Los libros de historia siempre dijeron que estos muchachos
fueron los padrinos del heavy metal.
Éramos chiquitos –o directamente ni habíamos nacido en ese momento-, así que les creímos.
Luego, a medida que íbamos creciendo, pudimos comprobar, gracias a las
subsiguientes escuchas adictivas de sus primeros álbumes, que el gancho
hipnótico de esos riffs de la guitarra de Tony Iommi eran una bomba, que Geezer Butler era un correcto bajista tremebundo, y
que Ozzy Osbourne pasó –en un derrotero sin escalas-
de dar miedo con su voz maligna –cantando esas terroríficas historias de
brujas y demonios- a generarnos un sentimiento irrefrenable de vergüenza ajena
con su lamentable reality familiar en MTV…
Tratar de resumir sus 45 años de
carrera discográfica en solo 10 álbumes parece una tarea difícil. Sin embargo,
con Sabbath casi todo el mundo
coincide en que sus inmortales cinco primeros álbumes son casi “el santo testamento
del rock pesado”, por lo cual ya tendríamos la mitad del trabajo hecho.
Despues, simplemente, nos tomamos la excusa de elegir cinco más (algunos
mejores que otros) para redondear esta recorrida “esencial” por la historia de
uno de los grupos más paradigmáticos de la historia del rock mundial. Ok, pero
antes de eso, recordemos como empezó todo…
UN SONIDO
TREMEBUNDO
Desde sus inicios, Black Sabbath fue un grupo que suscitó opiniones encontradas: se los ama o
se los odia; con ellos nunca hubo términos medios. Sin embargo, han sido una de las
bandas fundacionales del heavy metal y también una de las más imitadas. Como ya
dijimos, sus primeros cinco discos son verdaderos clásicos del metal por esas inmortales
canciones góticas que enfatizaban los gemidos de dolientes guitarras, mientras una
voz expresiva y monótona nos relataba historias apocalípticas, cuentos posesos
y fantasías macabras. El grupo había sido fundado por cuatro muchachos de
Aston, una localidad cercana a Birmingham, Inglaterra: Anthony Tony Iommi (guitarra), William Bill Ward (batería), John Ozzy Osbourne (voz), y Terence Geezer Butler (bajo). Mucho antes de esto, Ward,
Butler y Iommi eran tres compañeros de colegio que se juntaban para molestar al
pobre Ozzy, un chico disléxico con problemas de aprendizaje y aficionado al
hurto. Paradójicamente, luego de que Ozzy dejó la escuela, será el mismo trío
que lo acosaba los que lo convocaran en 1968 para que sea el cantante de un
nuevo grupo llamado The Polka Tulk Blues Company, que realizaba una fusión de
jazz y rock, y en el que también estaban el guitarrista Jimmy Phillips y el
saxofonista Alan Clarke. Después de acortar el nombre a Polka Tulk, la banda lo
cambió por el de Earth y continuó como cuarteto sin Phillips y Clarke,
inclinándose por un sonido pop psicodélico y realizando extensas giras por
Europa. Sin embargo, a principios de 1969, deciden cambiar de nuevo de nombre
cuando se dieron cuenta que podrían ser confundidos con otra banda que también
se llamaba Earth. Justo en esa época, Butler había escrito una canción que
tomaba su título de una novela del escritor ocultista Dennis Wheatley llamada Black
Sabbath –que había sido llevada al cine por el mítico Boris Karloff-, y así el grupo adoptaría de ahí su nombre
definitivo en agosto de 1969, tomando la decisión de centrarse en componer
material en un intento de crear el equivalente musical a las películas de
terror.
