domingo, 22 de abril de 2018

ORION´S BEETHOVEN: La Alienación del Futuro (Revista Roll, octubre 1977)


Volvemos a 1977 y nos encontramos con Orion´s Beethoven, banda fundamental del rock progresivo argentino. Esta entrevista salió en la efímera revista Roll, editada por Magendra, y en ella los integrantes del grupo hablan de su último disco hasta esa fecha, intitulado Tercer Milenio.

En ese momento el grupo estaba formado por Adrián Bar: guitarraJosé Luis González: batería;  Román Bar: bajo y voz; y Petty Gulache: voz. 

Hay que recordar que si bien ésta fue una de las agrupaciones más duraderas del rock argentino, el mayor escollo que encontraron fue la dificultad para grabar este segundo disco, hecho que los llevó al borde de la disolución ante la imposibilidad de lanzar el álbum ya listo, en año 1974.

Así llegamos a 1977, con la incorporación del cantante Petty Guelache y la edición de este demorado segundo disco.

Esta es una charla muy interesante, en donde los músicos dan cuenta de sus presunciones –por momentos, increíblemente intuitivas y acertadas- acerca del futuro que se venía, a apenas 23 años de llegar a este Siglo XXI que ya estamos transitando hace rato.

ORION´S BEETHOVEN: La Alienación del Futuro

Desde el pasado musical, en el que Ludwig Van Beethoven marcó uno de los hitos, hasta la referencia sobre la cosmovisión futurista que plantea la constelación de Orión, el largo receso en la vida de Orion´s Beethoven consolidó su parábola inicial: el campo de exploración en el rock agresivo asimiló el vuelo de sus letras, encaminadas a bosquejar un presagio apocalíptico sobre el año 2000. La temática de su primer álbum de esta segunda época, Tercer Milenio, recupera la quintaesencia de su génesis: rastrear, a través de la música, la imagen que proponen las letras de sus temas, centradas en el devenir deshumanizado, mecanizado, de la comunicación humana.


El recurso de hacer malabarismos con el tiempo, trastocarlo, dibujar el presente con las palabras de un futuro de una epopeya científica derivada en una forma de convivencia insensible y sometida a los múltiples mecanismos de precisión y control, es el que viabilizó la propuesta actual de Orion´s Beethoven, en una obra que tiende a conjugar equilibradamente música y letras bajo un concepto unitario. Después de conocer su fundamento, su música adquiere una dimensión más amplia, más comprensible. Probablemente, la incorporación de Petty Guelache como vocalista otorgó mayor libertad al trabajo instrumental del resto, que buscó da mayor preponderancia a los teclados. De todas maneras, para Orion´s Beethoven la importancia de su presente se encuentra en su perspectiva futurista, luego de superar su pasado, el de su primera fase, luego de su primer álbum, Superángel (1973)

ENTREVISTA: ¿Por qué el grupo desapareció por tanto tiempo?
Ronan Bar: Veníamos tocando desde hace bastante, y traíamos un desgaste grande, por problemas personales, con la compañía y de todo tipo. Llegó el momento en que teníamos que parar. Podíamos haber cambiado de integrantes o intentado otras cosas, pero decidimos detenernos y repensar las cosas. Fueron casi dos años de descanso.
Adrián Bar: Quiero aclarar una cosa con respecto a la música pesada o fuerte que estamos haciendo ahora. En mi caso personal, cuando me pongo a componer no decido de antemano hacer temas en la onda jazz-rock, porque está de moda. Cuando me pondo a componer algo, me sale esto. No es que decidimos hacer una música más o menos pesada, sino que nos pusimos a tocar y salió lo que estamos haciendo; más allá de que esté de moda mezclar el rock con el tango. Lo que estamos haciendo suena estrictamente como Orion´s Beethoven; es música fuerte pero elaborada. La gente tiende a comparar. Tenemos muchas influencias, pero eso no significa que sonemos parecido a un grupo en particular. Resulta que el rock nació en Estados Unidos. Puede venir del blues, los negros o África; no está exactamente definida de donde proviene su raíz. Entonces, de base, el rock es universal. Ya no existe el concepto de que el rock es penetración cultural de Estados Unidos. El rock es argentino como puede ser yugoslavo o norteamericano.
Ronan Bar: No creo que para el rock suene a argentino, para que tenga pautas del lugar donde estamos viviendo, tengamos que utilizar un bandoneón o compás de dos por cuatro. Pienso que, aunque no nos lo propongamos, si las cosas que hacemos son honestas van a sonar a Buenos Aires.

