domingo, 27 de agosto de 2017

YES, Fly From Here: La revancha del "Yes-Buggles"



Diez años habían pasado desde Magnification (2001), el último álbum en estudio de Yes, y cuando muy pocos esperaban una nueva producción, el grupo sorprendió a sus fans con la publicación de Fly from Here, su vigésimo disco, a mediados de 2011. Un álbum muy bien elaborado y que contaba con la soberbia producción de Trevor Horn. Sí, era el regreso del famosísimo productor, ex cantante de Yes en el disco Drama (1980) –esa vez, en reemplazo de Jon Anderson-, que no colaboraba con el grupo desde Big Generator (1987), el álbum que siguió a esa otra producción de Horn que se convertiría en el disco más exitoso y controversial de toda la trayectoria de Yes: 90125, editado en 1983.

Un regreso inesperado, el de Horn, que se sumaba al de Geoff Downes en los teclados, como miembro full time del grupo. Sin dudas, era un cuasi regreso del “Yes-Buggles”, ese que conformó el dueto de Horn y Downes, junto a Steve Howe, Chris Squire y Alan White; en 1980, cuando se fueron Anderson y Wakeman. Estaba más que claro que los tiempos habían cambiado (y mucho) desde Drama, y ni que hablar desde 90125. Ya no reinaba ni el pop ni la new wave. Sin embargo, la formación que grabó Drama se merecía su propia “revancha”, y aquí la tenía, con la edición de este Fly from Here, que recogía buena parte del imaginario sonoro de aquella producción de 31 años atrás, que pretendió aggiornar el sonido progresivo de Yes a los años ochenta, inyectándole potencia y dinamismo. Claro, en 2011 la historia es bien diferente, y quedaba poco del pop vintage, sintetizado y electrónico de los Buggles de aquellos primeros ochenta, así como tampoco había casi lugar para el virtuosismo desbordado de Tales from Topographic Oceans (1973), el impresionante álbum doble de Yes, súmmum del rock sinfónico más pretencioso. Sin embargo, este Fly from Here sintetizaba algo de lo mejor de ambos mundos. 




Como dijimos, otra de las sorpresas que traía este álbum es la cuasi “reunión” de la formación que grabó Drama en 1980, ya que a la participación del mencionado Horn –que además de producir, hacía coros, tocaba algunos teclados y hasta hacía un cameo en el nuevo clip del grupo-, se sumaba la presencia del gran Steve Howe en guitarra, ese mastodonte del bajo llamado Chris Squire, Alan White en batería y la vuelta (luego de 30 años) de Geoff Downes en teclados. Otra vez no estaban ni Jon Anderson ni Rick Wakeman, distanciados del seno del grupo desde hacía más de seis años –aunque el hijo de Rick, Oliver Wakeman, sí participaba en un par de temas, componiendo y como tecladista auxiliar. El vocalista encargado de la difícil tarea de reemplazar a Anderson fue el canadiense Benoit Davis, quien cumplió una tarea solvente y digna, con su registro vocal parecido al de Jon, pero sin llegar a la parodia de la imitación. Lamentablemente, lo que sí faltó en Fly from Here fue esa tendencia hacia la polirritmia, que caracterizó históricamente al grupo, y el virtuosismo instrumental desbocado de otros tiempos (salvo en el instrumental “Bumpy Ride”). Aunque, quizás, en este caso, “menos sea más” y por eso este nuevo álbum se convertiría en uno de los mejores que Yes editó desde 1991 hasta la fecha.