BLACK SABBATH (1970)
Gracias a sus llamativos shows, varios sellos
discográficos buscaron contratarlos, hasta que finalmente los Sabbath firman con Fontana,
una subsidiaria de Phillips Records. Por fin, en enero de 1970 se edita
"Evil Woman", el single debut del grupo, y al mes siguiente, otra
subsidiaria de Phillips (Vertigo) edita el primer álbum debut homónimo de Black
Sabbath que traía la imagen de una bruja en su iconica tapa. El disco llegó rápido
al Top Ten de los rankings ingleses y
más tarde repetiría este suceso en Estados Unidos, cuando el álbum es editado allí
por Warner Records en mayo del ´70, vendiendo un millón de copias. Nada mal
para un álbum debut... Así comenzó a
esparcirse rápidamente la fama del grupo, porque -aunque fueron odiados de
entrada por parte de la crítica especializada- con su oscuro sonido fueron
capaces de aglutinar a un público variado, en donde se podía encontrar desde antiguos
hippies a habitués de discotecas, adolescentes y curiosos. Y todos se ponían de
acuerdo en algo: la música de Black Sabbath era impresionante…
PARANOID (1970)
Justamente, para aprovechar el éxito de ventas que
habían tenido en Estados Unidos, la banda regresó rápidamente al estudio en
junio de 1970, cuatro meses después de publicar Black Sabbath. El
nuevo álbum iba a llamarse War Pigs por la canción homónima
que criticaba la Guerra de Vietnam. Sin embargo, Warner cambió el título a Paranoid por miedo a represalias de los
partidarios de esa guerra. Finalmente, con la edición de este nuevo álbum, en
septiembre de 1970, se produce uno de los máximos éxitos de toda la historia del
grupo, que entra decididamente en la leyenda. En especial, por el impacto del
clásico “Paranoid”, un tema editado como single adelanto del disco, y que llegaría
hasta el Top Five en el Reino Unido, en
donde el álbum más tarde sería número uno. En Estados Unidos, donde Paranoid fue editado en enero de 1971, el
disco llego al Top Ten en marzo de 1971 y permaneció en los charts más de un año,
vendiendo la friolera de cuatro millones de copias. En sí, este álbum sería
considerado casi como "el Santo Grial del heavy" ya que contenía temazos
inmortales como "Iron Man", "War Pigs", "Faries Wear
Boots" y "Electric Funeral".
MASTER OF REALITY (1971)
Más tarde, con Master
of Reality, su tercer álbum, editado en agosto de 1971, la banda obtuvo
otro éxito comercial con más de un millón de copias vendidas. En este disco
Geezer escribió una canción acerca de la marihuana, “Sweet Leaf”, en donde se
escuchaba a Iommi tosiendo. Era evidente que a pesar de su popularidad, las
locuras de las giras, y la combinación siempre atractiva de sexo y rock n´roll,
ya se vislumbraba entre los integrantes del grupo los síntomas oscuros de las
adicciones. Según Ozzy: “Al principio lo nuestro era el fumo y el
alcohol, solo más tarde empezamos a pensar en la cocaína, y ahí comenzaron los
problemas.”
BLACK SABBATH, VOL.4 (1972)
Volviendo a su trayectoria discográfica, otro punto
alto sería el impecable Black Sabbath,
Vol. 4 (editado en septiembre de 1972), un disco que evidenciaba un mayor
refinamiento en la música del grupo, en especial en canciones como la hermosa
"Changes" o el sutil instrumental "Laguna Sunrise", que incluía
cuerdas y todo; mientras que otros temas como el potente "St. Vitus
Dance" mantenían la onda furibunda de siempre. Este disco también vendió
más de un millón de copias. Según Ozzy,
el disco se iba a llamar igual que una de sus canciones, Snowblind (deslumbrados por la nieve), “porque habíamos descubierto la cocaína, pero la compañía nos dijo que no,
y entonces le pusimos Vol. 4, aunque nunca hubo un Vol. 2 o 3… Para grabar ese disco tomamos montañas de
merca.” Sin dudas, el grupo había entrado de cabeza en el consumo de las
drogas duras, como dice Osbourne: “Cuando funcionaba, la coca era buena. Nos
pasábamos días enteros aspirando y zapando, grabando todo en grandes carretes
de cinta. Pero fue el principio del fin. La cocaína fue el cáncer de la banda.”
SABBATH BLOODY SABBATH (1973)
Sin dudas, la era dorada del grupo concluyó con la
edición de Sabbath Bloody Sabbath (noviembre
de 1973), en donde la banda contó con la participación de Rick Wakeman, el formidable tecladista de Yes, en los temas “Sabbra Cadabra” y “Who Are You”. El grupo también
incluyó sintetizadores y arreglos de cuerda en las demás canciones, algo que
evidenciaba un viraje sutil en su dirección musical hacia una senda más emparentada
con el rock progresivo. Según Iommi,
para grabar este álbum “alquilamos un
castillo en Gales, que supuestamente estaba encantado. Instalamos nuestros
instrumentos en los calabozos, que eran una fuente de inspiración”. Para Ozzy, “(Sabbath Bloody Sabbath) es el mejor momento de Black Sabbath. Como
cantante, descubrí que la mejor persona
para armonizar es uno mismo. Uno conoce mejor que nadie sus propios sonidos”. Sabbath
Bloody Sabbath seria el quinto esfuerzo consecutivo de Black Sabbath en
alcanzar el Top Ten, además de vender
un millón de copias. También, por primera vez en su carrera, la banda empezó a
recibir críticas positivas de la prensa rockera de la época.
SABOTAGE (1975)
A partir de 1974, la buena racha del grupo comienza a acabarse, en principio debido a las
disputas con sus managers, un conflicto que se extendería por largo tiempo.
