lunes, 26 de marzo de 2018

CANCIONES SIN TESTIGOS, entrevista a Pol Medina

Pol Medina es un músico de culto del rock y el power pop argentino. En los noventa, formó parte de Superchango, una banda híper talentosa y efervescente, reverenciada por los más grandes de la escena rock local, antes de auto prenderse fuego. Luego de esta experiencia, en el 2000, grabó un único álbum solista homónimo, que fue un soplo de aire fresco para los que estaban hartos del rock chabón. Y es que en la música de Medina se conjugan miles de influencias sonoras, en un caleidoscopio espectacular que incluye el pop británico clásico, la electrónica y sus estudios de música clásica contemporánea. Compositor y multiinstrumentista muy solicitado, Pol es un artesano de la canción, un laburante del rock. Afortunadamente, está de vuelta en la Argentina, y grabando su esperado segundo disco. En esta entrevista nos cuenta todo eso… Y más…

ENTREVISTA: Contanos como fue este regreso al país, luego de estar viviendo casi una década en Estados Unidos…
Como decís, estuve viviendo un tiempo largo en Nueva York, entonces, cuando regresé al país empecé a ver para dónde ir, si seguir con los proyectos musicales que tenía… y lo primero que salió fue lo del grupo Horizonte, que estuvo buenísimo como para hacer un EP y empezar a tocar. Y después me llamaron los chicos de Poncho porque querían empezar a tocar en vivo todas las canciones que tenían grabadas y para eso necesitaban formar una banda, entonces me incorporaron a mí. Así, empezamos a desgranar esas canciones y sonidos que conforman una música bastante complejo y Hi-Fi. Nos llevó mucho laburo poder reemplazar esos sonidos grabados para tocarlos en vivo. Hubo que incluir guitarra, bajo, etcétera. Fue una muy linda tarea y aunque difícil, muy agradable y muy mágica. También pusimos un coro góspel. Y llevamos tocando más de diez fechas, entre ellas participamos del Lollapalooza de Argentina 2017. Otra fecha muy linda fue la de Niceto en la que hubo invitados. Vino Dani Melingo a cantar una canción de la que él compuso la letra, Mimí Maura con Sergio Rotman, Juliana Gattas y después hubo un momento muy emotivo que fue el tema que Poncho grabó con el Flaco Spinetta, y que por primera vez hicimos en vivo. Escuchar la voz de Luis es tan emocionante. En los ensayos llorábamos todos. Entonces, estoy muy metido con esta banda porque como hay muchos shows hay que ensayar mucho. Por otro lado, estaba con un proyecto de canciones para niños con Andy Chango que quedará para cuando él vuelva de España. 
Acompañando a Marcelo Moura
También estoy componiendo bastante con Marcelo Moura, por ejemplo, hice un tema para su disco solista y grabé en otros. También estuve visitando el estudio de Cachorro López que siempre tiene proyectos para hacer discos o hacer composiciones para algunos artistas.  Y, paralelamente, estoy terminando un nuevo disco solista, ya tengo 12 canciones. Este año, entonces, la idea es terminar este disco en que van a participar, también, muchos músicos amigos, como María Eva Albístur o Juan Pablo Absatz, porque las canciones que tengo, luego de hacerlas y deshacerlas, ya quedaron como yo quería. Las toco en guitarra y me gustan, en piano y me gustan, y esa era la idea que tenía: hacer canciones que sirvan para cualquier temática, que las puedas bailar, escuchar solo con los ojos cerrados, tocar en un fogón.


Con Lea Lopatín, Uki Goñi y Ale Sergi

Este nuevo material, ¿tiene alguna relación con el disco anterior o es otra onda?
El anterior era muy introspectivo, yo estaba muy solo en ese disco. Aunque tenía a Warner atrás y a Fito (Páez), que había bancado la situación con su estudio de grabación. Justamente, estuve hace poco ahí, grabando unas unos arreglos vocales para unos temas de Turf y me trajo muchos recuerdos de aquella época en la que estaba yo solo con Ulises Butrón grabando; pero él, por problemas familiares de ese momento, no pudo seguir. Entonces, a veces estaba grabando solo y tenía que inventarme voces. Mi primer álbum solista es un disco para escuchar muy atentamente. Si bien hay temas que podrían ser hits, en realidad, los hice de una manera que no es tan fácil. Tal vez no es un disco para poner de fondo mientras hacés otra cosa. En mi nuevo disco hay algo de ese espíritu aunque será diferente, más despojado, menos complejo. También, hice algo que no había hecho antes: de la mitad de los temas primero compuse la letra y después la música. Esta vez tenía letras a las que había que ponerle música. Además incluye un par de grabaciones que traje de Nueva York, pero, en general, son grabaciones que estoy haciendo ahora en mi estudio o estudios de amigos.

