jueves, 24 de agosto de 2017

THE STRAWBS, Just a Collection of Antiques and Curios: Mucho más que un gabinete de curiosidades...



Just a Collection of Antiques and Curios, grabado en vivo en el Queen Elizabeth Hall de Londres, el 11 de julio de 1970, fue un hito, no solo por ser el primer disco de los Strawbs en ser editado en los Estados Unidos, sino también por lanzar a la consideración popular a uno de los más grandes músicos que haya dado el rock progresivo en su historia: Rick Wakeman, el brujo de los teclados.

Si bien aún nadie podía prever que Wakeman –hasta ese memento un joven y cotizado sesionista- se convertiría luego en una súper estrella del rock con peso propio, desde el vamos, este concierto fue muy promocionado, con bastante anterioridad a su realización, lo que originó que haya sido presenciado por buena parte del mundillo musical del Londres de la época, entre ellos Chris Squire y Jon Anderson, núcleo central de Yes, quienes se entusiasmaron mucho con el rubio tecladista. Y es que, desde su llegada, Rick Wakeman le brindado dado toda su magia interpretativa a Strabws, quienes hasta ahí no habían sido mucho más que una banda de folk, con influencias varias desde iban desde Bob Dylan hasta los Fairport Convention.

Por eso, sería recién en este disco en vivo, de impecable sonido para la época (producido por Tony Visconti), en donde el grupo terminaría de redondear su viraje estilístico, volviéndose –ahora sí- más interesante su propuesta musical, iniciando un lento viraje hacía el rock progresivo, pero sin abandonar sus raíces folk. Por lo pronto, en este show Wakeman se luce, especialmente, en una composición basada en un solo de piano, intitulada "Temperament for a Mind”. Y sería dicho tema el que lanzaría en forma casi masiva el nombre del joven tecladista –entonces, de sólo 21 años- a la consideración de la prensa musical inglesa, que terminarían calificando a Wakeman como un músico "prometedor”.  Sin embargo, Rick ya era bastante conocido –y requerido- dentro del mundo de la música, en base a sus actividades como sesionista. Por ejemplo, venía de tocar el mellotrón en el clásico "Space Oddity", en segundo álbum solista de David Bowie (1969), y este single sería el primer éxito del Duque Blanco.

Volviendo al disco en vivo, como aseverábamos antes, The Straws hace aquí un salto cualitativo, que va desde el “folk" (a secas) hasta el "folk-rock". El grupo aun tocaba –salvo Wakeman- con instrumentos acústicos, pero será, justamente, debido al suceso de este álbum que luego se endurecería el sonido de la banda, acercándolos más al rock; aunque Rick ya no sería de la partida.
Lo que sí podemos percibir a partir de “A Collection of Curios” es como el Strawbs más acústico de sus primeros discos empezaría lentamente a divagar en un estilo musical bastante más estridente. Esto se verá reflejado con creces en -su siguiente álbum en estudio- From the Witchwood, el último que contó con la participación de Wakeman. Curiosamente, sólo recién luego de la partida de Rick, la banda se tornaría mucho más progresiva, inaugurando una etapa que duraría hasta mediados de la década de los 70.

La edición remasterizada de Just a Collection of Antiques and Curios incluye también tres nuevos temas que no aparecían en la edición original. Seguramente, uno de los temas más destacados de este disco es el épico de nueve minutos "Where Is the Dream of Your Youth", en el que Wakeman modificó casi por completo la versión original de estudio. Otro de los temas incluidos recién en la versión remasterizada en CD es el soberbio "Vision of the Lady of the Lake", que incluía una destacada labor de Cousins y Wakeman. Mientras que en "We'll Meet Again", Cousins -quién tiene una voz parecida a la Ritchie Havens y/o (por momentos) Cat Stevens- canta mejor que nunca. El disco cierra con "Forever", un tema que incluye arreglos sobregrabados en estudio. Antes, podemos escuchar también uno de los mejores temas del álbum: la hermosa balada de Cousins "Song of a Sad Little Girl", una canción que el cantante le dedico a su hija víctima de la fiebre, en donde se puede apreciar una emotiva labor de Wakeman en piano.

En conclusión, podemos sintetizar que este Just a Collection of Antiques and Curios, a pesar de no ser un álbum 100 % de “rock sinfónico", es bastante interesante y tiene momentos muy atractivos y recomendables, entre ellos la impecable labor de John Ford al bajo durante todo el show.


Sin dudas, un muy buen disco en vivo, y mucho más que una mera “curiosidad”, sino un álbum que merece ser escuchado, aunque tan solo sea para apreciar los primeros pasos musicales y todo lo que podía plasmar dentro del acotado ámbito de una banda "folk", ese prodigio musical que se llama Rick Wakeman.

Emiliano Acevedo 

 

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