En
esta segunda parte de la recorrida por la discografía de Led Zeppelin
de la mano de Jimmy
Page,
se amontonan los recuerdos del guitarrista, compositor y productor de Led Zeppelin II, uno de los mejores
álbumes de la historia del rock. Memoria absoluta, lucidez, gracia, estilo, humor…
Jimmy no escatima anécdotas a la hora de hablar de su labor en esa época
gloriosa, en la que se desarrollaba una de las sagas rockeras más espectaculares.
Así se lo contó a la prestigiosa revista Guitar World, en dos largas
entrevistas a principios de los 90, y ahora lo compartimos en nuestra sección Decíamos Ayer. Un placer total.
Editado el 22 de octubre de 1969.
Grabado en los Olympic Studios
(Londres); A&R Studios (Nueva York); Juggy Sound Studios (Nueva York);
Mayfair Studios (Nueva York); Mystic Studios (Los Angeles); Mirror Sound (Los
Angeles).
Jimmy Page usó una guitarra Les Paul
1959 y una Vox de doce cuerdas; y amplificadores Marshall de 100 W y Vox
Solid-State.
Entrevista> Led Zeppelin I y Led Zeppelin II son extraordinariamente tridimensionales. ¿Qué rol jugaron tus
ingenieros al respecto para crear ese sonido?
Glyn Johns
fue el ingeniero del primer álbum, y trató de que le diera crédito como
productor del disco. Yo le dije: “Ni ahí
voy a hacer eso. Yo junté la banda, los traje y los dirigí durante todo el
periodo de grabación. Yo puse mi propio sonido de guitarra. Así que te podés ir
bien a la mierda…” [risas] Por eso en el segundo álbum traje a Eddie Kramer para que fuera el
ingeniero. Conscientemente cambié de ingeniero porque no quería tener al lado
mío a un tipo que creyera que era el responsable de nuestro sonido. Quería
gente que supiera que el responsable era yo.
¿La
participación de Eddie Kramer tuvo algún impacto en Led Zeppelin II?
Sí,
podría decir que la tuvo, pero no puedo decirte en qué. [risas] Es difícil
recordarlo. Esperá, tengo un buen ejemplo. Yo le dije exactamente lo que quería
lograr en la parte media de “Whole Lotta Love”, y él me ayudó un montón para
conseguirlo. Nosotros ya teníamos un montón de sonidos registrados en la cinta,
incluyendo un Theremin [Nota: Un instrumento electrónico primitivo utilizado
por sus efectos de trémolo alto, en especial en las viejas películas de ciencia
ficción] y puse un slide con eco,
pero fue su conocimiento acerca de las oscilaciones de las bajas frecuencias lo
que ayudaron a completar el efecto. Si él no hubiera sabido cómo hacer eso,
tendría que haberme roto el orto tratando de conseguir algo más para poner. Por
eso, en ese sentido, él fue muy valioso. Eddie fue siempre muy, pero muy bueno.
Siempre me llevé muy bien con él, y, debo decir que, cuando recorrí todas las
viejas grabaciones para editar los box
sets del grupo, todo su trabajo me pareció muy, pero muy bueno. ¡Excelente!
¿Cuál
dirías que es tu mayor logro como productor e ingeniero?
Lo
mejor que hice fue microfonear baterías en forma ambiental, nadie estaba
haciendo eso. Cuando yo era músico sesionista, me di cuenta de que los
ingenieros siempre ponían el micrófono de la batería en forma direccional. Los
bateristas podían estar tocando como locos, pero siempre sonaba como si
estuvieran golpeando una caja de cartón. Yo me di cuenta de que si movías el
micrófono para atrás el sonido tendría espacio para respirar, y así lograr un
sonido de batería mucho más grande.
