A
comienzos de 2008, Elton John fue
invitado a participar del show televisivo de Elvis Costello. En esa oportunidad, al hacer un racconto acerca de
su trayectoria y experiencia vital, Elton habló sobre su amistad y admiración por
Leon Russell. En la nota, el
cantautor inglés contó lo mucho que lo ayudó Russell en sus primeras giras
norteamericanas y como lo había influenciado su estilo sureño en el piano, en
lo que respecta a su labor como compositor. Quien haya visto este programa no
se sorprendió entonces, cuando a fines de 2011, Elton se reunió con su ídolo para
realizar un álbum en dúo llamado The
Union. Un disco especial, de Elton John que cuenta con Russell como
invitado estelar.
Y
es que luego de su reverdecer artístico, que empezó en 2001 con la edición de Songs from the West Coast, y que continuó con el bello Peachtree Road (2004) y el setentoso The Captain and the Kid (2006); Elton estaba más que listo para
sumergirse a gusto en las raíces de la música sureña en este The Union. En esto influyó de manera
trascendente la presencia de Leon Russell.
Para
aquel desprevenido que no lo conozca es necesario decir que Leon Russell fue un
verdadero mito de la historia del rock. Cantante, multiinstrumentista,
arreglador, compositor, productor y ejecutivo, Russell tuvo sus dotes como amplio
conocedor del rock como arte y negocio. Detrás de su aspecto medieval, su larga
barba y melena blanca, se esconde un genio interminable. Había nacido en Lawton
(Oklahoma), el 2 de abril de 1942, y luego desarrolló su carrera en California.
Tocó con todos: desde Phil Spector,
que lo utilizó como sesionista en sus mejores discos, hasta con John Lennon; además de haber acompañado
a Joe Cocker, en 1970, como director
musical de recordada banda Mad Dogs and
Englishmen; y junto a George
Harrrison en su concierto benéfico para Bangladesh, en agosto de 1971.
Además creó su propio estudio de grabación, y dirigió dos compañías
discográficas (Shelter Records y Paradise). Tocó de todo y para todos,
del rock al blues, pasando por el soul, el country y el pop.
Conocedor
de tales pergaminos, era obvio que alguna vez Elton John lo iba a convocar a la
hora de realizar un disco tan en la veta del delta blues como fue The Union. En esta producción, la mayor
parte de las composiciones eran de la histórica dupla Taupin-John, con quienes colaboraba Russell. The Union fue también casi una vuelta de Leon Russell a las grandes
ligas. Si bien nunca se había retirado en su labor como músico, estaba claro
que su figura había disminuido, luego de sus históricas colaboraciones y discos
en los 70, hasta a los últimos años de fines de los 90, en los que terminó tocando
en pequeños clubs y estadios en Estados Unidos, sin poder salir de circuitos
dedicados a la nostalgia para aquellos viejos pioneros del rock.
Por
supuesto, estaba claro que The Union
evocaba el espíritu de los 70. De tal forma, era la continuación ideal para el
anterior álbum de Elton John, The Captain
and the Kid, el cual había sido diseñado como una secuela del clásico de
1975, Captain Fantastic and the Brown
Dirt Cowboy. Gracias a la labor del productor T-Bone Burnett, The Union
sumergía las líricas de un inglés hasta la medula, como Bernie Taupin, en las
oscuras aguas del Mississippi. Para esto, Burnett grabó en vivo a John y
Russell, tocando en forma magistral a cuatro manos en un dueto pianístico de
lujo, en el cual se turnaban tanto en canto como en los solos. Esta colaboración
relajada entre ambos músicos, funcionaba en forma natural, gracias a la
delicada producción de Burnett que (como en los viejos tiempos) no agregaba
ningún efecto sonoro al impresionismo de esta grabación análoga.
Quizá
no haya en The Union ningún hit inmediato,
ni canciones para cantar en la ducha; pero si había algo que no faltaba en esta
colección de 14 nuevas canciones era sutileza. Los tonos sonoros fueron
delicados, en una total e impecable interpretación hecha por dos viejos zorros
que se conocían los vicios de pe a pa, y con una banda acompañante que no
desentonaba en ningún momento.
Por
todo esto, The Union fue un álbum muy
disfrutable. Lamentablemente, nos quedamos con las ganas de una segunda parte
de esta colaboración, porque Leon Russell murió el 13 de noviembre de 2017. Por
supuesto, nos quedó para siempre la obra inmortal de este noble caballero
medieval del rock sureño. Sin dudas, un fuera de serie de los que ya no
abundan.
Nacho
Melgarejo
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