La Cultura Rock aún vive en los márgenes y estalla en los Intersticios...
jueves, 3 de diciembre de 2015
CUENTOS DEL FUTURO IMPOSIBLE: Paradojas del Rock Progresivo Argentino
Spinetta + Pomo + Machi = Invisible
Para entender
los ideales del rock progresivo argentino, y de donde surgió, hay que
retroceder en el tiempo hasta un show de Invisible en el Teatro
Astral, el 7 de marzo de 1974. Fue allí donde Luis Alberto Spinetta se enfrentó a una parte bastante hostil de su
público, acostumbrado al rock pesado de Pescado
Rabioso, el grupo anterior del Flaco.
Momentos después de que empezara el espectáculo, un asistente al show empezó a
dejar en claro cuál era la música que le gustaba en forma elocuente: “Luis Alberto, ¡movete más, saltá! ¡Antes te
movías mejor!” Impávido, desde el escenario, Spinetta apenas fue capaz de
discutir, tan solo contestó: “Claro, pero
a medida que va surgiendo la madurez y la profundidad en la música que hago
junto a Invisible creo que tenemos
la necesidad de mandar un mensaje más serio, porque no es cuestión de moverme y
moverme como si tuviera hormigas en el culo.”
En cierto
modo, la lucha de Spinetta era la
misma batalla interna a la que se enfrentaron los miembros de los diferentes
grupos que hacían rock progresivo en nuestro país. Había que hacer progresar al
pop, ese era el lema, sobreponiéndose a la elementalidad rítmica y la
precariedad tecnológica de la época con todos los aditivos músico-líricos que
fueran necesarios. Ahora bien, si la música del rock de mediados de los 70 podía
imaginarse como el dial de una mesa de mezclas, con el rock acústico de Sui Generis en un extremo y el rock
pesado y blusero de Pappo´s Blues en
el otro, la aguja que iba a ser conocida como “rock sinfónico” se asentó con
decisión en el medio.
El Reloj
De la misma forma, existieron distintas
fórmulas de entender ese concepto tan atractivo y peligroso del progresismo
rockero, porque no fueron lo mismo Invisible
que Crucis; Espíritu que El Reloj.
Incluso muchos elementos objetivos se subjetivaron en diversos cauces. Citemos
algunos. El sintetizador iguala (y hasta a veces reemplaza) al símbolo por excelencia del rock, la
guitarra eléctrica. El disco larga duración reemplaza a los simples. La música
no se baila, se escucha, se visualiza, se piensa. Abundan las referencias al
cosmos, a la exploración interior del sery a la épica simbolista; se intelectualiza casi todo. En esta búsqueda
artística, algunos músicos, como los integrantes de El Reloj, incluso deciden
anotarse en el conservatorio: “Empezamos
a estudiar los cinco en el Julián Aguirre de Banfield, a partir del 76, porque
queríamos perfeccionar la onda sinfónica. Yo estudiaba violonchelo y
contrabajo, Willy (Gardi) guitarra y violín, (Osvaldo) Zabala guitarra, (Luis) Valenti piano, y Juancito (Espósito)
timbales y los instrumentos percusivos de orquesta. Este paso por la música académica,
además de las escuchas de los discos de Yes
o Emerson, Lake & Palmer
–que nos encantaban- influenciaría mucho la composición de nuestro segundo
álbum”, recuerda Eduardo
Frezza, ex bajista y cantante del grupo.
Espíritu: Rock sinfónico y conceptual
En lo que
respecta a su impacto comercial, el rock progresivo, en un comienzo, no llegó a
ser un estilo lo bastante importante como para tener una sección propia en las
disquerías; más allá del éxito puntual de algunos grupos como Crucis o Espíritu. A la manera de las mamushkas, era un fenómeno subterráneo
dentro de otro fenómeno subterráneo mayor, como fue el rock argentino en los
afiebrados 70. Décadas más tarde (y en especial a partir de los 90, con el boom
de las reediciones en CD) el prog también
formó parte del revival nostálgico del rock setentoso, lo que posibilitó que desde
entonces haya locales dedicados al sinfónico, que incluyen la venta de
merchandising, desde remeras hasta tazas y relojes ilustrados con las tapas de
los álbumes clásicos de Genesis, Yes
o Rush; La Máquina de Hacer Pájaros
o Ave Rock.
