“El dúo acústico”. Simplemente así titulaba la
revista Pelo (en su edición número
32, de septiembre de 1972), una de las primeras notas –sino la primera- dedicada
al debut discográfico de dos pibes que iban a hacer historia. El disco en cuestión, grabado entre agosto y
octubre del ´72, se llamaba Vida,
y el dúo, por supuesto, Sui Generis. Justo cuando
falta menos de un mes para que se cumplan 40 años del famoso Adiós Sui Generis, es una buena
oportunidad para ver que se decía de Charly García y Nito Mestre en aquel momento, cuando recién estaban dando sus primeros pasos hacía la
masividad. Para ello elegimos esta curiosa nota, que sin dar mayores
precisiones presentaba en sociedad a Sui.
En sí, es llamativo el poco espacio que se
le da en este artículo de Pelo a los nombres de los dos músicos, ya que solamente
se los detalla al pasar, como si fuera un dato meramente de color. Al
principio de la nota, se habla de que el ´72 es “sin duda el año de rock” ya
que “hoy más que nunca esta corriente músico-social se ha implantado en estas
tierras”; y a continuación se hacía hincapié en que este era “el advenimiento
de un rock con estilo propio y características definidas” entre el que se
destaca un movimiento denominado “rock acústico” que “no es tan nuevo, pero
siempre se mantuvo a un nivel subterráneo (…) Además se abrió otra puerta
importante: es la de las grabadoras. Es así como hay varios álbumes ya grabados
y otros en pleno proceso”.
Ok, hasta ahí todo bien. Se hace una
referencia al clima de la época, pero de los protagonistas de la nota ni
noticias… Tenemos que esperar hasta el tercer párrafo para ver quiénes son: “En
este momento hay muchos solistas y grupos de rock acústico que ya cuentan con
la aprobación del gran público. Entre estos grupos hay un dúo que está siendo conocido
a través de varios conciertos importantes, ellos son Sui Generis.” Después de esta presentación hay un breve recorrido
de la historia del dúo, desde el momento que fue fundado el grupo, dos años
antes “con seis personas que hacían rock eléctrico”, hasta la decantación en
dúo. Luego, mucha más cháchara acerca de
las aventuras de los muchachos hasta ahí, y recién en el ¡décimo! párrafo se cuenta que “hace ya varias semanas el grupo se encuentra en la grabación de su
primer LP. El álbum que ellos están grabando en los estudios Phonalex para el
sello Microfón se titula Vida. En la confección
(sic) de este disco, aparte de los chicos del dúo Nito: flauta y canto; Charlie
(sic): piano, guitarra y canto; participan: Claudio Gabis: guitarra eléctrica; Francisco Prati: batería; Alejandro
Medina: en el bajo y Pinchevsky:
en el violín”.
Más allá de que nunca se informe acerca de
sus apellidos, porque en toda la nota se los nombra como “Nito” y “Charlie” a
secas, ahora parece tierna e inocente la forma en que se cuenta como era la dinámica
de Sui Generis durante la grabación de
su primer disco: “Además de sus funciones habituales en el grupo Nito debió
doblar las flautas y canto. Charlie tocó: piano, órgano, las guitarras acústicas
y también cantó.” Por supuesto, se informa que “el disco consta de diez temas,
todos compuestos y arreglados por Charlie, quien parece ser un fecundo
compositor”.
Lo que no se decía en la nota es que el
disco en cuestión contaba con la producción artística de Billy Bond. Y es que, cuando el sello Talent contrató a Charly y Nito, como para darle un
toque de electricidad y contundencia de rock a las canciones acústicas del repertorio
de Sui, el productor y manager Jorge
Álvarez contó precisamente con la ayuda de varios integrantes de La Pesada del Rock N´Roll (Gabis, Medina y Pinchevsky),
el grupo todoterreno liderado por el gran Bondo. Estos, en ese momento, eran los músicos
más requeridos como sesionistas en la escena del rock argentino. El único integrante de la formación original
de Sui Generis que participaría en las sesiones fue el baterista Francisco Pratti.