Finalmente, en febrero de 1975, Black Sabbath comenzó a trabajar en su sexto
álbum, con un nuevo representante, Don
Arden (padre de Sharon, futura
esposa de Ozzy), y con una clara
intención de cambiar el sonido de Sabbath Bloody Sabbath. Así, en julio de 1975, editan
Sabotage, otro disco tan elogiado
como su antecesor. Sin embargo, el mercado discográfico de la época ya estaba
cambiando y comenzaba a evidenciarse la inminente llegada del punk, y el regreso
a una simpleza musical que aparecía como una reacción contraria a los grupos
dinosaurios de los ´70, lo que dificultaba el accionar de una banda como Black
Sabbath, siempre enfocada en la edición de álbumes truculentos y casi sin interés
en el mercado de los singles. Según Ozzy: "(Con Sabotage) No fuimos fieles a nuestras raíces. Tratamos de hacer algo no-Sabbath. Cualquier cosa que no fuera maléfica y satánica." Quizás por esto, este nuevo álbum apenas trepó
hasta el Top 20, y no vendió ni por
asomo tanto como las producciones anteriores. Por eso, en un esfuerzo por
mantener intacto el impacto comercial del grupo, la compañía discográfica de
Sabbath editó rápidamente un compilado doble -con material previamente editado-
irónicamente titulado We Sold Our Soul
for Rock 'n' Roll (en diciembre de 1975), que sí fue un éxito de ventas,
superando el millón de copias. Para esta época el grupo ya pronunciaba un claro
cambio musical que más tarde disgregaría las relaciones personales de sus
integrantes, ya que Iommi buscaba
con añadir nuevos elementos en la música de la banda –en especial, debido a la
inclusión de instrumentos de viento- mientras que Osbourne se mostraba reacio a estos cambios.
NEVER SAY DIE! (1978)
De cualquier forma, el siguiente álbum, Technical Ecstasy (editado en octubre de
1976), sería un muestrario de varias de las innovaciones musicales del guitarrista,
presentando
un sonido menos opresivo y oscuro en favor de la introducción de sintetizadores
y canciones más rápidas, pero
su fracaso comercial no haría más que aumentar la frustración existencial de Osbourne –sumada a su abuso de
estupefacientes-, lo que precipitaría su renuncia como vocalista de Sabbath en
noviembre de 1977. Ozzy sería
reemplazado en algunos shows por el ex cantante de Savoy Brown, Dave Walker, pero terminaría retornando
al grupo en enero de 1978 para la grabación de Never Say Die!, un disco que refleja una importante crisis creativa.
Quizás por eso el disco fue un fracaso, aunque incluía el irresistible “Never
Say Die”, el último tema clásico del grupo en los ´70. Mientras que el resto
del material del álbum daba cuenta del poco entusiasmo de los integrantes de la
banda (en especial en canciones como "Shock Wave", "Swinging the
Chain" o "Over to You"), debido a la inclusión de un repertorio poco
ensayado y grabado a las apuradas. Ni siquiera la inclusión del sutil “Over to
You” y "Air
Dance", un tema experimental que incluía sabrosos floreos de piano y una
muy sentida performance de Ozzy, levantaron la puntería de un grupo que parecía
haberlo dicho todo. Por eso, ni el modesto éxito de “Never Say Die” (top 40 en el Reino Unido), así como el
otro single, "Hard Road", evitaron la caída en desgracia del grupo,
que continuaba siendo denostado por la crítica, pero que por primera vez percibía
como su incondicional público le empezaba a dar la espalda. Quizás por eso a
nadie sorprendería la ida de Ozzy de Black Sabbath para comenzar una carrera
solista, aunque en realidad Osbourne
-sobrepasado por sus múltiples adicciones a los narcóticos- fue expulsado de la
banda por los otros tres cínicos miembros del grupo (también metidos en
adicciones varias), en medio de un párate del grupo en Miami. Según Iommi: “Todos estábamos muy metidos en la droga, mucha cocaína, mucho de todo,
y Ozzy se emborrachaba mucho en esa
época. Se suponía que debíamos estar ensayando pero nadie hacía nada. Era como:
¿Ensayamos hoy? No, mejor mañana”. La versión dice que fue Bill Ward el encargado de comunicarle a
su amigo la mala noticia con un lacónico: "Ozzy... estás despedido..." Con respecto a esta
decisión, Ward declararía: “Espero haber sido profesional, de hecho
puede que no lo fuera. Cuando estoy borracho soy horrible, soy horroroso. El
alcohol fue definitivamente una de las cosas más perjudiciales para Black
Sabbath. Estábamos destinados a destruirnos los unos a los otros. La banda era
tóxica, muy tóxica.”