¿Cómo surgió el título del álbum y que temática lo caracteriza?
Adrián Bar: El nombre salió de uno de los temas, “Niño del tercer milenio”. Tercer milenio significa año 2000, es un futuro inmediato. Ese tema pinta como pienso que van a ser los chicos del año 2000, los chicos superdotados –que ya hay-, mutantes. La letra del tema habla, en un verso, de un niño muerto en cuclillas, y esto se ve ahora en las guerras de África, Biafra, en las fotos de chicos raquíticos muertos; es muy actual. Que la sociedad está totalmente mecanizada, también se ve ahora. No necesariamente los chicos, los seres humanos, están mecanizados, sino que crecen  con sentimientos diferentes, quizás un poco más crueles y egoístas. Probablemente, no hay lugar para el romanticismo. En esa canción hay pantallazos, imágenes, durante uno de los tantos años después del año 2000; es después de una guerra nuclear. Por ejemplo, hay radioactividad en el aire, hay hambre en muchos lugares; y es cuando la humanidad comienza a erigir nuevos mitos, nuevos dioses, un nuevo renacimiento.

¿A que atribuyen la creciente mecanización del hombre?
Petty Gulache: Algo que quiero marcar es que todo el mundo llega a plantearse esas cosas a esta edad, 24, 25 años. Y tenés todo lo otro que te vienen metiendo por todos lados, por ojos –a través del televisor, por ejemplo-, desde que sos muy chico. Es un todo empezar ahora, y hay algunos tipos, como nosotros, que se dan cuenta. O no.
Adrián Bar: Una de las causas es el confort, directamente. Todo el día te pasan una propaganda de una heladera para que la gente comience a comprarse cosas para estar mejor, más confortable, trabajar menos; y las personas se pasan todo el día viendo televisión y empiezan a pensar menos, preguntarse menos el porqué de cada cosa. Está todo mecanizado –las tareas en la casa, en la calle-, lo que hace que el ser humano valga cada vez menos. Va a llegar el momento en que nos vamos a dejar dominar por las máquinas; entonces sí vamos a ser unos inválidos. Porque cuando no funcionen más las máquinas, va a empezar el caos.
Petty Gulache: No sé, pero pienso que viene más o menos el caso. Estoy leyendo un cuentito de Ray Bradbury. “El asesino”, que trata de un tipo que está alienado por un montón de relojes pulsera, transmisores, heladeras, y comienza a romper todas esas cosas. Para la sociedad, desde ese momento el hombre es un asesino, y lo internan en una clínica psiquiátrica. Todo eso porque en determinado momento iba en un colectivo al lado de otro tipo, que como tantos, le informaba a la mujer que calles cruzaba, hasta que, con un aparato que tenía interrumpió todo ese tipo de comunicaciones y se produjo un caos. Al paso que vamos es muy factible que caigamos en una situación parecida.
Ronan Bar: El asunto es valernos de las máquinas y  los medios que inventamos, y no depender de ellos. No es tampoco tirar todo por la ventana e irnos a vivir a una granja. En el bajo que estoy usando, estuvieron trabajando un montón de tipos durante horas en la línea de montaje. La cuestión es no esclavizarse con eso.

¿Mecanización o alienación?
Adrián Bar: Mecanización mal utilizada es alienación. El tipo que trabaja todo el día para tener máquinas, no entiendo cuándo puede llegar a disfrutar todo eso. Pienso que trabaja nada más que para tenerlas. Y el “status” existe hasta en la música, maneja todo.

ENTREVISTA PUBLICADA EN LA REVISTA ROLL, OCTUBRE DE 1977.





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