Cada vez que hablamos de los Beatles se enciende
el piloto automático y brotan muchas frases hechas escuchadas hasta el
cansancio: “fenómeno cultural
indescriptible”, “el grupo
emblemático de la década prodigiosa”, “el mayor grupo pop de la historia”, “la música clásica de hoy”, etc., etc. Su carrera es la más
deslumbrante en términos creativos del rock,
y han dejado una obra incomparable, tanto en calidad como en cantidad. Sí, eran
John + Paul + George + Ringo; la fórmula perfecta. Impresionantes,
geniales, únicos, nada faltaba en esa baraja: Lennon era el rebelde con inquietudes y genio creativo; McCartney, el bello burgués, un tipo con vocación
cancionera; Harrison, el beatle invisible, luchando por mostrar
lo suyo en medio de la imparable competencia compositiva de los otros dos; y Ringo, feo y gracioso, impecable baterista, era el
chistoso del grupo.
Tenían una química increíble y parecían haber
nacido para revolucionar al mundo, reinventándose todo el tiempo, a lo largo de
13 álbumes, en sólo siete años de carrera discográfica. Sin embargo, la
biografía de la banda es también una parábola perfecta que muestra cómo
alcanzar el triunfo no significa poder esquivar sus peligros. Porque,
finalmente, ese monstruo que crearon se los comió; y, tras la dolorosa ruptura
de la banda en 1970, ninguno de sus cuatro integrantes pudieron librarse de la
etiqueta de ser un beatle. Los
meritorios logros posteriores como solistas siempre fueron eclipsados por las
hazañas del grupo.
ÉRASE UNA VEZ…
Esta es una historia que comienza en 1962, con la
edición de los simples “Love me Do” y “Please Please Me”, pero será recién con
la salida de su primer álbum, Please Please Me, el 22 de marzo de
1963, cuando la popularidad del grupo se disparará hacia la estratosfera. Sin
embargo, les costó mucho llegar al estrellato a estos jóvenes provincianos
ingleses, oriundos de Liverpool. Es más, si no hubiese sido por el tesón y
entusiasmo de su manager, Brian Epstein, quizás nada de esto hubiese
ocurrido. Epstein había tomado las riendas del grupo luego de verlos
actuar en The Cavern, a fines de 1961, y se propuso imperiosamente conseguir
que estos muchachos, que hacía 4 años venían batallando arriba de un escenario,
pudieran triunfar con su música. Para eso, Epstein no cejó en su empeño
y comenzó a mover sus influencias para que algún sello discográfico se
interesara en los Beatles.
Así, Brian viajó a Londres y consiguió que Decca
les tomara una prueba a sus pupilos. Fue el 1ro de enero de 1962, pero no
tuvieron suerte. Luego, también serían rechazados por Pye, Columbia y HMV;
hasta que consiguen que les den una oportunidad en Parlophone, una pequeña
subsidiaria de EMI. El jefe de Artistas y Repertorios de Parlophone era George
Martin, en adelante el productor del grupo, y un personaje que tendría una
importancia central en el desarrollo creativo y musical posterior de los Beatles,
a lo largo de toda su carrera discográfica.
Cuando Please
Please Me fue editado el mercado discográfico de la música pop
inglesa aún estaba en pañales. Todavía la música de los adolescentes estaba
centrada en la venta de singles y por eso la mayor parte de los artistas del rock n´roll norteamericano
–idolatrados por los Beatles- no podían triunfar en los charts de los
discos larga duración, dominados por sofisticados cantantes como Paul Anka,
Bobby Darin o Neil Sedaka, los discos instrumentales de las
orquestas easy listening o las bandas sonoras de las comedias musicales
hollywoodenses. En este punto, la llegada de los Beatles fue una tabla
rasa que movió, literalmente, los cimientos de la industria discográfica
mundial, reformateando todo lo existente. Nada fue igual después de aquel
primer disco, porque los fab four
demostraron todo el potencial artístico y comercial que podía tener un grupo pop.
Paradójicamente, el proceso de grabación de Please Please Me fue muy corto. Habiendo grabado dos simples
durante 1962, los Beatles hicieron su primera visita a los estudios de
EMI, en Abbey Road, el lunes 11 de febrero de 1963 para grabar las restantes
canciones que necesitaban para editar su primer larga duración. Así, en solo
9.45 horas, y utilizando 7 horas y media netas de cinta grabada, pudieron
completar 11 canciones, que se sumaron a las cuatro que el grupo había
registrado con anterioridad en sus dos primeros singles. La única canción que
no se usó de las que grabaron en esa sesión fue “Hold me Tight”, que sería
regrabada para ser incluida 7 meses después en el segundo álbum del grupo. En
resumen, durante las tres sesiones de aquel día -cada una de tres horas,
aproximadamente- los Beatles reprodujeron lo que era el sonido del grupo
en el vivo del Cavern Club –con composiciones propias más covers de otros
artistas-, porque no contaban con la posibilidad de realizar sobregrabaciones
ni editajes en las canciones destinadas para el álbum.