ERASE UNA VEZ…
Ave Rock
¿Pero cuál
fue el origen de esta historia? Está claro que el terremoto cultural de fines
de los 60 desencadenó en el rock una voluntad de desbordar las fronteras
convencionales de la música que se tradujo en voluntariosos experimentos
vanguardistas. Sin dudas, el concepto de rock progresivo o “sinfónico” (como se
lo llamó vulgarmente) englobaba una gran variedad de tendencias, y tuvo su
momento de mayor esplendor en la primera mitad de los 70, principalmente en
Inglaterra aunque con un fuerte impacto en la Europa continental, en países
como Italia, Francia y Holanda, entre otros. En la mayoría de los casos se
intentó enlazar la búsqueda de nuevos sonidos con la tradición de la llamada
música culta. La música de grupos como Yes,
King Crimson, Genesis, Focus, Gentle Giant, Van Der Graaf Generator y
tantos otros era una curiosa alquimia de elementos y conceptos procedentes del
rock, la cultura hippie, la psicodelia y la inmensa tradición romántica europea.
Los Jaivas
Por su
parte, el rock argentino no se vio exento de este deseo de hacer obras más
elaboradas en donde primara la búsqueda de nuevas estructuras armónicas. Por
eso, inspirados por los experimentos progresivos de los grupos anglosajones, la
obra de bandas como Alas, Crucis,
Espíritu,Invisible, MIA (Músicos Independientes Argentinos), El Reloj, Canturbe, Bubu, Melimelum, Soluna, o el primer Seru Giran, durante el periodo 1974-1978, no son sino una
consecuencia lógica. Incluso el prestigioso grupo chileno Los Jaivas, escapando del régimen pinochetista, se asienta en el
Delta del Tigre, en donde componen buena parte de lo mejor de su repertorio,
sumergiéndose en la experimentación y la fusión rock de ritmos y géneros
latinoamericanos, durante la grabación de sus dos álbumes “argentinos”: El Indio (1976) y Canción del sur (1977).
Ahora bien,
cabe preguntarse, como se originó y de qué manera impactó este estilo en la
naciente música rock de nuestro país, para generar –casi en simultaneo con la
época dorada del género en Europa- una oleada de grupos progresivosque, emulando a sus pares del primer mundo rockero, crearon un corpus
interesantísimo de álbumes que mixturaron los sonidos avant garde del nuevo
rock electrónico internacional con músicas autóctonas como el tango o el
folklore.
Alas (Moretto, Zuker y Riganti) reciben la visita de Astor Piazzolla
Uno de los
grupos que mejor asoció la experimentación sonora con las raíces musicales del
tango fue Alas. Este trío,
liderado por el trompetista y tecladista Gustavo
Moretto fue elogiado por el mismísimo Astor
Piazzolla, quien se animó a decir que veía en ellos el futuro de la música
nacional: “En nuestro caso particular,
nosotros no queríamos hacer la música de Piazzolla, pero sí inspirarnos
en su obra. Astor había llevado
el tango a niveles de
complejidad de autores como Bela Bartok. Por eso queríamos seguir esa
veta, mixturándola con el lenguaje que traíamos incorporados como músicos de
rock, y llevarla hasta Schoemberg, hasta el dodecafonismo. Teníamos esa
voluntad, esa estructura y ese proyecto. Y Piazzolla entendió muy bien nuestro objetivo. Vio que nosotros
seguíamos su idea, su ejemplo, pero sin tratar de imitar su música”,
explica Carlos Riganti, baterista
de Alas.
