martes, 24 de julio de 2018

YES, Time and a Word: Manjares sinfo-pop-psicodélicos



Time and a Word, el segundo álbum de Yes, fue editado el 24 de julio de 1970 y supuso un paso adelante en la historia de la banda, que ya contaba con mayor confianza en lo que respecta a su labor en el estudio de grabación. Sin embargo, al igual que su primer álbum, fue un fracaso comercial.

Yes venía de tocar como teloneros de The Nice en un show en el Royal Albert Hall en febrero de 1970, mientras preparaban el material que sería incluido en su segundo disco. Previamente a empezar dicha grabación, Yes alquiló una granja en Devon para ensayar y componer en un ambiente más relajado y cercano a la naturaleza.

Lamentablemente, para la época en que fue editado el disco, el guitarrista Peter Banks abandonaría el grupo. Lo positivo fue que sería reemplazado por un auténtico mago de las seis cuerdas: Steve Howe, ex miembro de The Syndicats, Tomorrow y Bodast. Howe, quien sería parte fundamental del sonido de Yes a partir de 1971, incluso aparece en la foto de la segunda tapa de Time and a Word, luego de que la tapa original, que incluía un dibujo de arte abstracto y moderno con un cuerpo femenino desnudo volando, fuera censurada.

Pero es Peter Banks quien toca en Time and a Word. Por otra parte, este segundo disco fue mucho más sofisticado que su predecesor, porque incluía arreglos orquestales en la mayor parte de las canciones, una experiencia que la banda repetiría 31 años después en Magnification (2001). Por otra parte, los elementos cósmicos, místicos y superrealistas de sus letras también se hicieron más evidentes en Time And A Word.

A esa altura, el grupo trataba de sonar más producido y sofisticado y por eso añadieron arreglos orquestales. El vocalista Jon Anderson comentó que en esa época había empezado a escuchar un montón de música clásica, que incluía a Los Planetas, de Gustav Holst; además de obras de Antonín Dvořák y Tchaikovsky; y esto lo había influenciado mucho, hasta llegar a la idea de querer ensamblar la música del grupo junto a la de una orquesta. De cualquier forma, mucho de lo mejor del sonido del álbum no corresponde a la participación de la orquesta, sino a las performances personales de Bill Bruford (batería), Chris Squire (bajo), Peter Banks y Tony Kaye (teclados). Asimismo, el grupo se estaba ensamblando en forma consistente, un hecho que sería más evidente en su futuro tercer LP. El hecho de que la orquesta hubiese sonado un tanto "apagada" a la hora de grabar, quizás se haya debido al hecho de que el productor Tony Colton consiguió un montón de músicos de sesión bastantes buenos, pero el arreglador Tony Cox no tenía el impulso necesario para incentivar a estos músicos.

LAS CANCIONES:

. Time and a Word abría con "No Opportunity Necessary, No Experience Needed", una versión de un tema original del cantautor norteamericano Richie Havens, escrito para la película The Big Country. Este cover recibía el típico tratamiento sonoro de Yes, gracias a una entrada imponente de los teclados de Tony Kaye, que dejaban espacio para la aparición impresionante de la orquesta, la que cede el paso a una brillante improvisación grupal con un toque jazzístico y buenísimas armonías.

. El tema original de Yes, "Then" (Anderson) era, por su parte, una impresionante muestra del poder musical que se estaba desarrollando en el seno del grupo. Aquí el acompañamiento orquestal es mínimo, hecho que permite a Kaye y Banks a explayarse en gran forma en órgano y guitarra, respectivamente. Mientras que la labor de Bruford es espectacular y descollante.

. Con la versión de "Everydays" (Stephen Stills), el grupo logró un gran ensamble entre la etérea voz de Anderson, los teclados de Kaye y la orquesta. Banks, un fanático de las bandas Californianas de los 60, eligió este tema de los Buffalo Springfield (grupo que alojó a Stills y Neil Young) para que Yes lo reversione dándole una onda jazzística y con "swing", pero bien al estilo "yessero".

. "The Prophet" (Anderson - Squire) era una pieza que también contenía varios fragmentos disimiles, en lo que a música respecta, y esto anticipó varias de las características melódico-rítmicas que más tarde Yes explotaría en sus futuros discos conceptuales como Tales from Topographic Oceans.

. Acerca de "Clear Days" (Anderson), Peter Banks comentó que Anderson quiso hacer aquí “su propio Eleanor Rigby", con cuartetos de cuerdas y todo, y en cierta forma lo consiguió, a pesar de no contar con el beneplácito del resto de los músicos del grupo.

. "Astral Traveller" (Anderson), como su título lo indica, era un auténtico "viaje" sonoro además de tener mucho que ver con la estética futurista y "sci-fi" aplicada por el grupo de acá en más. Banks dijo que este tema surgió de un riff de guitarra que devino en una posterior improvisación grupal.

. El final del disco llegaba de la mano de "Time and a Word" (Anderson –David Foster), una de las más hermosas (y simples) canciones grabadas por el grupo jamás. Peter Banks dijo que este tema surgió de la necesidad del grupo de tener una canción que pudiera ser como un himno. Anderson vino con la idea inicial y, tras varias discusiones, el grupo le fue dando forma al tema. Según Banks, la idea de componer esta canción le vino a Anderson luego de escuchar un día el clásico "Hey Jude", de los Beatles, en la radio del auto del guitarrista.


Finalmente, después de ser editado el disco, la fama del grupo aumentaría en Inglaterra, en especial luego de abrir una presentación de Iron Butterfly que fue vista por millones de televidentes.

Emiliano Acevedo



1 comentario:

  1. Qué discón, y qué menospreciado que está. Aparezco acá pq puse "Time and a Word analysis" y no sale nada de nada. Un desastre. Éxitos, placer la breve lectura. Saludos.

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