La primera sesión de ese día tan productivo comenzó
a las 10 de la mañana con la grabación de “There´s a Place”, con Lennon en
la voz principal y McCartney haciendo las armonías vocales. Después de
10 tomas, la grabación prosiguió con “I Saw Her Standing There”, y para las 13.00
el grupo ya tenía las bases listas de las dos canciones, para ser completadas a
la tarde. Tres canciones más (“A Taste of Honey”, “Do You Want to Know a
Secret” –ésta, el estreno de George como vocalista- y “Misery”) fueron
grabadas entre las 14.30 y las 18, y, luego de un break, a las 19.30 comenzaría
una sesión nocturna de 3.45 horas en la que el grupo completaría la grabación
de nada menos que seis canciones más (en su mayoría, versiones de temas de
otros artistas, como “Anna, Go to Him”, de Arthur Alexander; o “Boys”, de las
Shirelles, cantada por Ringo), terminando la jornada de grabación con
“Twist and Shout”. Esta canción tuvo que grabarse en último lugar, por culpa de
un catarro que afectaba a la voz de John Lennon. La decisión fue tomada
por George Martin, que temió que dicha afección pudiese arruinar las
sesiones de grabación de aquel día si “Twist and Shout” hubiese sido una de las
primeras canciones en ser interpretada por John. El tema había sido un
pequeño éxito en los Estados Unidos, interpretado por los Isley Brothers,
pero, sin dudas, la versión de los Beatles terminó siendo casi la
definitiva de la canción (tanto es así que no poca gente cree que ésta es una
composición propia del conjunto inglés). En total, Please Please Me tuvo un módico costo de producción de 400
libras y requirió menos de 25 horas en ser grabado, editado y mezclado. Luego,
cuando los álbumes siguientes de los Beatles se hicieron cada vez más
complejos, a veces ese terminó siendo el tiempo requerido para grabar una única
canción…
UNA FIEBRE IMPARABLE
Es inevitable que los contemporáneos de aquella
locura que terminaron dedicados al mundo de la música no recuerden tamaña
ruptura: “Corría el año 64, y yo tenía 12 o 13 años. En los asaltos, en donde las
chicas llevaban la comida y los chicos la bebida, poníamos un Winco en la
terraza para bailar. Hasta que un día vino un pibe con un simple de los Beatles
que traía “Please, Please me” y “Love me do”. Me acuerdo que estábamos boludeando
con las chicas cuando, de pronto, escuché ese simple y me dije: “¿Qué es eso?”
Pensaba: “¿Estos serán los Pickles, de los que se habla tanto en la televisión,
en las revistas? ¿Estos son los melenudos?” Te juro que en ese momento me paso
algo místico, algo que creo no me pasó en la mente, sino más adentro, e hizo
que me olvidara de las chicas, y me sentara al lado del Winco para poner el
disco una y otra vez, aunque me empezaron a cagar a pedos, diciéndome: “¡Pará!”
Pero, ¡¿Qué mierda vas a poner, después de escuchar por primera vez a los Beatles?!
¡¿A Paul Anka?! En resumen, me quedé obsesionado con su música..." (Rinaldo Rafanelli)
Por supuesto, la repercusión del álbum fue casi
inmediata, dando comienzo a lo que luego se llamaría beatlemania, un
fenómeno de popularidad nunca visto en la música joven. Esto se empezó a
corroborar cuando Please Please Me
llegó al puesto número 1 el día 11 de mayo de 1963, permaneciendo en ese puesto
durante 30 semanas hasta el 7 de diciembre de 1963, fecha en la que fue
sustituido en la primera posición por el segundo LP del grupo, With the Beatles.
ESTADO DEL ARTE: SUS CANCIONES
En sí, a pesar de tener la primera de una larga
serie de tapas icónicas debido a esa fotografía –obra del galés Angus McBean- con el grupo posando en
las oficinas londinenses de la EMI, Please
Please Me nunca fue una joya invalorable y está bastante lejos de lo
mejor de la producción de los fab four.