La Máquina: Fernández, Moro, García y Bazterrica (faltó Cutaia en la foto)
También
experimentando con el tango, el pop, y hasta el candombe, el progresivo
desarrollado por La Máquina de Hacer Pájaros
quedó plasmado en dos discos muy recordados (La Máquina de Hacer Pájaros, 1976; y Películas, 1977), antes de que Charly
García decidiera clausurar esta etapa de su carrera para seguir junto a David Lebon en Seru Giran. Sin dudas, en el periodo 1974 - 1979, el Bicolor hizo su mayor acercamiento al
rock progresivo, a partir de su incursión en los sintetizadores Mini Moog y Mellotrón;
a partir del último disco de Sui Generis,
Instituciones. Luego, durante su paso
por La Máquina, García se sumergió más en el sinfónico y la experimentación,
como queriendo escapar del karma que le supuso el éxito masivo de Sui. Sin
embargo, este no fue un camino de rosas: “Creo
que nuestra música tenía todo tipo de influencias. Elementos del tango, del jazz o propios del rock,
mixturados. Pero era muy difícil llevarnos bien, era muy difícil congeniar…
Éramos cinco tipos muy pesados, musicalmente y como personas. Estábamos en una competencia
constante para ver quien tocaba más rápido, para ver quien tocaba más difícil… Y
todo eso te hacía estudiar más, componer más, etc. Lo que pasaba era que esa
variedad de personalidades, gustos y destrezas también hacía difícil mantener
al grupo unido”, reflexiona José Luis Fernández, bajista de La Máquina, a la hora de hacer una
hipótesis acerca de porque el grupo no pudo durar más de dos años.
Crucis: Marrone, Farrugia, Kerpel y Montesano
Y es que esa
fue la “maldición” de la mayor parte de estos grupos argentinos de los 70: casi
ninguno llegó a grabar un tercer disco de estudio, ya que las diferencias
musicales, la constante ebullición e impaciencia de sus miembros, o el exilio
obligado por la censura, y la represión estatal, conspiró contra la duración de
estas bandas. Ese fue también el caso del que quizás haya sido uno de los mayores grupos
paradigmáticos del rock progresivo argentino: Crucis, un
cuarteto con un potencial sonoro único, cuyos integrantes no tardarían en separarse,
en pleno éxito, luego de su segundo álbum, Los
delirios del Mariscal (1977), para proseguir su trayectoria en el exterior:
“Fue así porque Éramos demasiado
jóvenes, influenciables y arrogantes. Claramente, no estábamos preparados para
lo que se nos vino encima. Casi todos salimos directamente de la
secundaria a los escenarios, discos, giras, reportajes, viajes y a un ritmo
apabullante que apenas nos dejó tiempo para enterarnos de lo que estaba
ocurriendo. Las drogas no eran de gran ayuda en esa materia. Lo hicimos lo
mejor que pudimos, aunque no nos hubieran venido mal unas cortas vacaciones
para sentarnos a reflexionar”,
opina hoy Gustavo Montesano,
casi cuatro décadas después, devenido en prestigioso músico y productor en España.
Por otro lado, a pesar de sus ideales
musicales elevados, sus álbumes logrados, y su impronta nacional, los exponentes del rock progresivo argentino
comúnmente fueron acusados, por cierto sector del público y la crítica, de ser meras “fotocopias” de los grupos extranjeros.
Por ejemplo, se decía que Alas
imitaba a Emerson, Lake & Palmer;
Espíritu a Yes; y Seru Giran a Steely Dan. Carlos Riganti se opone firmemente a esta
conceptualización: “Por
supuesto, como nuestra formación de trío era parecida a la de Emerson, Lake
& Palmer todo el mundo nos comparaba con ellos; pero nosotros no éramos
ELP, ni nos interesaba serlo.
Con Alasteníamos como
precepto reflejar el tiempo y el espacio en donde estábamos viviendo. Para eso contábamos
con todas las influencias del jazz y
del rock, sumadas a las de la
música de nuestro país. En lo que a mí respecta, desde la batería, hacer esto
requería un trabajo increíble. Imaginate que ni el folklore o el tango tenían
batería. Por eso, practicaba acompañando los discos de D´Arienzo que
tenía mi viejo, escuchándolos, tratando de captar como era el fraseo de los
bandoneones, cuál era el clima que obtenía su orquesta con eso. Con eso
desarrollé mi propio estilo de batería.”
