sábado, 8 de diciembre de 2018

Pegaso en Gregon Bar: Hijo del Mar y la Sangre

Viernes de noviembre, veintidós horas, se va juntando el público en el Gregon Bar, en el barrio de Almagro. ¿El motivo? Toca Pegaso. Bajo el nombre del mítico caballo alado de Zeus, nacido del mar y la sangre derramada de la Medusa, emerge el trío local vigente más fiel a la iniciática cultura rock argentina.

Gustavo “Pegaso” Álvarez es el cantante, guitarrista y autor de la obra que tiene sus bases a comienzos del año 92, dueño de un rock que enlaza lo clásico sofisticado y lo místico melodioso. Su trayectoria es larga. Oriundo del barrio de La Paternal, tiene un recorrido en la escena que comienza en los 80, tomando clases de guitarra con Pedro Grosso, pasando luego por la escuela de Javier Malosetti y el Conservatorio Manuel de Falla. Y es a los 17 años que decide comenzar a dar clases, para ya en 1984 comenzar a subirse a los escenarios junto a diversas y reconocidas figuras, como Black Amaya, Jorge Pinchevsky, Manu Chao y Alejandro Medina, entre varios nombres. Grabó también guitarras para la serie web Vera Blum, un programa de contenidos de Telefé junto a Gustavo Trichilo.

Haciendo historia, ya en su excelente primer disco homónimo, la banda busca innovar a través de la técnica de los instrumentos, las voces y las letras hasta las progresiones armónicas, las ocurrentes melodías y el tratamiento de la obra como conceptual, en una verdadera declaración de principios.

Cada blues, rock o canción de Pegaso tiene una identidad clara, un avatar que lo caracteriza con la astucia de reinventar el bagaje que este artista supo recoger a lo largo de su trayectoria con ineludibles reminiscencias a Deep PurpleBlack SabbathManalPappoSteve Vai, Brian May, entre otros. Equipado tan solo con un Wah Wah y un  JCM800, sus riffs son tan distintivos que transmiten heterogéneos matices, acoplándose al sentimiento de blues impregnado en sus letras vívidas con la ayuda de su voz nocturna. Los solos, plenos de refinados bendings bluseros, y la especial técnica, tan característica que utiliza con la palanca de su Strato japonesa, generan una experiencia digna de disfrutar en disco y más aún en vivo.
  
Volviendo al Gregon, de pronto sonaron los dos golpes de redo y la grave frecuencia de un MI cabalgando al caballo desbocado que soltaba el primer riff de “Otra Noche En La Tierra”. Pegaso ya se encuentra en el escenario con una remera homenaje a su amigo, el Negro” García López, en el día de su nacimiento, el nueve de noviembre, fecha cabalística si las hay.

Quienes nos encontrábamos en medio del jolgorio sentimos el llamado desde adentro del local. “Vamos a andar por la oscura ciudad…” relinchó Álvarez para invocar al público presente. Ingresamos volando, con la puntería de una flecha zen a cubrirnos de la Noche Gris y disfrutar de éste intenso show.
El existencialismo supura en sus letras, cargadas de una esencia porteña donde transcurren múltiples de esas historias bellas, duras y sensibles que habitan las grandes ciudades.

A través de una presentación contundente de 21 temas, (que fueron eligiendo los fans a través de una publicación del grupo en redes sociales) Álvarez le dedicó el show completo, con especial mención en el tema “Mesero”, a la memoria del Negro García López, con quien compartió shows, escenarios y una entrañable amistad. 


Se destacaron las nuevas creaciones “Viajero” y la introducción celta en “Más allá del mar”, además de clásicos como Caras en el Parque”,” Tren Azul” y “Aeroblus”También estuvo de invitado el guitarrista Georgie Zilifian, haciendo un dúo de alto vuelo junto a Gustavo Álvarez en “Encontrarás tu Paz”, para cerrar tocando como bis, a pedido del ferviente público, “Solo y Perdido” de Alejandro Medina.

Desde hace tiempo, acompaña a Álvarez una sólida pared de groove rockero: el baterista Claudio Palacios y el bajista Edelmiro Covelli, destacando a modo personal, una de las más eficaces formaciones que supo tener el trío a lo largo de estos años.  Más que una aplanadora, se pueden considerar un coloso con autonomía o, en todo caso, un tanque anti misiles ruso.

Sin dudas, un show para el recuerdo. Si pueden, no se pierdan cualquier oportunidad de ver en vivo a Pegaso, no se van a arrepentir…

Mauro Feola



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