Inclusive, hoy, 50 años después, sus canciones hasta pueden sonar un tanto
ingenuas, pero jamás perdieron esa frescura que evidencia cómo era la música
del grupo en sus comienzos. Sin embargo, hay temas de ese primer repertorio que
envejecieron mejor que otros, y esos fueron, en su mayoría, las composiciones
propias sobre las versiones de temas ajenos, mostrando así hasta qué punto
estábamos en presencia de un grupo peculiar, centrado –y mucho más en ese
comienzo- en esa dupla compositiva imbatible formada por Lennon y McCartney.
Una de esas primeras composiciones incluidas en este disco que pasaría a la
historia fue “Love me Do”, el primer simple editado por el grupo. Era una vieja
canción, compuesta principalmente por Paul, entre 1958 y 1959. Empezaba
con la característica armónica tocaba por Lennon, agregándose Lennon y
McCartney con las voces principales, cantando en forma simultánea. Algo
que no muchos saben es que este tema fue grabado en varias ocasiones con tres
bateristas diferentes. La primera vez, los Beatles la hicieron con Pete
Best –su primer batero-, el 6 de junio de 1962, como parte de la audición
para la EMI. Luego, el 4 de septiembre, la grabaron de nuevo para editar el
simple, cuando Best ya –por pedido de George Martin- había sido
echado del grupo y reemplazado por Ringo Starr. La tercera versión de la
canción –que sería la finalmente incluida en Please Please Me- fue grabada una semana después, pero con el
baterista de sesión Andy White, ya que George Martin no había
quedado muy satisfecho con la interpretación de Ringo, quien en esta
versión quedó relegado a tocar solamente la pandereta.
“Siempre me pregunté quien
cantaba en “Love me Do”, porque las voces están en quintas (intervalos). Eso me quedó como una tara: la eliminación
de la tercera. La tercera es la del medio, la que define si un acorde es mayor
o menor. Y aquí cantan un re y un sol, pero se olvidaron del sí, o no lo pusieron
a propósito para que uno haga la voz ahí, armonizando con ellos. Ese es el
gancho. ¿Viste que siempre te dan ganas de cantar con los Beatles? Esa
cosa tipo “flautista de Hamelin” que tiene su música. Andá a saber de dónde
sacaron eso, como se les ocurrió. Porque eso de usar dos melodías al mismo
tiempo es de la música clásica.” (Charly
García)
En lo que respecta a “Misery”, era una canción coescrita
por John y Paul, y se convertiría en la primera canción de los Beatles
en ser versionada por otro artista, cuando la grabó el cantante y actor Kenny
Lynch, poco después, en ese mismo 1963. En realidad, este tema había sido
compuesto para la cantante Helen Shapiro, quien los acompañaba en las
giras, pero la canción fue rechazada por su productor. En esa época, Shapiro
era la cantante femenina de mayor éxito en las listas británicas. Según la
visión del escritor Ian McDonald, “Misery” no es más que “un retrato cómico de
la auto-compasión de los adolescentes”, ya que no era una canción triste, ni
mucho menos, sino un tema con mucho ritmo (una tendencia que luego sería marca
registrada del catálogo beatle: las canciones alegres con letras
tristes, como por ejemplo el caso de “I´m Down”).
Como dijimos, “Anna (Go to Him)” era un balada soul de Arthur Alexander, y
una de las preferidas de John Lennon, por lo que se convirtió en un
cover habitual en los shows de los Beatles en esa época. En este punto,
la apasionada versión beatlesca se destacaba de la original de Alexander
por la emotividad dolorosa que la voz de John le agregaba a la
canción.
La canción “Chains” había sido escrita para las Cookies,
por la exitosa dupla creativa formada por Gerry Goffin y Carole King,
también marido y mujer. Luego, a partir de los 70, Carole –ya separada
de Goffin- se convertiría inesperadamente en una super estrella del pop por derecho propio con la edición
del clásico álbum Tapestry (1971), con un repertorio
enteramente compuesto e interpretado por ella misma. Con respecto a la versión
de los Beatles, Ian Mac Donald la criticó negativamente, escribiendo que
estaba “ligeramente fuera de sintonía
y carecía de espontaneidad”. Algo que no estaba demasiado lejos de la
realidad, ya que “Chains” -cantada por George Harrison- sin dudas, era
uno de los puntos más flojos de Please
Please Me.
“A Taste of Honey” era una canción escrita por Bobby
Scott y Ric Marlow, y, originalmente, una pieza instrumental que
funcionaba como leitmotiv en la versión musical de Broadway de una obra teatral
titulada A Taste of Honey,
luego también llevada al cine. Los Beatles habían empezado a interpretar
esta canción en sus shows a partir de 1962, pero modificando un poco la letra.
