Volvemos
a 1977 y nos encontramos con Orion´s
Beethoven, banda fundamental del rock progresivo argentino. Esta
entrevista salió en la efímera revista Roll,
editada por Magendra, y en ella los integrantes del grupo hablan de su último disco hasta
esa fecha, intitulado Tercer Milenio.
En ese momento el grupo
estaba formado por Adrián Bar: guitarra; José Luis González: batería; Román Bar: bajo y
voz; y Petty Gulache: voz.
Hay que recordar que si bien ésta fue
una de las agrupaciones más duraderas del rock argentino, el mayor escollo que
encontraron fue la dificultad para grabar este segundo disco, hecho que los
llevó al borde de la disolución ante la imposibilidad de lanzar el álbum ya
listo, en año 1974.
Así
llegamos a 1977, con la incorporación del cantante Petty Guelache y la edición de
este demorado segundo disco.
Esta
es una charla muy interesante, en donde los músicos dan cuenta de sus
presunciones –por momentos, increíblemente intuitivas y acertadas- acerca del
futuro que se venía, a apenas 23 años de llegar a este Siglo XXI que ya estamos
transitando hace rato.
ORION´S BEETHOVEN: La Alienación del
Futuro
Desde
el pasado musical, en el que Ludwig Van
Beethoven marcó uno de los hitos, hasta la referencia sobre la cosmovisión
futurista que plantea la constelación de Orión, el largo receso en la vida de Orion´s Beethoven consolidó su parábola
inicial: el campo de exploración en el rock agresivo asimiló el vuelo de sus
letras, encaminadas a bosquejar un presagio apocalíptico sobre el año 2000. La temática
de su primer álbum de esta segunda época, Tercer
Milenio, recupera la quintaesencia de su génesis: rastrear, a través de la música,
la imagen que proponen las letras de sus temas, centradas en el devenir
deshumanizado, mecanizado, de la comunicación humana.
El
recurso de hacer malabarismos con el tiempo, trastocarlo, dibujar el presente
con las palabras de un futuro de una epopeya científica derivada en una forma
de convivencia insensible y sometida a los múltiples mecanismos de precisión y
control, es el que viabilizó la propuesta actual de Orion´s Beethoven, en una
obra que tiende a conjugar equilibradamente música y letras bajo un concepto
unitario. Después de conocer su fundamento, su música adquiere una dimensión
más amplia, más comprensible. Probablemente, la incorporación de Petty Guelache
como vocalista otorgó mayor libertad al trabajo instrumental del resto, que
buscó da mayor preponderancia a los teclados. De todas maneras, para Orion´s
Beethoven la importancia de su presente se encuentra en su perspectiva
futurista, luego de superar su pasado, el de su primera fase, luego de su
primer álbum, Superángel (1973)
ENTREVISTA: ¿Por qué el grupo desapareció por tanto tiempo?
Ronan Bar: Veníamos
tocando desde hace bastante, y traíamos un desgaste grande, por problemas
personales, con la compañía y de todo tipo. Llegó el momento en que teníamos que
parar. Podíamos haber cambiado de integrantes o intentado otras cosas, pero
decidimos detenernos y repensar las cosas. Fueron casi dos años de descanso.
Adrián Bar:
Quiero aclarar una cosa con respecto a la música pesada o fuerte que estamos
haciendo ahora. En mi caso personal, cuando me pongo a componer no decido de
antemano hacer temas en la onda jazz-rock, porque está de moda. Cuando me pondo
a componer algo, me sale esto. No es que decidimos hacer una música más o menos
pesada, sino que nos pusimos a tocar y salió lo que estamos haciendo; más allá
de que esté de moda mezclar el rock con el tango. Lo que estamos haciendo suena
estrictamente como Orion´s Beethoven; es música fuerte pero elaborada. La gente
tiende a comparar. Tenemos muchas influencias, pero eso no significa que
sonemos parecido a un grupo en particular. Resulta que el rock nació en Estados
Unidos. Puede venir del blues, los negros o África; no está exactamente
definida de donde proviene su raíz. Entonces, de base, el rock es universal. Ya
no existe el concepto de que el rock es penetración cultural de Estados Unidos.