Me
la pase un montón explorando y experimentando acerca de cómo enfocar el sonido,
a punto tal que terminamos poniendo micrófonos en pasillos, que fue como
conseguimos el sonido de “When the Levee Breaks” [en Led Zeppelin IV]. Todo en función de lograr el mejor ambiente y
registro de la batería. Por eso, si hay algo para reconocerme como ingeniero
fue que siempre supe exactamente de lo que estaba hablando. Es por eso que,
luego de un rato, no era necesario ponerme a discutir con los muchachos, porque
ellos sabían que yo sabía de lo que estaba hablando.
Hablando
de Eddie Kramer: ¿Alguna vez improvisaste con Jimi Hendrix, teniendo en cuenta
que él era tan cercano a Eddie?
No.
Y nunca lo vi tocar, tampoco. Volviendo a los últimos años sesenta, yo me la
pasé trabajando con los Yardbirds y
girando y grabando con Zeppelin, por
lo que estaba muy ocupado. En los primeros dos años de cualquier banda, uno
trabaja un montón; porque si vos querés triunfar, eso es lo que tenés que
hacer. Nosotros no éramos diferentes. En efecto, probablemente habremos estado
trabajando por tres años sin parar. De cualquier forma, cada vez que yo volvía
de una gira y Hendrix estaba tocando
en algún lugar, siempre me decía a mí mismo, “Oh, estoy tan cansado, lo veré la próxima vez”. Siempre lo
posponía, y, por supuesto, llegó un momento en que no hubo más una “próxima
vez”. Estoy realmente muy arrepentido por no haberlo visto nunca. Me hubiera
encantado escucharlo en vivo.
Como
productor, ¿qué pensás de sus discos?
Pienso
que son excelentes. Oh, sí, no hay dudas de eso. El baterista de Jimi, Mitch Mitchell, fue también un tipo muy
inspirado. Él no tocó de esa forma batería ni antes ni después. ¡Hizo algunas
cosas increíbles en esos discos!
Aunque
las formas de tocar de ustedes dos eran diferentes, vos y Jimi eran similares
en que ambos trataron de realizar esos grandes paisajes auditivos.
Bien,
había un montón de gente yendo en esa dirección. Mirá el ejemplo de los Beatles. Ahí tenés una banda que fue de
“Please Mr. Postman” a “I´m The Walrus” en solo unos pocos años.
¿Por
qué creés que los discos son menos dinámicos en la actualidad que los de los
sesenta y setenta?
Bien,
vos no tenías máquinas de ritmo en esos días. Tenías que tocar todo, así fuesen
todos esos crescendos naturales como
los grandes sonidos ambientales con los que trabajábamos. Incluso cosas como el
paneo y la posición extrema en los canales de audición (del estéreo) también
fueron experiencias sonoras muy excitantes. Una de mis mezclas favoritas es la
del final de “When The Levee Breaks”, cuando todo comienza a moverse alrededor
excepto la voz, que permanece estacionada en el centro.
Te
contaré una historia graciosa acerca de esa canción. Andy Johns hizo esa mezcla conmigo, y luego de que la finalizamos,
Glyn, el hermano mayor de Andy, apareció. Nosotros estábamos realmente muy
entusiasmados con lo que habíamos hecho y le dijimos: “Tenés que escuchar esto”. Glyn lo escuchó y solo dijo: “Ummm. Nunca serán capaces de cortarlo.
Nunca funcionará”. Y se fue. Otra vez te equivocaste, Glyn. El debió habernos
tenido envidia.
La
otra cosa que me gusta de “Levee” es que algo nuevo es añadido en cada verso de
la canción. Chequéalo. El fraseo de la voz va modificándose, un montón de
sonidos ambientales son añadidos.
¿Cuándo
se inspiraron en canciones clásicas del blues en sus primeros dos discos,
alguna vez pensaste que eso te traería problemas?
¿Vos
te referís a los juicios? [Nota: En 1987, el compositor de blues y bajista Willie Dixon citó similitudes entre su
“You Need Love” y “Whole Lotta Love”, acusando a Led Zeppelin por plagio. El caso fue arreglado fuera de la corte].
