempo, y me
pareció que además era una música muy mía. Tenía que haber salido con la
película pero se atrasó un poco, y después pensé que era tonto sacarlo solo.
Poner los dos discos juntos era una forma de decir 'esto es lo que soy, tengo
el rock adentro pero también hay otras ondas'.
¿Cómo sentiste la ola de críticas que recibió la película?
Yo fui al estreno, y me di cuenta de todo lo que
pasaba. Pero creo que la crítica se fue de mambo, como siempre. Me parece una
buena película, y me identifico mucho con lo que dice. Es como que hay que
dejarse de joder, terminar con el cáncer que todos los argentinos tenemos
adentro. Además De la Torre me dio
una fuerza increíble. Me contó la película de una manera que yo la podía
entender, y se copó muchísimo con lo que hacía. Trabajamos muy unidos, por ahí
le mostraba un tema y él decía 'huí, ahora voy a filmar esto', cambiaba cosas
de la película en función de la música. Por eso también no puedo juzgar muy
objetivamente.
Aquí se produce la irrupción de la banda y se acabó la tranquilidad. Descarto la posibilidad de preguntar algo medianamente serio y me prendo en el despelote generalizado. 'Pregúntales algo a ellos', me dice Charly. Lo veo venir a Gustavo con una revista de fútbol bajo el brazo y le digo 'veamos lo que leen los músicos de Charly García '.
Gustavo: El Gráfico.
Es la lectura favorita del Art Ensemble de Chicago.
Aprovecho para hacer una pregunta que tiene que ver
con ellos.
¿Qué va a pasar con Los Abuelos de la Nada?
Charly: no sé. pregúntale a ellos. Yo hice el disco y armé
una banda para tocar. Va a seguir o no de acuerdo a lo que cada uno decida, por
eso no es un conjunto. Si los Abuelos en un momento tienen tanto laburo que
ellos no pueden tocar conmigo, contrataré a buenos músicos.
Va la misma pregunta para Cachorro, Andrés y Gustavo.
Cachorro: los Abuelos siguen al mango.
Andrés: ayer estuviste en la fiesta, y viste a los Abuelos
en toda su salud.
Cachorro: Charly es el productor artístico, así que tiene
mucho que ver. Además va a tocar con nosotros en el Coliseo.
Andrés: pienso que las dos cosas son perfectamente
compatibles.
Charly: yo estaba grabando y ellos andaban por ahí, me
gustó cómo tocaban y la onda que había. Me pareció que por lo menos al principio,
ahora que los Abuelos están empezando, no iba a interferir para nada.
Andrés: creo que Los Abuelos de la Nada y la banda de
Charly García van a durar diez años.
Cachorro: después los internan.
Yo: sí. ahora el mes que viene leemos 'se separan Los
Abuelos de la Nada'.
Andrés: dale Charly. Tocá “Canción para mi muerte”.
Yo: ¿pensás que hay un destape en Argentina?
Charly: sí. por lo menos nosotros estamos practicándolo.
Yo desde que voy tanto a Brasil, cambié.
Willy: sí. está más cariñoso.
Andrés: nosotros somos un producto típico del destape.
La cosa termina con Cachorro y Andrés cantando a
dúo “Alabama Song”. Jim Morrison se
revolvía en su tumba.
LAS NOCHECITAS DEL BARRIO NORTE...
Llega la estrella a su casa después de un día de fatigosa labor... 'Aunque no es un laburo tan desgraciado el que tengo ¿no? No se están tan mal haciendo música'... Mientras se fríen las milanesas voy al baño, lleno de espejos y lucecitas tipo camarín... ¿Ya venía así? Parece especial para vos... 'Fue una de las cosas que me decidieron a comprarlo. Eso y la trayectoria de la cama al living'... Mambeante, sinuossssssssa... El clima es apropiado para una charla tranquila Salvo por el... teléfono... teléfono... teléfono...
¿Te cuento una de Río? Íbamos con Zoca y unos amigos caminando tranquilamente, mirando el atardecer y hablando de música. De repente pasa un Volkswagen y un tipo asoma medio cuerpo por la ventanilla y me grita: ¡Ladrón de gallinas!
La pesadilla argentina te persigue…
Otra vez estaba comiendo en un restaurante de Río,
se me acerca un tipo y me dice '¿Qué haces comiendo? Vos tendrías que estar
componiendo'.
Es como el taxista, que te mandaba a estudiar…
Sí, es increíble las cosas que te dicen. Una vez
una chica me pregunta '¿Cómo, vos también caminas?' No podía creer que yo
caminaba por la calle.
¿Te parece que estás trasladando un poco del estilo de vida brasilero?
No, estoy haciendo un experimento, que consiste en
componer sin presión. Todo lo que hice ahora lo compuse bajo mucha presión. Se
separaba Serú Girán, no sabía qué hacer, después se desata la guerra, todo el
bajón. Hay cosas que son mías, pero muchos de los temas están muy influenciados
por el medio ambiente, hablan de eso. Y me gusta hacer temas en un estado más
puro; conectarte con lo que es, con lo que querés, no estar hablando todo el
tiempo de lo que no querés. Creo que va a salir bien, porque Brasil tiene una
onda mucho más relajada.
Te lo preguntaba porque Gilberto Gil decía algo bastante parecido, sobre lo de permitirnos brillar.