HEAVEN AND HELL (1980)
En junio de 1979, Ozzy fue reemplazado por el ex cantante de Rainbow, el formidable Ronnie James Dio. También durante ese periodo el
tecladista Geoff Nichols se convirtió
en un miembro casi permanente de la banda, tanto en shows como en grabaciones. Esta
nueva formación de Sabbath se
tomaría un buen tiempo para pulir su repertorio, que recién vería la luz recién
en abril de 1980 cuando es editado el potente Heaven and Hell, un disco que revitalizó el sonido de Black Sabbath,
y fue uno de los mejores trabajos del grupo en varios años. Como resultado de
este éxito creativo la banda gozó de un resurgimiento comercial inesperado en
los rankings de ambas orillas del Atlántico, en especial por el suceso de los
temas "Neon Knights" y "Die Young".
La época de Dio en Black Sabbath... |
BORN AGAIN (1983)
A pesar de que el grupo había vuelto a ser exitoso,
el baterista Bill Ward abandona
Black Sabbath para curar su salud, y es reemplazado por Vinnie Appice. Esta nueva agrupación con Iommi, Butler, Dio y Appice grabó Mob Rules (noviembre de 1981), otro álbum bien recibido por el
público, pero no tan bien por la crítica, y que no tuvo tanto éxito como su
predecesor. Luego, cuando es editado el disco en vivo Live Evil en enero de 1983, Ronnie
James Dio –harto de los manejos de Iommi-
abandona Black Sabbath, para formar su propio grupo Dio, llevándose a Appice
con él. Sabbath se reorganiza convenciendo a Bill Ward a retornar a la banda, y en una movida que sorprendió a
todos los fans del heavy metal, reclutan a Ian
Gillan, -en ese
momento- ex cantante de Deep Purple.
Con esta nueva formación graban el disco Born
Again, editado en septiembre de 1983. Según Gillan, aceptó a entrar a Sabbath “luego de una noche de copas con Tony
Iommi, en donde nos pusimos en curda y él me preguntó si no quería cantar
en el grupo. Le debo haber dicho que sí debido a que estábamos los dos muy
borrachos…” Born Again, a pesar de contener buenos temas como “Disturbing
the Priest”, “Digital Bitch” y “Born Again”; estuvo lejos de pasar a la
historia. Finalmente, Gillan se
quedó en Black Sabbath hasta marzo de 1984, cuando se va para participar de la reunión
de la famosa formación "Mark 2" de Deep Purple.
...y luego, la formación con Gillan. |
13 (2013)
Sorpresivamente, a fines de 2011, se hizo realidad
el sueño de millones de fans: volvía Black Sabbath con Ozzy como vocalista. Sin embargo, el 2 de febrero de 2012, Bill Ward anunció que no participaría en la reunión a
menos que le diesen un “contrato”. Al día siguiente el resto de los integrantes
anunciaron que no tenía más remedio que seguir sin él, aunque dijeron que
“tenía las puertas abiertas para volver cuando quisiera”. Más tarde, en junio de 2013 salió
a la venta el ansiado decimonoveno álbum de estudio de la banda, llamado 13, grabado entre agosto de 2012 y enero
de 2013. Sin dudas, 13 era
el regreso esperado; otro álbum repleto de imágenes sobrecogedoras, sonido
catalítico y abuso de graves y volumen. Una música probadamente inmune a
tiempos y modas. Sin dudas, el responsable de esta resurrección fue el productor Rick
Rubin, el encargado de reactualizar la tradición sónica del grupo. Antes de
comenzar la grabación, Rubin había
sido claro con los tres integrantes del grupo: “Tienen que volver al sonido de principios de los ´70, a sus raíces del
blues rock. Imagínense que van a grabar su segundo álbum.” El resultado
final fue un disco tan gótico y metalero como progresivo y blusero, que incluía tanto la belleza
acústica de “Zeitgeist” (prima lejana de “Planet Caravan”, una canción mítica
de Paranoid) como
ese “nietzcheriano” disparo a la cabeza que es “God is Dead?”, el poderoso
primer single del álbum, casi un nuevo clásico del grupo. Además, “End of the
Begining” era casi la fotocopia láser digital de “Black Sabbath”, y “Damaged
Soul” un obligado blues oxidado
marca de la casa. Mientras que en “Dear Father”, Ozzy repasa su afiebrado
pasado como buscando la absolución final. Escalofriante y revelador, el
excelente repertorio de 13 no mostraba
fisuras. En resumen, Black Sabbath se
animó a sacar otra de sus colecciones de canciones apocalípticas, y una de las
mejores de las últimas tres décadas; para cerrar –quizás- una de las
trayectorias más legendarias de la historia del rock mundial. ¡Amén!
Emiliano Acevedo
No hay comentarios:
Publicar un comentario