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lunes, 19 de diciembre de 2016

The Freewheelin' Bob Dylan: El primer álbum clásico del inventor del folk-rock

El segundo álbum de Bob Dylan, The Freewheelin' Bob Dylan, se editó el 27 de mayo de 1963: tres días después de su cumpleaños número 22. Era una edad muy temprana para semejante éxito. Sin embargo, a partir este disco resultó evidente que la furia poética de las letras de Dylan y la persuasión de sus melodías empezarían a ser cruciales en la música joven, transformando para siempre la forma de escribir canciones en los Estados Unidos.

Antes de la edición de The Freewheelin´, Dylan era simplemente uno más entre los muchos cantantes folks que vagabundeaban por el bohemio barrio neoyorquino de Greenwich Village. Una de las razones fundamentales de tal éxito se debió a que once de las trece canciones incluidas en este segundo álbum eran composiciones originales de Bob, a diferencia de su primer álbum, que había contado con solo dos canciones propias. Además, The Freewheelin´ empezaba con “Blowin´in the Wind”, uno de los mayores himnos populares de los 60. Sin dudas, un golpe al mentón que dejaría una huella imborrable en la conciencia de la juventud rebelde, combativa e idealista de aquellos años.

Gran parte de este álbum de Dylan está inspirado en sus vivencias junto a Suze Rotolo (1943-2011), su novia de aquellos tiempos. Rotolo y Dylan tuvieron una relación breve pero muy intensa, entre 1961 y 1964, y ella se convertiría en su primera musa. Justamente, Rotolo era la mujer que aparece en la foto de la tapa del álbum, caminando abrazada con Dylan en la calle Jones, no muy lejos de su departamento. El propio Dylan describió la belleza de Suze, diciendo que tenía “una sonrisa que podía iluminar una calle llena de gente, además de ser una chica muy voluptuosa y seductora. Era como una estatua de Rodin viviente…”

Pero el atractivo de Suze no se terminaba en su sensualidad, ya que ella era una mujer de carácter muy fuerte y decidido, además de ser activista política desde los primeros años de su adolescencia. Sin dudas, la presencia de Rotolo –y su compromiso progresista político- terminarían influenciando decididamente los tópicos compositivos de Dylan en esos primeros años de su carrera. Una carrera que tiene como punto de partida “real” a este The Freewheelin´, que contendrá el núcleo de buena parte de sus más celebradas canciones de protesta, las que etiquetaran a Dylan de por vida, pero no podrán encadenarle. Y es que nadie había escrito mejores canciones sobre la guerra, el pacifismo, la segregación racial y la realidad social de una generación que buscaba esperanzas. Canciones trascendidas en himnos, aunque Dylan nunca impulsó el activismo radical, sino una respuesta artística (y no política) a las circunstancias sociales y vitales que lo rodeaban.

LAS CANCIONES:

"Blowin' in the Wind" es una de las creaciones más celebradas de toda la obra de Bob Dylan. Siempre fue descrita como una canción de protesta, ya que contiene una serie de preguntas retoricas acerca de la paz, la guerra y la libertad, sin hacer referencia a ningún evento especifico. Sin embargo, Dylan intentó restarle importancia como himno generacional, diciendo que “lo había escrito en tan solo diez minutos”. Lo que está claro es que Bob, en un quiebre decisivo con las convenciones del folk, en esta canción enmarcó las crisis que lo rodeaban mediante una serie de poéticas e insidiosas preguntas que daban cuenta de lo que Dylan consideraba que era lo más inhumano en el hombre: la indiferencia. Por supuesto, esta fue una de las canciones de Dylan que más versiones tuvo, ya que sería interpretada luego por artistas tan variados como el trio folk Paul, Peter & Mary; Stevie Wonder, el grupo Steel –en la banda sonora de Tango Feroz-, e incluso… ¡Sandro! (en una versión antológica, en 1966. Por favor chequear); por tan solo nombrar a unos pocos intérpretes de este tema inmortal. Incluso, el mismísimo León Gieco admitió que su tema “Hombres de hierro” era un plagio más o menos consciente de “Blowin´ in the Wind”. En fin, a confesión de partes…