Para empezar, su primera parte estaba compuesta por una larga suite –formada por cinco partes diferentes- llamada “Fly from Here”, un temazo que actualizaba la tradición prog del grupo al nuevo milenio, dándole una vuelta de tuerca al estilo, con una acertada mixtura de pasajes de románticas baladas y piezas electrónicas de espíritu folk. La historia de este largo tema fue muy curiosa y tenía su origen en 1980, en el mismo momento en que Horn y Downes entraron al grupo. Antes de unirse a Yes, ambos le acercaron a Squire, Howe y White un demo que habían compuesto para Buggles, intitulado "We Can Fly from Here". Ese demo, finalmente, se quedaría fuera de Drama, aunque sí formaría parte de la subsiguiente gira llevada a cabo por Yes, durante la segunda mitad de 1980. Luego de la separación del grupo en abril de 1981, Horn y Downes grabarían otro demo de "We Can Fly from Here", en esta oportunidad en forma de una suite de dos partes. Este segundo demo de la canción era uno de los principales candidatos para formar parte del segundo álbum de The Buggles: Adventures in Modern Life (1981), sin embargo, tampoco entraría en ese disco. Apenas sería un bonus track de la reedición de este álbum en 2010. Finalmente, ambos demos, más una tercera parte compuesta para la ocasión, se convertirían en la base de "We Can Fly", "Sad Night at the Airfield" “Bumpy Ride” y "Madman at the Screens"; las otras partes de esta larga suite de 25 minutos, que sería el núcleo de este nuevo disco de Yes.

La segunda parte de este álbum no estaba tan elaborada, pero igualmente era muy disfrutable. Ahí nos encontramos con “The Man You Always Wanted Me to Be”, una bonita canción compuesta y cantada por Squire. Luego llegaba "Life on a Film Set", otro tema corto, pero con una esencia cercana al espíritu de Drama, en especial por el sonido vintage de los sintetizadores de Downes. Esta canción también estaba basada en otro demo de Buggles llamado "Riding a Tide". Por su parte, “Hour of Need” era una muy linda balada compuesta por Howe. Justamente, uno de los momentos más destacados de Fly From Here fue “Solitaire”, un instrumental también compuesto, en forma magistral, por un inspiradísimo Steve en guitarra acústica. Este tema, sin dudas, estaba a la altura de las mejores performances acústicas de toda la carrera del guitarrista, lo que ya es mucho decir. Y así llegamos a “Into the Store”, un alegre tema “rápido” que nos hacía acordar -salvando las distancias- a ese magnífico “Tempus Fugit” que cerraba Drama


En resumen, los gloriosos dinosaurios sinfónicos estaban de vuelta. Incluso, con otra extraordinaria tapa dibujada por el legendario Roger Dean, que recreaba la esencia de Drama, mostrando otra escena de la fauna animal y vegetal incluida en aquella imaginaria futurista y despojada. Lamentablemente, esta buena racha no iba a durar…



Y es que la sinuosa trayectoria del grupo se aprestaba a escribir nuevos capitulo inesperados. Empezando por la expulsión de Benoit David, por “mediocre”, en especial debido a sus pobres desempeños sobre el escenario, luego de finalizar la gira europea en diciembre del 2011. No habían pasado ni seis meses de la edición de su último álbum de estudio y Yes se volvía a quedar sin cantante. Benoit David sería reemplazado por un “clon” de Jon Anderson: el joven cantante de Glass Hammer, Jon Davison, en febrero del 2012, embarcándose en otra gira por Estados Unidos y Japón.


En 2013 se publica el mediocre e inopinado disco Heaven and Earth, con la producción de Roy Thomas Baker, el último álbum de estudio con Chris Squire, quien falleció el 27 de junio de 2015. De esta forma Yes quedaba sin miembros originales en su formación, siendo, tras la muerte de Squire (quien también fuera el dueño del nombre de la banda), Steve Howe el miembro más antiguo. Parecía el triste final del grupo, sin embargo no fue así. Posteriormente, en este 2017, por fin ingresan al Rock And Roll Hall of Fame, y siguen haciendo shows en vivo, ahora con el regreso del mutiinstrumentista Billy Sherwood, en bajo, reemplazando a Squire


¿Últimas imágenes del naufragio? Por ahora, Yes, uno de los últimos dinosaurios del rock sinfónico de los setenta que sigue en pie, se niega a morir… Esperamos nuevas noticias al respecto, para escribir más capítulos de esta saga rockera sinfo-progresiva.



Emiliano Acevedo 



1 comentario:

  1. Gran disco "Fly from here"!... A pesar de algunos ortodoxos... Cada vez que escucho el disco se me viene a la mente "Tormato" que en realidad es otra cosa pero...

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