Bien, desde un comienzo, siempre traté de agregar algo nuevo a todo lo que
usaba. Siempre estuve seguro que lo mío tenía variaciones. En efecto, creo que
en la mayoría de los casos vos no serías capaz de deducir la fuente original.
Quizás no en todos los casos, pero sí en la mayoría. Por lo que la mayoría de
las comparaciones recaen en las letras. Se suponía que Robert cambiaba las letras, pero no siempre lo hizo, lo cual nos
condujo a la mayoría de nuestros quilombos. No nos acusaban por las partes de
guitarra de la música, nos hacían juicio por las letras.
Sin
embargo, nos tomamos varias libertades, debo decir. [risas] Igual, no importa;
¡tuvimos que pagar! Curiosamente, la única vez que tratamos de hacer las cosas
bien, la situación nos explotó en la jeta. Cuando estuvimos en Headley Grange
grabando Physical Graffiti, Ian Stewart [tecladista, miembro no
oficial de los Rolling Stones] llegó
y comenzamos a zapar. Esa zapada se terminó transformando en “Boogie With Stu”,
que obviamente es una variación de “Ooh! My Head”, uno de los últimos temas de Ritchie Valens, que ensimismo es una
variación de “Ooh! My Soul” de Little
Richard. Por eso tratamos de darle crédito a la madre de Ritchie, porque
habíamos escuchado que ella nunca había recibido ninguna regalía de los éxitos
de su hijo, aunque Robert había cambiado la letra un poco. ¿Y qué pasó?
¡Trataron de demandarnos por la autoría total de la canción! Los mandamos a la
mierda. No podíamos creerlo.
Así
que, de cualquier forma, si hay algún plagio, échale la culpa a Robert. [risas]
Pero seriamente, los bluesmen se
robaban unos a otros constantemente, y lo mismo pasaba en el jazz; incluso nos
pasó a nosotros. Como músico, soy solamente producto de mis influencias. En
efecto, he escuchado un montón de estilos diferentes de músicas que influyeron
mucho en la forma en que toco. Lo que creo que me diferencia de muchos de los
guitarristas de esa época, es que escuché un montón de folk, música clásica e
india, además de blues y rock.
A menudo
has hablado acerca de tus influencias del folk y del rockabilly, pero ¿cuáles
fueron algunos de tus discos favoritos de blues y guitarristas?
Tengo
un montón de favoritos. Otis Rush fue
importante, “So Many Roads” me rompió el espinazo. Hay varios álbumes que todos
escuchamos de pibe. Uno en particular, creo, es American Folk Blues Festival, en donde participa Buddy Guy; ahí él sorprendió a todos. También
estaba, por supuesto, Live at the Regal,
de B.B. King. La primera vez que
escuché a toda esa gente, además de Freddie
King o Elmore James, quedé
noqueado. No lo podía creer.
Ahora
que te he hablado de todo esto, me doy cuenta de que me olvidé de nombrarte una
persona importante: Hubert Sumlin.
Yo amaba a Hubert Sumlin. Era el complemento perfecto a la voz de Howlin´ Wolf. El siempre tocaba lo que
tenía que tocar en el momento preciso. Perfecto. [Nota: “Killing Floor” y “How Many More
Years”, de Howlin´Wolf, fueron la fuente de inspiración para dos temas de
Zeppelin: “The Lemon Song” y “How Many More Times”, respectivamente.]
¿Cuál
fue el ímpetu que te inspiró a realizar un solo sin acompañamiento en “Heartbreaker”?
Simplemente,
me imaginé haciéndolo. Siempre estaba tratando de hacer cosas diferentes, o
cosas que nadie más hubiera hecho antes. Pero lo interesante de ese solo es que
fue grabado cuando casi ya teníamos grabada toda la canción. Fue una ocurrencia
tardía. La mayor parte de esa parte fue grabada en otro estudio y fue insertada
en el medio del tema. Si te fijás, te vas a dar cuenta de que el sonido de la
guitarra es diferente.
Me
di cuenta de que la afinación de la guitarra es un poco más alta.