"Girl from the North Country": Siempre hubo muchas especulaciones acerca de quién era la chica que inspiró la letra de este tema. Se dijo que se trataba de Echo Helstrom, una de las primeras novias de Dylan en su pueblo natal en Hibbing, a la que Dylan había conocido justo antes de partir hacia Nueva York; mientras que otros pensaban que se trataba en realidad de la mismísima Suze Rotolo o, incluso, de Bonnie Beecher, una chica con la que Dylan tuvo una relación mientras estuvo en la Universidad de Minnesota. Lo más probable es que la canción hable de Helstrom, a quien Dylan se refería melancólicamente en la letra: “Dale recuerdos a alguien que vive allí, ella una vez fue mi amor verdadero ". Más tarde, en 1969, Dylan la regrabó en el disco Nashville Skyline, interpretándola a dúo con Johnny Cash.

"Masters of War": Esta canción pacifista es una adaptación de “Nottamun Town”, una canción tradicional del folk norteamericano. Sin embargo, en 2001, Dylan dijo de “Masters of War”: "(Siempre) se supuso que era una canción pacifista contra la guerra. No es una canción contra la guerra. Es una canción en contra de lo que Eisenhower llamaba "Complejo industrial-militar" en su etapa final como Presidente. Ése ambiente estaba ahí, y yo lo capté".

"Down the Highway": En esta canción, compuesta a partir de un blues, Dylan hacía mención a su desesperación amorosa y de cuanto había extrañado a Suze Rotolo, una vez que ésta realizó un viaje a Perugia, Italia: “Mi nena me robó el corazón / Y lo puso en una valija / Señor, ella se lo llevó a Italia, Italia.”

"Bob Dylan's Blues": Empezaba con una parte hablada en donde Dylan describía los orígenes de la música folk de forma satírica: “Estas eran canciones que venían de ninguna parte…” Para luego terminar rematando el tema de forma sardónica y absurda, en una veta de humor mucho más compleja. Muchos años después, inspirado por esta canción, Syd Barrett –el excéntrico fundador de Pink Floyd- escribió un tema que también se llamaba “Bob Dylan Blues”. Barrett siempre estuvo muy fanatizado con la obra de Dylan, a quien reconocía como uno de sus mentores musicales.

"A Hard Rain's a-Gonna Fall": Aun cuesta creer que Dylan tenía solo 21 años cuando compuso esta canción que es una de la más complejas de toda su carrera. Por supuesto, “A Hard Rain´s…” ganaría fama cuando se produjo la Crisis de los Misiles de Cuba, que puso al mundo al borde de la Tercera Guerra Mundial, ya que muchos creyeron adivinar en la letra de la canción una referencia a la escalada bélica mundial de la Guerra Fría, ya que creían que la expresión “hard rain” (“lluvia torrencial”) significaba “lluvia (o ataque) nuclear”. Además, es posible, que la letra también se refiriera a las tempestades del fin del invierno o –más mundanamente- que tuviera que ver con las discusiones de Dylan con Suze Rotolo. De todas maneras, el significado que esconden los versos ha permanecido relevante a lo largo del tiempo al contener una visión más amplia en sus descripciones de la injusticia, el sufrimiento y la guerra.

"Don't Think Twice, It's All Right": Dylan le dedicó esta hermosa canción a Suze Rotolo, cuando ella estaba considerando seriamente en quedarse a vivir en forma indefinida en Italia. Sin dudas, la canción logró trascender el dolor del autor, convirtiéndose en un verdadero himno de la compasión y el entendimiento humano. Poniéndose en el lugar del otro, Dylan creo una canción agridulce que mixturaba ambiguamente dulzura y arrepentimiento.