Según cuenta Charly (o “Charlie”) en esta nota de Pelo, “en este LP hicimos lo que nosotros deseábamos: folk-rock y rock-acústico.
La temática del disco es muy concreta no existe surrealismo alguno. Hay temas
de amor, de nuestra ciudad, de sus clásicos personajes diarios. Musicalmente para
el que lo escuche notará una semejanza en la melodía y en los arreglos con Elton John, creo que eso es lo que
quería lograr sin perder nuestra esencia musical. Creo en definitiva que este álbum
va a gustar. Porque hemos logrado sonidos muy originales dentro del rock”. A
lo que Nito agregaba: “A este disco lo hacemos con mucha gana y
cariño porque es lo que nosotros deseábamos. Aparte contamos con la colaboración
de muy buenos músicos a nivel técnico y humano”.
Por supuesto que el álbum gustó y mucho, como
predecía Charly, pero su grabación no fue un lecho de rosas, ya que la tensión de
trabajar con músicos experimentados como los de la Pesada, puso a prueba el
aplomo de García, quién comenzó a forjar su personalidad como líder ante la
mirada juzgadora de los “pesados”. Incluso, Mestre alguna vez recordó las
cargadas que recibió, durante la grabación de las voces de un tema, cuando se
le atoró un “gallito” en la garganta…
Quizás en empatía con su productor
artistico, con respecto al presente y futuro de la música progresiva argentina,
Charly decía: “Se ha logrado un buen nivel técnico y hoy existen buenos músicos.
Además se ha tomado conciencia de lo que es una grabación de rock, que quizás
faltan ideólogos en la faz creativa. Gente que sirva de guía, pero ese es un proceso que se va a
dar muy lentamente, ahora que cuando se dé se va a romper todo”. Sí, en
sintonía con el “rompan todo”, que el Bondo
gritaría poco tiempo después en el tristemente célebre recital de La Pesada en
el Luna Park, García predecía el
futuro boom del rock argentino, del cual él mismo sería un protagonista
central. A estas declaraciones de su compañero Nito añadía, “ídem, y quiero
agregar que la idea del rock acústico es muy nueva por eso es que no hay mucha
gente que esté bien en la verdad. Yo me identifico con tres: Litto Nebbia, Roque Narvaja y los
fenecidos Pedro y Pablo”.
Por supuesto, luego de la edición de Vida en noviembre de 1972, con temas
inmortales como “Canción para mi muerte”, “Necesito”, “Cuando comenzamos a
nacer” o “Quizás porque”, la popularidad de Sui Generis creció a pasos agigantados, hasta llegar a su despedida
tres años después, convirtiéndose en el primer éxito masivo del rock
argentino, luego de Almendra. Y
buena parte de ese rápido suceso de Sui se debería a su aparición en el III
Festival BaRock del ´72, el cual sería filmado por Aníbal Uset en Rock hasta que
se ponga el sol (1973), casi el Woodstock
vernáculo. Allí, Charly y Nito aparecían interpretando “Canción para mi muerte”,
un tema que ya está incluido en el panteón de los mayores clásicos de la música
popular argentina de todos los tiempos. Se ve que este “dúo acústico” prometía
mucho, ¿no?
E.A.
Linda nota. Lo único que me parece que el primer éxito del rock argentino fueron "Los Gatos", no Almendra.
ResponderEliminarHola, Liman. Coincidimos con tu apreciación porque, por supuesto, Los Gatos fue un grupo muy exitoso, tanto en Argentina como en varios países de Latinoamérica. Lo que se datalla en la nota es que Sui Generis fue el primer éxito masivo del rock argentino luego de Almendra; y el primer fenómeno de convocatoria que excedió, incluso, los ámbitos del género, en esos tiempos aun under. Igual, es tan solo un mínimo detalle de apreciación. Desde ya, muchas gracias por leer la nota y comentarla. ¡Abrazo!