Tocando en Poncho
Esta introspección de la que siempre hablás ¿es lo que hizo que no siguieras apuntando a ser solista?
Yo soy un músico muy curioso y me gusta mucho componer entonces puede ser que pierda un poco la noción de lo que es “hacer una carrera”. Así, hice un disco y de repente me fui a Nueva York, cuando tal vez tendría que haber hecho otro enseguida, pero me dieron muchas ganas de ir allá a aprender jazz y tocar en bandas por ahí. Después, esto de empezar a hacer temas para otros artistas también hizo que mi carrera sea muy versátil. No es una carrera típica. Creo que hay algo con la falta de noción del tiempo, como que me pierdo un poco. Entonces, para mí quizá no pasó mucho tiempo y de pronto fueron varios años. Pero, en realidad, siempre estoy produciendo pero desde un lugar desde el que tal vez la gente no se entera. Es más, en redes sociales recién estoy desde hace unos meses. Son etapas y este año sí es el momento de sacar un disco con estas canciones que me encantan.

¿Renegás del mainstream?
En realidad, no, porque muchas de las canciones que compuse para otros artistas fueron muy radiales. Tal vez lo reniego para mí, cuando soy yo el que pone la cara. Pero me encanta hacer canciones hiteras. Es más, también, hago bastante música para películas, me llaman de agencias de publicidad, con las que trabajo con mucha libertad, para hacer canciones instrumentales tipo jingleras. Por ejemplo, hice una para Quilmes, otra para la campaña de Claro con Juana Molina. Es más, los temas que estuve componiendo en el estudio de Cachorro fueron para intérpretes femeninas. Entonces, es como meterse en esos disfraces.


El nuevo disco, ¿saldrá de forma independiente?
Eso lo veré una vez terminado. Porque el tema de las compañías está muy extraño ahora. Lo haría más independiente o de última iría viendo, sobre todo para la circulación fuera de nuestro país. Por Internet va a salir por todos lados, pero para hacer shows, tal vez sí necesite la ayuda de algunos sellos. Pero no quiero que me pase lo que me pasó con Wagner, que bueno, es una plataforma enorme pero en la que vos no podés hacer todo lo que querés, por ejemplo en cuanto a la promoción, porque ellos ponen sus cláusulas, y a la vez tampoco es que le dieron mucha bola al material. Es medio una jaula de oro. Mi objetivo principal es que sea un discazo y que los temas estén buenísimos y que las personas que lo escuchen sean felices.

¿Y la propuesta sigue siendo eclética como siempre?
Sí, sí. Bueno, hay mucho de lo que no voy a poder zafar (risas) porque está en mi sangre. Por ejemplo, caer hacia el sonido Beatles. Pero sobre todo va a haber mucho de algo que yo tenía antes de escuchar a los Beatles. Yo toco el piano clásico desde muy chiquito entonces estoy recuperando un poco eso. Una música que tocaba en piano y que tenía que ver con impulsos míos antes de acercarme a cualquier tipo de influencia. Una profunda conexión con mi “elefante de madera”, como llamo a mi piano de siempre que es como mi mano derecha. Este disco va a tener mucho de eso: una conexión con un estilo y una forma de componer de mi infancia.


¿Cuánto tiempo viviste en Estados Unidos?
Diez años. Pasa que ahí el tiempo pasa muy rápido y pasaron cosas muy hermosas. Toqué en la banda Chunis con Flor Zabala, hice DJ´s sets con Didi Gutman Brazilians Girls, tocamos en el Metropolitan Museum, también en un show homenaje a Gabriel García Márquez, en Nueva York, producido por el consulado. También compuse música para un espectáculo teatral, junto a Richard Coleman. Además, toqué mucho jazz en bandas pequeñas. En resumen, fue como nutrirse de otro mundo musical donde aprendí muchísimo aunque no hay muchos testigos (risas). Y en lo nuevo, algo de eso también va a salir. 
  