“Boys” había sido un tema compuesto por Luther
Dixon y Wes Farrell e interpretado originalmente por las Shirelles.
En la versión de los Beatles, como dijimos, cantaba Ringo, quien
hacía una interpretación jocosa con su voz desafinada, que luego sería marca
registrada en varias canciones futuras del grupo como “Yellow Submarine” o
“With a Little Help for My Friends”. En lo que respecta a la sesión del 11 de
febrero de 1963, los Beatles grabaron “Boys” en una sola toma, pero esta
no sería la única canción de las Shirelles en este primer álbum, ya que
también incluirían una versión de “Baby It´s You”, ésta última escrita por el
gran Burt Bacharach y Luther Dixon.
Volviendo a los temas propios, “Ask Me Why” era
otro impecable rock alegre, escrito a principios de 1962, principalmente por John,
con un estilo que parecía emular al grupo norteamericano The Miracles; y
“P.S. I Love You” era una gran canción de amor compuesta por Lennon y McCartney,
en la línea de composiciones de Buddy Holly como “Peggy Sue”.
Cuenta la leyenda que “Do You Want to Know a
Secret”, compuesta principalmente por Lennon, pero cantada por George
Harrison, estuvo inspirada en el tema “I'm Wishing” -una canción de 1937 de
la película animada de Walt Disney, Blancanieves y los Siete Enanitos, que la madre de Lennon,
Julia, le cantaba cuando era niño. Justamente, las dos primeras líneas de la
canción en la película (“Want to know
a secret? Promise not to tell?” “¿Quieres saber un secreto? ¿Prometes no
decirlo?”) aparecían en el tema de los Beatles. Según contó un
jocoso Lennon, en una entrevista realizada muchos años después, se había
elegido a Harrison para que cantara esta canción porque “sólo había tres notas en ella y él no era
precisamente el mejor cantante del mundo. Ha mejorado mucho desde entonces…”
En “There's a Place”, Lennon y McCartney compartían
la voz principal mientras que Harrison hacía coros. El título de esta
canción había sido inspirado por “Somewhere”, una de las piezas del repertorio
de la clásica película musical West
Side Story, compuesto por Bernstein y Sondheim.
Justamente, “Somewhere” contenía una línea que decía: “somewhere there's a place for us” (“en algún sitio hay un lugar para
nosotros”). Según McCartney el título se le ocurrió luego de
comprar la banda sonora de West Side
Story, que
luego sería el punto de partida en la composición de esta canción claramente
influenciada por el estilo de la Motown, la interminable factoría negra de
éxitos pop de Detroit.
“Please Please Me” fue el segundo simple editado
por el grupo, el 11 de enero de 1963. Originalmente, fue compuesta por John
Lennon como un lento blues,
como dijo su propio autor: “Fue un
intento de crear una canción al estilo Roy Orbison. Yo había escrito una
balada sufrida mientras escuchaba a Orbison en la casa de mi tía Mimi,
pero George Martin me sugirió que sonaría mejor con un ritmo más rápido”.
Finalmente, el grupo quedó tan contento con el resultado que quisieron grabarla
lo más rápidamente posible. Ya en esos primeros tiempos, Lennon estaba
interesado por los juegos de palabra, y en este caso la palabra “please” se
prestaba a ser utilizada tanto como “por favor” como “compláceme”. Por tal
motivo no fueron pocos los que pensaban que el significado de la letra de la
canción tenía una connotación sexual. Incluso, un crítico de música la llamó “la primera canción pop sobre el sexo oral”.
Sin embargo, aunque Lennon luego habría de deslizar a menudo
insinuaciones sexuales en sus canciones posteriores, esta canción no parece ser
un ejemplo de eso, o no fue hecho de forma voluntaria. Sin embargo, la mayor
anécdota sobre “Please Please Me” no está vinculada a ese presunto significado
sexual sino al vaticinio del propio George Martin, quien, al momento en
que se volvió a interpretar en el estudio, el 26 de noviembre de 1962, afirmó
que la canción que acababan de grabar sería el primer número uno de la banda.