MAÑANA ES MEJOR
Osvaldo Favrot, de Espíritu
En la
actualidad, ¿qué queda de todo eso? Pues el 99 % de las bandas que se mencionan
en este artículo ya no existen. Entonces, la pregunta del millón sería: ¿Por
qué, a pesar del auge del fenómeno autogestivo de cientos de jóvenes bandas de
la escena under del rock nacional, no aparecen nuevos exponentes de este estilo progresivo? Está
claro que, a nivel mundial, el rock sinfónico “se murió” en los 80; pero su
revival a partir de los 90, sumado a la aparición de grupos masivos como Dream Theater, Muse, Tool, o Mars Volta, que reivindican y son
influenciados por las bandas dinosaurios de los 70, nos lleva a pensar porque
no sucede eso en nuestro país. Salvo por algunos discos de Pez, el camaleónico proyecto grupal liderado por Ariel Minimal; la banda Cronología, liderada por el pionero Frezza; o por Nexus, un grupo que edita álbumes de rock sinfónico desde 1997, que
son exitosos en países como Francia, Rusia, México o Brasil; no parece
posible revitalizar este estilo en Argentina. Osvaldo
Favrot, guitarrista y líder del mítico grupo Espíritu, con más de 40 años de trayectoria, reflexiona
al respecto: “El problema principal que
conlleva el hecho de tocar rock
progresivo acá es que no te brinda la posibilidad de ganar dinero. Por
esa razón yo no puedo pretender mantener atado a ningún músico a un proyecto de
este estilo, porque es razonable que cuando le surja algo más redituable tendrá
que irse.”
Lalo Huber (Nexus)
Lalo Huber, además de tecladista de Nexus es profesor universitario y especialista en
coaching empresarial. Su opinión es que está muy conforme con los discos que venden en el extranjero,
por más que no ganen fortunas, porque son reconocidos y esto les sirve para auto gestionar sus propias
producciones. Pero, por otro lado, responsabiliza por la falta de repercusión en el
medio local a la casi nula difusión que se les da a las bandas progresivas en
los medios masivos: “Es
que necesitan difundir materiales de aceptación masiva, y estos nunca son los
más sofisticados y elaborados. Porque la música masiva, necesariamente, tiene
que ser sencilla, ya que toda la gente no tiene tiempo de dedicarse a escuchar
entero un disco. De cualquier forma, yo soy un convencido de que si el rock sinfónico se
difundiese sería aceptado -como lo fue en los 70-, pero no le dan la
oportunidad. Lamentablemente, en la radio a la gente le ponen muchísimo reggae, cumbia,
y mucha música que la llaman “rock” pero no lo es. Mucha pavada.”
Paradojas y
dificultades a las que tiene que sobreponerse un estilo que parece haber completado
un ciclo. Sin embargo, nunca lo den por muerto. El progresivo siempre será una
página muy especial en la historia del rock. Tenía que suceder y sucedió. Y,
aunque mutilado por el paso del tiempo y las modas, siempre será como un
dinosaurio de Jurassic Park que
amenaza con volver…
Mañana es mejor, si,por supuesto !!! La escena de Música Progresiva Argentina, tanto en cantidad como en calidad, es una de las más importantes del mundo, lo digo con el criterio de que trabajo en esto hace más de 20 años... El Rock Progresivo nunca fue masivo y tampoco en nuestro país. Me parece interesante el detalle de la cronología de los grupos más conocidos, pero sucedieron más cosas antes y después de los 70's, muchos más protagonistas y que continúan hasta la actualidad. Se puede debatir y tener distintos puntos de vista. Es cierto que el "Rock Progresivo" fue una escena que sucedió en los años 70's y los que hacen algo parecido, solo hacen algo "Retro". Por eso hace mucho tiempo que yo planteo que hay que hablar de "Música Progresiva" que incluye este estilo y muchos nuevos inmovadores. Es aquí, donde todo esto no está muerto y más aún, muy activo, con distintas tendencias, estilos y fusiones...
Excelente analisis!!!!!!
ResponderEliminarMañana es mejor, si,por supuesto !!! La escena de Música Progresiva Argentina, tanto en cantidad como en calidad, es una de las más importantes del mundo, lo digo con el criterio de que trabajo en esto hace más de 20 años... El Rock Progresivo nunca fue masivo y tampoco en nuestro país. Me parece interesante el detalle de la cronología de los grupos más conocidos, pero sucedieron más cosas antes y después de los 70's, muchos más protagonistas y que continúan hasta la actualidad. Se puede debatir y tener distintos puntos de vista. Es cierto que el "Rock Progresivo" fue una escena que sucedió en los años 70's y los que hacen algo parecido, solo hacen algo "Retro". Por eso hace mucho tiempo que yo planteo que hay que hablar de "Música Progresiva" que incluye este estilo y muchos nuevos inmovadores. Es aquí, donde todo esto no está muerto y más aún, muy activo, con distintas tendencias, estilos y fusiones...
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