"Bob Dylan's Dream" hablaba de la época en que Bob iba a visitar a su amigo, el cómico Hugh Romney, durante el verano de 1961. Años más tarde, el título de esta canción apareció en la antológica tapa del álbum de los Rolling Stones, Beggar´s Banquet, escrito en una pared sobre el retrete de un baño roñoso.

"Oxford Town" relataba, de forma sardónica, el caso de James Meredith, un joven negro que en 1962 se hizo famoso al convertirse en el primer estudiante, perteneciente a una minoría, en matricularse en la Universidad de Mississippi. Su inscripción, garantizada por la presidencia de John F. Kennedy, provocó disturbios en el campus de la universidad y, durante los actos de violencia, un sinnúmero de estudiantes resultaron heridos y dos fueron asesinados.

"Talkin' World War III Blues": Fue un tema compuesto por Dylan en forma “aleatoria”, casi improvisada, en el estilo típico de su ídolo, el pionero del folk Woody Guthrie. Este risueño formato le permitió a Bob referirse sardónicamente al tema de la aniquilación nuclear, casi cegándose de la risa…

"I Shall Be Free" fue la reescritura de "We Shall Be Free", un tema de Lead Belly, que antes había sido grabado por Guthrie. En su versión, Dylan dibuja una melodía a partir de la versión de Guthrie, regrabándola, aunque prefirió omitir parte del estribillo.

RECEPCIÓN:

Una vez editado, The Freewheelin' Bob Dylan fue un éxito instantáneo, vendiendo 10000 copias en su primer mes, hasta llegar a vender más de 1 millón de copias desde entonces (solo en EEUU). Además, temas como "Blowin' in the Wind", "Masters of War", "Girl from the North Country", "A Hard Rain's a-Gonna Fall" y "Don't Think Twice, It's All Right" han sido reconocidas como obras maestras de toda la historia del rock, manteniéndose hasta hoy en el repertorio de Dylan en sus shows en vivo. En resumen, un disco ideal para comenzar a conocer la obra de Bob Dylan.


E. A.


jueves, 1 de diciembre de 2016

UN DYLAN PARA EL NOBEL...

Todos sabemos que estos últimos días Bob Dylan fue noticia mundial. La Academia Sueca lo eligió como premio Nobel. Y los medios comenzaron a hablar de él, pero la sorpresa fue su inesperada respuesta. Dejó a más de uno sin palabras.

Primero sepamos, ¿Quién fue Nobel? Vale la pena aprenderlo.  Nobel, fue el apellido de Alfred. Él nació en Estocolmo, Suecia el 21 de octubre de 1833. Se destacó por ser un reconocido químico e ingeniero.  A partir del año 1901, comenzó a ganar fama, pero esta vez no por sus inventos, sino por los premios anuales que llevaban su nombre. ¿Y por qué?  Porque antes de morir, el 10 de diciembre de 1896, dejó testamentado que parte de la fortuna heredada por su propia inventiva, sea para premiar a los mejores exponentes de la Literatura, la Fisiología, la Medicina, la Física, la Química e incluso para los merecedores luchadores por la Paz. 

Ahora, veamos la historia de Bob. Su nombre real es Robert Allen Zimmerman. Nació el 24 de mayo de 1941 en Duluh, Minessota en el seno de una familia judía. El cantautor cultivó una larga trayectoria. Lo ameritan sus 500 canciones. Recorramos parte de su vida.   

En la zona rural, donde transitó la niñez y adolescencia, conoció la música tradicional americana de origen europeo. En 1959, ingresó a la Universidad de Minnesota. Y en los bares de la ciudad, se conectó con la música folk y las canciones de protesta. Pasaba largas horas tocando la guitarra y la armónica. En ese ambiente bohemio, descubrió al poeta y cuentista galés Dylan Thomas. Y decidió llevar utilizar su nombre como apellido. Al poco tiempo abandonó los estudios y se trasladó a Nueva York.

