
Tenían una química increíble y parecían haber
nacido para revolucionar al mundo, reinventándose todo el tiempo, a lo largo de
13 álbumes, en sólo siete años de carrera discográfica. Sin embargo, la
biografía de la banda es también una parábola perfecta que muestra cómo
alcanzar el triunfo no significa poder esquivar sus peligros. Porque,
finalmente, ese monstruo que crearon se los comió; y, tras la dolorosa ruptura
de la banda en 1970, ninguno de sus cuatro integrantes pudieron librarse de la
etiqueta de ser un beatle. Los
meritorios logros posteriores como solistas siempre fueron eclipsados por las
hazañas del grupo.
ÉRASE UNA VEZ…

Así, Brian viajó a Londres y consiguió que Decca
les tomara una prueba a sus pupilos. Fue el 1ro de enero de 1962, pero no
tuvieron suerte. Luego, también serían rechazados por Pye, Columbia y HMV;
hasta que consiguen que les den una oportunidad en Parlophone, una pequeña
subsidiaria de EMI. El jefe de Artistas y Repertorios de Parlophone era George
Martin, en adelante el productor del grupo, y un personaje que tendría una
importancia central en el desarrollo creativo y musical posterior de los Beatles,
a lo largo de toda su carrera discográfica.

Paradójicamente, el proceso de grabación de Please Please Me fue muy corto. Habiendo grabado dos simples
durante 1962, los Beatles hicieron su primera visita a los estudios de
EMI, en Abbey Road, el lunes 11 de febrero de 1963 para grabar las restantes
canciones que necesitaban para editar su primer larga duración. Así, en solo
9.45 horas, y utilizando 7 horas y media netas de cinta grabada, pudieron
completar 11 canciones, que se sumaron a las cuatro que el grupo había
registrado con anterioridad en sus dos primeros singles. La única canción que
no se usó de las que grabaron en esa sesión fue “Hold me Tight”, que sería
regrabada para ser incluida 7 meses después en el segundo álbum del grupo. En
resumen, durante las tres sesiones de aquel día -cada una de tres horas,
aproximadamente- los Beatles reprodujeron lo que era el sonido del grupo
en el vivo del Cavern Club –con composiciones propias más covers de otros
artistas-, porque no contaban con la posibilidad de realizar sobregrabaciones
ni editajes en las canciones destinadas para el álbum.

UNA FIEBRE IMPARABLE
Es inevitable que los contemporáneos de aquella
locura que terminaron dedicados al mundo de la música no recuerden tamaña
ruptura: “Corría el año 64, y yo tenía 12 o 13 años. En los asaltos, en donde las
chicas llevaban la comida y los chicos la bebida, poníamos un Winco en la
terraza para bailar. Hasta que un día vino un pibe con un simple de los Beatles
que traía “Please, Please me” y “Love me do”. Me acuerdo que estábamos boludeando
con las chicas cuando, de pronto, escuché ese simple y me dije: “¿Qué es eso?”
Pensaba: “¿Estos serán los Pickles, de los que se habla tanto en la televisión,
en las revistas? ¿Estos son los melenudos?” Te juro que en ese momento me paso
algo místico, algo que creo no me pasó en la mente, sino más adentro, e hizo
que me olvidara de las chicas, y me sentara al lado del Winco para poner el
disco una y otra vez, aunque me empezaron a cagar a pedos, diciéndome: “¡Pará!”
Pero, ¡¿Qué mierda vas a poner, después de escuchar por primera vez a los Beatles?!
¡¿A Paul Anka?! En resumen, me quedé obsesionado con su música..." (Rinaldo Rafanelli)
Por supuesto, la repercusión del álbum fue casi
inmediata, dando comienzo a lo que luego se llamaría beatlemania, un
fenómeno de popularidad nunca visto en la música joven. Esto se empezó a
corroborar cuando Please Please Me
llegó al puesto número 1 el día 11 de mayo de 1963, permaneciendo en ese puesto
durante 30 semanas hasta el 7 de diciembre de 1963, fecha en la que fue
sustituido en la primera posición por el segundo LP del grupo, With the Beatles.
ESTADO DEL ARTE: SUS CANCIONES