El rock es argentino como puede ser yugoslavo o norteamericano.
Ronan Bar:
No creo que para el rock suene a argentino, para que tenga pautas del lugar
donde estamos viviendo, tengamos que utilizar un bandoneón o compás de dos por
cuatro. Pienso que, aunque no nos lo propongamos, si las cosas que hacemos son
honestas van a sonar a Buenos Aires.
¿Cómo
surgió el título del álbum y que temática lo caracteriza?
Adrián Bar:
El nombre salió de uno de los temas, “Niño del tercer milenio”. Tercer milenio
significa año 2000, es un futuro inmediato. Ese tema pinta como pienso que van
a ser los chicos del año 2000, los chicos superdotados –que ya hay-, mutantes. La
letra del tema habla, en un verso, de un niño muerto en cuclillas, y esto se ve
ahora en las guerras de África, Biafra, en las fotos de chicos raquíticos muertos;
es muy actual. Que la sociedad está totalmente mecanizada, también se ve ahora.
No necesariamente los chicos, los seres humanos, están mecanizados, sino que
crecen con sentimientos diferentes, quizás
un poco más crueles y egoístas. Probablemente, no hay lugar para el
romanticismo. En esa canción hay pantallazos, imágenes, durante uno de los
tantos años después del año 2000; es después de una guerra nuclear. Por ejemplo,
hay radioactividad en el aire, hay hambre en muchos lugares; y es cuando la
humanidad comienza a erigir nuevos mitos, nuevos dioses, un nuevo renacimiento.
¿A
que atribuyen la creciente mecanización del hombre?
Petty Gulache:
Algo que quiero marcar es que todo el mundo llega a plantearse esas cosas a
esta edad, 24, 25 años. Y tenés todo lo otro que te vienen metiendo por todos
lados, por ojos –a través del televisor, por ejemplo-, desde que sos muy chico.
Es un todo empezar ahora, y hay algunos tipos, como nosotros, que se dan
cuenta. O no.
Adrián Bar:
Una de las causas es el confort, directamente. Todo el día te pasan una
propaganda de una heladera para que la gente comience a comprarse cosas para
estar mejor, más confortable, trabajar menos; y las personas se pasan todo el día
viendo televisión y empiezan a pensar menos, preguntarse menos el porqué de
cada cosa. Está todo mecanizado –las tareas en la casa, en la calle-, lo que
hace que el ser humano valga cada vez menos. Va a llegar el momento en que nos
vamos a dejar dominar por las máquinas; entonces sí vamos a ser unos inválidos.
Porque cuando no funcionen más las máquinas, va a empezar el caos.
Petty Gulache:
No sé, pero pienso que viene más o menos el caso. Estoy leyendo un cuentito de Ray Bradbury. “El asesino”, que trata
de un tipo que está alienado por un montón de relojes pulsera, transmisores,
heladeras, y comienza a romper todas esas cosas. Para la sociedad, desde ese
momento el hombre es un asesino, y lo internan en una clínica psiquiátrica. Todo
eso porque en determinado momento iba en un colectivo al lado de otro tipo, que
como tantos, le informaba a la mujer que calles cruzaba, hasta que, con un
aparato que tenía interrumpió todo ese tipo de comunicaciones y se produjo un
caos. Al paso que vamos es muy factible que caigamos en una situación parecida.
Ronan Bar:
El asunto es valernos de las máquinas y
los medios que inventamos, y no depender de ellos. No es tampoco tirar
todo por la ventana e irnos a vivir a una granja. En el bajo que estoy usando,
estuvieron trabajando un montón de tipos durante horas en la línea de montaje. La
cuestión es no esclavizarse con eso.
¿Mecanización
o alienación?
Adrián Bar: Mecanización
mal utilizada es alienación. El tipo que trabaja todo el día para tener
máquinas, no entiendo cuándo puede llegar a disfrutar todo eso. Pienso que
trabaja nada más que para tenerlas. Y el “status” existe hasta en la música,
maneja todo.
ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA
ROLL, OCTUBRE DE 1977.
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