Allí comenzó a cantar en las de cafeterías de Greenwich Village, lugares concurridos por los fanáticos del folk. Grabó su primer disco en 1962, a través de Columbia Records. Dándose a conocer. Y conociendo a músicos como Pete Seeger; Peter; Paul and Mary o Joan Baez. Involucrándose en los acontecimientos que sucedían en la época, compuso  “Blowin' in the Wind”, considerada un himno contra la Guerra de Vietnam. Al igual que “A Hard Rain's Gonna Fall”, otros de sus temas renombrados de esta primera etapa de su carrera, perteneciente al disco The Freewheelin. En 1963  participó de la Marcha de Washington; organizada por Martin Luther King.

Las canciones demostraban una fuerte influencia literaria, de figuras como Arthur Rimbaud o William Blake, propia de una contracultura liderada por la Beat Generation, que tenía como exponentes a Allen Ginberg; Jack Kerouac; William Burroughs, que junto a otros escritores manifestaban expresiones literarias al mejor estilo post guerra. El ritmo tenía ese sello propio de folk inspirado en el músico Woody Guthrie.


En 1965 salió Highway 61 Revisited, que incluye el tema “Like a Rolling Stone”, en donde aparece un Dylan más rockero.  Al año siguiente ingresó a Europa por la puerta principal del Olympia de París, un importante teatro de la época, reconocido por su acústica.  Meses después sufrió un accidente en moto, volviendo a los escenarios luego de dos años de recuperación.

Y es ahí que el séptimo arte le abre los brazos con El precio del fracaso, película dirigida por Sidney J. Furie. Incluyendo su banda sonora. Tres años después, salió Pat Garrett y Billy The Kid, de Sam Peckinpah, retrato cinematográfico de dos bandidos reales del western. En esta oportunidad, el viejo Bob, incluso, tuvo una pequeña participación en el film, en el que, por supuesto, tambien se ocupó de la banda sonora. Esto lo animó a rodar su primera película, llamada Renaldo y Clara. Bajo una trama surrealista, donde fue protagonista junto a su esposa Sara Dylan; y su ex pareja, Joan Baez. Fue filmada en la gira de Rolling Thunder Revue. Y publicada en 1978. Tambien participó en el documental de la despedida de The Band, El último vals (1976), dirigido por Martin Scorsese. Material que fue presentado el Día de Acción de Gracias en Winterland, en la ciudad de San Francisco, donde estuvieron músicos notables como Eric Clapton, Neil Young y Ringo Starr


En las Letras, también dejó huellas. Con un primer libro de nombre Tarántula, que es un compilado de poesías surrealistas, publicado en 1966. Y el segundo, Crónicas. Volumen 1, bajo el formato de autobiografía, que cuenta los primeros años de su formación en Nueva York; y cómo ingresó al folk hasta el disco Oh Mercy, de 1989.  A esto se suma, la fluida edición de material discográfico, que año a año fue editando de una manera voraz, propia de un artista que nunca se detiene. Incursionando en diferentes géneros musicales,  como  el country; el rock and roll; el rockabilly; el blues; el góspel; el jazz y el swing; en donde con su guitarra, el teclado y la armónica, dibujó una trayectoria impecable. Sigue dibujando.

Tuvo una extensa lista de premios. En el 2000 ganó el primer Oscar a la Mejor Canción y un Globo de Oro por el tema “Things Have Changed”.  Al año siguiente salió  Love and Theft, material que incluyó rockabilly; swing; jazz y baladas, galardonándolo con el Grammy al Mejor Álbum de Folk  Contemporáneo.  Recibió el Premio Polar de la Real Academia Sueca de Música, el Premio Príncipe de Asturias de Las Artes y el Premio Pulitzer. En el 2012, Obama en la Casa Blanca, lo condecoró con la Medalla de la Libertad, renómbralo como uno de sus poetas favoritos.


Parece ser que después de tanto camino andado, Bob con sus creativos 75 años de experiencia vital, siente que la vida ya lo premió. Y ante tanto silencio generado luego de la nominación del Nobel, es recurrente pensar que la respuesta, mi amigo, está soplando en el viento…

Carol Calcagno