No se equivocó…
El gran guitarrista Ricardo Lew declara: “Por
supuesto, uno de los mayores impactos de mi vida fue cuando aparecen los Beatles,
cuando yo ya tenía 15, 16 años. Al principio, yo había sido muy descreído con
ellos, porque desconfiaba de que fueran gran cosa al verlos con esa onda del
flequillo y los trajecitos en las fotos… Pero, la primera vez que escuché en la
radio “I Saw Standing There”, creí que me moría… Quedé dado vuelta, no lo podía
creer. Todo el tema de las voces, el solo de Harrison, que era diferente
a todo lo que hasta ahí se había visto, y el bajo infernal de Paul…
Bueno, una cosa demencial. Así que quedé loco con su música, pero, como a mí me
gustaba el jazz, a partir de ahí empiezo a hacer una doble vida con estas dos
pasiones musicales: tocaba el jazz con tipos más grandes, y después me juntaba
a tocar con pibes rockeros…”
“I Saw Standing There” era un rock genial que tenía un ritmo
irresistible. Sin dudas, era como la música de Buddy Holly y sus Crickets,
pero mucho más ruidosa. La historia del tema dice que, después de escribir el
primer verso, “She was just seventeen,
she had never been a beauty queen (Ella tenía solo 17 años, nunca había sido
reina de belleza”) Paul quería evitar completar la rima con
“beauty queen”. El y John se habían dado cuenta de que debían buscar
algo mejor que rimara con seventeen
porque, según McCartney, “debíamos
detenernos en esos versos berretas porque íbamos a terminar escribiendo
canciones malas. Continuamos buscando palabras en el alfabeto, como between,
clean, lean, mean… Así, con la frase “you know what I mean (vos sabés lo que
quiero decir)”, pude terminar la canción y la gente captó después el
significado implícito...”
Como ya dijimos, la sesión del 11 de febrero
terminó con la grabación de “Twist and Shout”, una canción compuesta por Phil
Medley y Bill Russell Aquel día Lennon mostró signos de un
persistente refriado por lo cual se la había pasado bebiendo leche y tomando
caramelos para suavizar su garganta. Sin embargo, al final del día los efectos
de la tos en su voz ya se hacían indisimulables. Por tal motivo, Lennon se
jugó todo lo poco que le quedaba de voz en esa interpretación final de “Twist
and Shout”, realizando una performance genial. No obstante, luego de finalizar
la grabación de esa primera interpretación, George Martin quiso hacer
una segunda, para luego elegir con cuál de las dos se quedaba. Según el
productor: “Traté de hacer una segunda
grabación (...) pero John se había quedado sin voz”.
Sin dudas, Nito Mestre, como miles alrededor del planeta, atesora un
buen recuerdo de esta canción: “Me acuerdo de estar ojeando Long Plays en una disquería, junto a mi
amigo y compañero de colegio Mario
Carlos Piegari, y en ese momento nos topamos con Please Please Me. Nosotros habíamos
ido a comprar un disco de Rita Pavone, pero cuando vimos la portada de
estos cuatro tipos asomados a un balcón, compramos este disco y nos fuimos a la
casa de él y pusimos “Twist and Shout” como diez veces seguidas…"
MENSURANDO EL MITO
Cada vez que escuchamos ese final tan
característico de “Twist and Shout”, sabemos que llegamos nuevamente al colofón
del álbum, que, a la vez, es el comienzo de todo. ¿Podemos ser capaces, con ese
único acto de la escucha, de poder medir la importancia de este disco y de lo
que vino después en la carrera de este grupo? Alguna vez, el mismísimo Mick
Jagger dijo: “Los Beatles eran tan grandes que para la gente que no vivió
aquella época es difícil darse cuenta de hasta qué punto fueron importantes. No
se los podría comparar con ninguno de los grupos de ahora. Supongo que el
fenómeno que más se les acerco fue el de Michael Jackson, en cierto
momento, pero así y todo no fue exactamente lo mismo ni por asomo. Eran tan
grandes que competir con ellos era imposible. En términos de discos, giras y
todo eso. Eran inmensos”.
¿Queda algo más para decir? Reformulando la
definición del cantante de los Stones tal vez sólo podamos agregar que los Beatles eran
(son) más grandes que la vida. Como siempre, John, Paul, George y
Ringo; marcando el camino, hacía el infinito y más allá…
Emiliano Acevedo
(Textuales: Charly Garcia, Mick Jagger y John
Lennon, Revista Rolling Stone;
George Martin y Nito Mestre, Wikipedia;
Paul McCartney, biografía Hace
Muchos Años, de Barry Miles; Rinaldo Rafanelli y Ricardo
Lew, archivo Intersticio)
Excelente revisión de un gran disco. Luego de "A Hard Day's Night", mi disco preferido de la primera etapa de los Fab Four. Abrazo.
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