¿Por qué volviste?
Porque llegó un momento en el que me di cuenta que pasó mucho tiempo y me dieron ganas de volver a Buenos Aires, a su vez mi padre no estaba muy bien y yo quería estar con él. Es más, yo estaba tramitando la visa de artista para Estados Unidos, y el mismo día que me llegó, decidí quedarme en Buenos Aires. Algo muy significante. Y bueno, acá empezaron a suceder cosas; empecé a laburar con la música en varias bandas y con músicos amigos, tuve una hija…

¿A Estados Unidos llegaste con proyectos?
No. Nos invitó una pareja de amigos. Y fuimos con Florencia Zabala, mi novia de ese momento, con la que tenía la banda Chunis, a probar suerte, sabiendo que nos iba a gustar mucho; y enseguida nos metimos en una movida de músicos en Brooklyn y empezamos a tocar sin parar. Nueva York es un lugar que te atrapa y que si te podés mantener, como yo que trabajaba haciendo música para películas, no te das ni cuenta del paso del tiempo.

Pol junto a Uki Goñi, Alejandro Alvarez (Barco), Javier Zuker y Simón Poxyran.

¿Qué escuchás ahora?
Tengo etapas. Ahora escucho mucha música clásica y mucho jazz porque estoy aprendiendo a tocar la trompeta. También los chicos de Poncho me acercan cosas nuevas o inéditas. Pero más que de escuchar soy de quedarme tocando en el piano o tocar arriba de los discos. Porque por ejemplo, con Spotify es como que me mareo con tantas posibilidades. Entonces, ahora que recuperé mi colección de vinilos, pongo discos de hace mil años y me quedo mirando las tapas como cuando éramos chicos. Todos mis discos de Billy Holiday, Thelonious Monk, Electric Light Orquestra, Echo & The Bunnymen, Elvis. En general, toco arriba con el piano mientras escucho, es como que enseguida empiezo a participar.

Pol, junto a Poncho, en Lollapalooza Argentina
¿Cómo es tu forma de trabajo para componer?
Estoy todo el tiempo maquinando, cuando sueño, cuando juego con mi hija... No sé, voy por la calle y si se me ocurre algo, lo grabo en el momento, ya sea en mi celular o en un grabador portátil; o siempre llevo partituras y un lápiz en la mochila y si surge algo, lo escribo. Entonces, algunas cosas van a parar a composiciones de otros artistas porque justo voy para un ensayo, o cuando me siento a componer dedicándole, por ejemplo, todo un día, se van uniendo esos fragmentos. A veces imagino toda la orquesta y los instrumentos en mi cabeza, entonces sí tengo la necesidad de llegar e intentar plasmar lo más fielmente posible lo que imaginé. Ver si eso que está en mi cabeza puede tener lugar en la realidad. A veces resulta mejor lo que plasmo que lo que imagino, y a veces no. Otras veces me doy cuenta que es algo que jamás va a salir de mi cabeza y otra vez no va a haber testigos (risas).

¿Qué canción de otro artista te hubiera gustado componer?
Más que nada hay pasajes musicales, cositas, mixturas, mini elementos que pienso “¿cómo no se me ocurrió?” Eso me pasa con temas de jazz. Y en cuanto a una canción, algunas de Spinetta o de Charly que ahora no se me vienen a la mente para poder decirte…


Hay una faceta casi desconocida tuya, que es la de actor, ¿qué recordás de esa película que hiciste junto a otros músicos?
Jajaja... Sí, tal cual. Todos músicos que veníamos del Festival Argentina Vivo Alternativo, en donde yo toqué a las dos semanas de haber sacado mi primer disco solista. Fue un cortometraje dirigido por Albertina Carri, llamado No quiero volver a casa; incluido en una película que se llamaba Historias de Argentina en Vivo (2001). La historia se trataba de un mundo de extraterrestres (representados por todos los músicos que participamos en el Festival) que congelaron a los humanos y buscan la pócima para salvarlos. Así que tuve que hacer de marciano, imaginate... (risas) El largometraje fue presentado en los cines del Village Recoleta y la banda sonora tiene temas de mi disco solista y de los otros "marcianos" músicos que participaron del Festival Alternativo: El Otro Yo, María Gabriela Epumer, Leo García, Rosario Bléfari (cantante de Suárez), Richard Coleman, Francisco Bochatón y yo.

Entonces, la pregunta obvia sería, ¿cuando edites, de acá a poco, tu segundo álbum, se vendrá tu segunda participación en el cine, también?

Afortunadamente... para el público... ¡No! (risas) Es en la música donde tengo mi lugar... Las otras facetas, quedaran, otra vez, sin testigos...



Emiliano Acevedo

Una escena de "No quiero volver a casa", junto a Leo García



Con Juliana Gattas

Poncho en vivo, Pol junto a Nekro

Con Daniel Melingo

No hay comentarios:

Publicar un comentario