¿La
afinación está errada también? ¡No sabía eso! [risas]
¿Ese
solo fue compuesto?
No,
lo hice de una. Pienso que fue una de las primeras cosas que hice usando un
Marshall. “Bring It On Home” también fue grabada usando un Marshall.
¿Qué
te llevó a usar amplificadores Marshall?
En
esa época era lo más avanzado y lo que todos querían usar. También eran muy
buenos para usarlos en las giras. Yo estaba teniendo bastantes problemas con
los amplificadores que venía usando, se les quemaban los fusibles o todo lo demás.
Eso fue para el tiempo en que yo había empezado a usar la Les Paul, y eso que
era un equipamiento clásico. Nada fuera de lo común.
Incontables
guitarristas han tratado de recrear tu sonido de guitarra en “Whole Lotta Love”.
¿Cómo hiciste para crear el sonido de guitarra rítmica?
Yo
usé micrófonos distantes en esa. El uso de micrófonos, como te decía antes, es
toda una ciencia. Ya había escuchado acerca de que la distancia genera
profundidad en el sonido, con lo que obtenés un sonido más gordo de guitarra. En
mis días como sesionista, ponían los micrófonos casi pegados a los
amplificadores, por lo que tenía que bajar el volumen del amplificador. Para la
época de Led Zeppelin I, yo empecé a
aprender cómo usar los micrófonos a distancia.
Vos
usabas amplificadores pequeños, como los Supro. Ellos no eran muy potentes.
El
primer álbum de Zeppelin fue hecho todo con un Supro. Es un amplificador que
tiene un parlante de 12 pulgadas. Pero solo con eso, un wah-wah, un pedal de
potencia y una Telecaster, ya tenés una gran variedad de sonidos a tu disposición.
¿Qué
amplificadores usaste en Led
Zeppelin II?
Yo
tenía un amplificador Vox.
¿También
usaste un Vox en “Whole Lotta Love”? ¿Un AC30?
Puede
ser; pero en esa época, también usaba un amplificador (Vox) de estado sólido.
Verás, eso fue lo que pasó con los Supro. Yo hablé de ellos en unas
entrevistas, entonces la gente fue corriendo a comprarlos ¡y yo no pude
conseguir uno de ellos nunca más! [risas] En realidad, como dije antes, para el
tiempo en que estábamos haciendo “Heartbreaker” y “Bring It On Home”, ya tenía
algunos Marshall.
¿De
100 Watts?
Tal
cual.
¿Grabaste
la rítmica en “Whole Lotta Love” con el amplificador al mango?
Oh,
sí. Bien al palo.
¿Usaste
algún pedal de distorsión para ese sonido?
Usé
la distorsión del amplificador. Lo controlé hasta el punto máximo que se la
bancaba.
¿Usaste
un wah-wah pisado en el solo?
Sí.
Como sabés, hice lo mismo en “Communication Breakdown”. Eso me dio un sonido
bien ruidoso.
¿Qué
guitarra usaste en “Whole Lotta Love”?
La
Les Paul. Había estado usando una Black Beauty, pero me la afanaron en Norteamérica.
Desapareció en un aeropuerto, en algún lugar ente Boston y Montreal. Un montón
de mi trabajo en el estudio se fue con esa guitarra. Me gustaba tanto que ni la
sacaba de mi casa. Lo gracioso fue que, una vez que la saqué, ¡me la robaron! Sin
embargo, yo venía usando la Telecaster, y Joe
Walsh –quien había estado en el Fillmore por esa época- me dijo que tenía
esta Les Paul… Bueno, él me buscó para vendérmela, básicamente… y cuando la
toqué fue adorable. Era una Les Paul del ´59, y él quería venderla por 500 dólares,
un buen precio para esa época. Por supuesto, una vez que yo empecé a tocarla,
ya no valía ese precio… [risas]
Entrevistas:
Greg Di Bennedetto, Joseph Bosso y Brad Tolinski (para Guitar World, enero
1991 y diciembre 1993).
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