Sí. porque a la vez que hay una gran polenta, a un
nivel los latinoamericanos siempre nos sentimos inferiores. No te hablo de
tipos que se creen los reyes del mundo y son una zapatilla, sino de gente con
cierto espíritu crítico, conciencia, o como quieras llamarlo. Uno mira las
grandes obras y se siente agobiado, pero creo que acá se está inventando algo.
Lo que pasa es que tenemos papás muy fuertes, que todo el tiempo están
pidiéndonos cuentas de nuestros actos. Europa. Estados Unidos, los gobernantes,
la moral... Como en Instituciones,
sigue siendo lo mismo.
Justamente vos a través de tus distintos grupos siempre fuiste reflejando lo que iba pasando, creo que eso es lo que establece una continuidad en tu trayectoria como compositor.
Hay un montón de cosas que todavía no se pudieron
decir. Cuando vos haces una canción y decís algo que sabes que te puede
perjudicar al punto que no te dejen trabajar más, o te violenten, o te
desacrediten, con toda esa paranoia es muy poco lo que puede salir
naturalmente. Todo se pasa por el tamiz de la inteligencia para decir las cosas
de una manera menos ríspida. Pero el rock, la buena música, tiene que ser un
poco ríspido, agresivo. No en el sentido de hacer ruido sino en el de definir
una actitud.
¿Y a partir de eso cómo ves la música que se está produciendo acá?
Me gusta. Veo que va a salir algo, se ven cosas
buenas. Si nos vamos a comparar otra vez con Weather Report mejor olvidate, pero pienso que no hay que
compararse más con nadie. Porque en cuanto haces algo que se parece a lo de los
yanquis ellos ya hicieron otra, y siempre te quedás afuera. Pienso que lo que
se está haciendo acá es bueno, porque es internacional sin exagerar, y se le
está dando más importancia al mensaje, a la idea que se quiere transmitir que
al tocar solamente para mostrar lo bien que se toca.
¿Cómo fue hacer un disco prácticamente solo?
Fue buenísimo. Durante 6 meses hice una especie de
terapia de grabar todos los días, acá en casa. Y aprendí a cantar, por ejemplo.
Antes no me mandaba muy al frente, cantaba solamente para afinar y decir la
letra. Me parece que ahora la voz tiene un espacio. Además que por ahí estás en
tu casa a las 5 de la mañana, terminaste de hacer la letra y agarrás el
micrófono y lo cantas. Y esa vez generalmente es la mejor. Entonces después lo
que hago es ir al estudio e imitar lo que hice en mi casa. Y la otra cosa fue
que tomé conciencia de que se gasta mucha plata innecesariamente en los
estudios de grabación por no saber cómo manejarlos. Un día fui a los Estudios
del Jardín, que quedan aquí cerca, me gasté 60 palos y grabé Yendo de la cama al living. Y me encantó
cómo quedó, logré un sonido buenísimo. Lo bueno de aquí es que tenés que
aprender muchas cosas, y entonces te das cuenta que hay un montón de
estructuras totalmente ineficaces. Un músico tiene que aprender a conectarse
con el disco, que en definitiva es lo que está haciendo. Un disco es todo, es
mucho más que ir y grabar una canción. Los Beatles y toda esa gente no gastaban
miles de dólares, eran imaginativos, sabían cómo conseguir un sonido. Es el
caso de Pedro, la producción de su disco es muy buena, y está grabado con un
Teac de 8 canales. Yo en Pubis hice
más o menos lo mismo, daba todas las indicaciones. Tampoco era algo demasiado
científico, con el tiempo aprendes a manejar los botones, a colocar los
micrófonos para obtener el sonido que querés.
La última, plomísima e inevitable pregunta. ¿Se acabaron las reuniones de Sui Generis?
Puede ser que quede alguna colgada por ahí. En
realidad yo no tengo tanta paranoia como antes. Pienso que si se da hacerlo en
Chile lo haría, y bien. No como en Uruguay, que subí totalmente borracho y
paranoico. Como estoy soltero de grupo tengo menos trabas. Lo de Uruguay fue
bueno en cuanto al resultado. En cuanto a la actuación de Sui Generis, Nito
estuvo bien, pero yo fui un desastre. Salí a cantar “Confesiones de Invierno” y
a la tercera palabra me olvidé la letra. Por suerte la gente estaba tan
shockeada por lo que estaba pasando — había una cantidad de gente como nunca se
vio en Uruguay— que supo tender un manto de piedad. Después levantó, y el final
fue muy lindo. No habíamos ensayado, pasamos los temas en el hotel. Es que no
me copa la onda de salir con la guitarrita y hacer esos temas, para mí es
obsoleto. ¿De nuevo el teléfono?
Sí, de nuevo... reviso mi gastada cabeza buscando nuevas preguntas y se me ocurre que está todo dicho... al menos por ahora... 'menos mal, voy a ver si puedo descansar un poco'... pero no creo que lo consiga..., mientras nos despedimos escucho el teléfono que sigue sonando... sonando... SONANDO.
Claudio Kleiman
Fotos originales de la nota y tapa: Marcos López
Revista Expreso
Imaginario nº76 (noviembre de 1982)
Gracias por compartir esta entrevista. Siempre la quise leer!
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