miércoles, 25 de noviembre de 2015

RINGO STARR: Con una ayudita de sus amigos...



Se dice que mil novecientos setenta y tres fue uno de los años más prolíferos de la historia del rock, debido a la incesante cantidad de álbumes clásicos que fueron editados. Uno de ellos fue Ringo, de Ringo Starr. Un disco soberbio, quizás el mejor de todos los que editó el ex baterista de los Beatles, y la vez que más cerca estuvieron de volver a grabar juntos en un mismo elepé los fab four.

Recordemos que, aunque parezca mentira, a solo tres años de su separación, en 1973 era casi una quimera soñar con una posible reunión de los Beatles. Cada uno estaba en la suya: Lennon establecido en los Estados Unidos, a punto de ingresar en su demente Fin de Semana Perdido; Harrison dedicado de lleno a su carrera solista; y McCartney empezando a tener éxito, junto a su mujer Linda y Danny Laine, en Wings. En esa época Apple, el sello –emprendimiento comercial y artístico – de los Beatles, era un cadáver viviente, una manzana podrida por dentro, que sólo funcionaba como fachada para distribuir las reediciones del grupo, las recopilaciones, y los álbumes nuevos de Ringo, George y John; ya que Macca se había separado de la ligazón que los unía a los otros tres, demandándolos en los tribunales, por estar en desacuerdo con los manejos del manager Allen Klein.

Todavía faltaban más de dos años, para que a fines de 1975, finalizaran los contratos que los unían y se diluyera legal y comercialmente la sociedad beatle. Ni siquiera se habían puesto de acuerdo para juntarse en el Concierto para Bangladesh, organizado por George en agosto de 1971; un evento de caridad para ese país asiático, que tuvo lugar en el Madison Square Garden de Nueva York, en el que sólo participó Ringo ya que Lennon se negó (a último momento) a subir al escenario, por no aceptar a tocar sin Yoko Ono, y McCartney por no querer aparecer tan pronto en público junto a los otros tres. En medio de tantos líos comerciales y jurídicos, una de las pocas cosas en las que coincidían John, George y Paul era en que había que ayudar a Ringo para que lograra hacer despegar su carrera solista. Starr estaba bastante desorientado, luego de haber editado dos álbumes y un par de singles con poco éxito, durante 1971 y 1972. 

Ringo en el estudio de grabación, junto a Lennon y el productor Richard Perry

Ringo Starr era el baterista del jet set, se la pasaba disfrutando de la buena vida en Mónaco, en fiestas y casinos, con actores amigos y tocando en los discos de varios músicos; pero se deprimía por el errante rumbo artístico que había tomado su carrera. Pero todo iba a cambiar con la edición de Ringo. El disco fue producido por Richard Perry, un tipo con mucho oficio que venía de resucitar la carrera de Harry Nilsson, y que contó con la pequeña ayuda de varios amigos, compositores, cantantes e instrumentistas de gran valía en el mundo del rock como Nicky Hopkins (piano), Jim Keltner (batería) y Klaus Voorman (bajo); los que se juntaron para darle una mano a Starr. Pero lo principal, como habíamos dicho antes, es que este álbum fue lo más parecido a una "reunión" beatle. 

Si bien no estuvieron los cuatro juntos en alguna canción, todos (por separado) participaron en el armado del disco. Así, por ejemplo, George Harrison toca la guitarra en varios temas, entre ellos en uno de John Lennon llamado "I'm the Greatest", en donde el propio John toca el piano y hace coros. Una vez más, como en la época de los Beatles, Lennon había escrito un tema a la medida de Starr, con una jocosa letra en la que el baterista repasaba su vida en primera persona, refiriéndose a sí mismo como Billy Shears (el mismo seudónimo que había usado en Sgt. Pepper´s Lonely Heart Club Band, cuando cantó el tema "With a Little Help From My Friends"). De acuerdo a unos rumores, Harrison disfrutó tanto el hecho de tocar de nuevo con Ringo y John en la grabación de este tema, que le preguntó a Lennon si no le gustaría formar un trío con él y Starr, para seguir tocando juntos en forma permanente. Dicen que John ni siquiera se dignó a contestarle... Por su parte, McCartney, grabando por separado de Lennon y Harrison, aportó un muy buen tema llamado “Six O'Clock”, donde le hace “la segunda” a Ringo cantando a dúo con éste. Otros temas destacados de Ringo fueron "Photograph", una hermosa canción melancólica (compuesta por George y Ringo) y la alegre "Oh My My" (de Ringo y Vinnie Poncia.) Sin embargo, el mayor éxito del disco sería un cover de un viejo tema de Johnny Burnette, uno de los pioneros del rock: "You're Sixteen". Una canción deliciosa, de la que Ringo se apropia desarrollando una gran labor, acompañado en coros por Harry Nilsson y Paul McCartney, y con Lennon haciendo jocosas acotaciones vocales.

El álbum también traía una versión de "Have You Seen My Baby", un gran tema de Randy Newman, que contó con la participación de Marc Bolan (de T-Rex) en guitarra. También se destaca el impresionante rock "Devil Woman" (de Ringo y Poncia), tan bueno como los otros hits del álbum. “Sunshine Life for Me (Sail Away Raymond)” era una alegre canción campirana compuesta por Harrison y “Step Lightly” el único tema compuesto en soledad por Starr. Ringo finalizaba con “You and Me (Babe)” (de Tom Evans y Harrison), un tema en el que Starr se despedía, agradeciendo a sus amigos por haberlo ayudado a realizar este álbum.

Años más tarde, en 1991, Ringo sería reeditado en CD con tres bonus tracks muy interesantes: “Down and Out”, "It Don't Come Easy" (el primer single exitoso de Ringo de 1971) y "Early 1970" (lado B del anterior), en el que Starr contaba, en tono de broma, como tuvo que afrontar los duros primeros tiempos, posteriores a la separación beatle.

Por supuesto, la buena senda de Ringo sería continuada, un año después, con la edición de Goodnight Vienna, otro larga duración que contó con colaboraciones variadas como las de John Lennon (que compuso el temazo que le da nombre al álbum), Elton John, Dr. John, Billy Preston, Robbie Robertson y, otra vez, Harry Nilsson. Ambos discos serían, por lejos, lo mejor editado por Starr en años. Recién volvería a la buena senda, luego de una serie de mediocres y caricaturescos álbumes, en 1992, con Time Takes Time. Pero eso, como ya saben, es otra historia.

Emiliano Acevedo



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