“Siempre me pregunté quien
cantaba en “Love me Do”, porque las voces están en quintas (intervalos). Eso me quedó como una tara: la eliminación
de la tercera. La tercera es la del medio, la que define si un acorde es mayor
o menor. Y aquí cantan un re y un sol, pero se olvidaron del sí, o no lo pusieron
a propósito para que uno haga la voz ahí, armonizando con ellos. Ese es el
gancho. ¿Viste que siempre te dan ganas de cantar con los Beatles? Esa
cosa tipo “flautista de Hamelin” que tiene su música. Andá a saber de dónde
sacaron eso, como se les ocurrió. Porque eso de usar dos melodías al mismo
tiempo es de la música clásica.” (Charly
García)
En lo que respecta a “Misery”, era una canción coescrita
por John y Paul, y se convertiría en la primera canción de los Beatles
en ser versionada por otro artista, cuando la grabó el cantante y actor Kenny
Lynch, poco después, en ese mismo 1963. En realidad, este tema había sido
compuesto para la cantante Helen Shapiro, quien los acompañaba en las
giras, pero la canción fue rechazada por su productor. En esa época, Shapiro
era la cantante femenina de mayor éxito en las listas británicas. Según la
visión del escritor Ian McDonald, “Misery” no es más que “un retrato cómico de
la auto-compasión de los adolescentes”, ya que no era una canción triste, ni
mucho menos, sino un tema con mucho ritmo (una tendencia que luego sería marca
registrada del catálogo beatle: las canciones alegres con letras
tristes, como por ejemplo el caso de “I´m Down”).

La canción “Chains” había sido escrita para las Cookies,
por la exitosa dupla creativa formada por Gerry Goffin y Carole King,
también marido y mujer. Luego, a partir de los 70, Carole –ya separada
de Goffin- se convertiría inesperadamente en una super estrella del pop por derecho propio con la edición
del clásico álbum Tapestry (1971), con un repertorio
enteramente compuesto e interpretado por ella misma. Con respecto a la versión
de los Beatles, Ian Mac Donald la criticó negativamente, escribiendo que
estaba “ligeramente fuera de sintonía
y carecía de espontaneidad”. Algo que no estaba demasiado lejos de la
realidad, ya que “Chains” -cantada por George Harrison- sin dudas, era
uno de los puntos más flojos de Please
Please Me.
“A Taste of Honey” era una canción escrita por Bobby
Scott y Ric Marlow, y, originalmente, una pieza instrumental que
funcionaba como leitmotiv en la versión musical de Broadway de una obra teatral
titulada A Taste of Honey,
luego también llevada al cine. Los Beatles habían empezado a interpretar
esta canción en sus shows a partir de 1962, pero modificando un poco la letra.
“Boys” había sido un tema compuesto por Luther
Dixon y Wes Farrell e interpretado originalmente por las Shirelles.
En la versión de los Beatles, como dijimos, cantaba Ringo, quien
hacía una interpretación jocosa con su voz desafinada, que luego sería marca
registrada en varias canciones futuras del grupo como “Yellow Submarine” o
“With a Little Help for My Friends”. En lo que respecta a la sesión del 11 de
febrero de 1963, los Beatles grabaron “Boys” en una sola toma, pero esta
no sería la única canción de las Shirelles en este primer álbum, ya que
también incluirían una versión de “Baby It´s You”, ésta última escrita por el
gran Burt Bacharach y Luther Dixon.
Volviendo a los temas propios, “Ask Me Why” era
otro impecable rock alegre, escrito a principios de 1962, principalmente por John,
con un estilo que parecía emular al grupo norteamericano The Miracles; y
“P.S. I Love You” era una gran canción de amor compuesta por Lennon y McCartney,
en la línea de composiciones de Buddy Holly como “Peggy Sue”.

En “There's a Place”, Lennon y McCartney compartían
la voz principal mientras que Harrison hacía coros. El título de esta
canción había sido inspirado por “Somewhere”, una de las piezas del repertorio
de la clásica película musical West
Side Story, compuesto por Bernstein y Sondheim.
Justamente, “Somewhere” contenía una línea que decía: “somewhere there's a place for us” (“en algún sitio hay un lugar para
nosotros”). Según McCartney el título se le ocurrió luego de
comprar la banda sonora de West Side
Story, que
luego sería el punto de partida en la composición de esta canción claramente
influenciada por el estilo de la Motown, la interminable factoría negra de
éxitos pop de Detroit.

El gran guitarrista Ricardo Lew declara: “Por
supuesto, uno de los mayores impactos de mi vida fue cuando aparecen los Beatles,
cuando yo ya tenía 15, 16 años. Al principio, yo había sido muy descreído con
ellos, porque desconfiaba de que fueran gran cosa al verlos con esa onda del
flequillo y los trajecitos en las fotos… Pero, la primera vez que escuché en la
radio “I Saw Standing There”, creí que me moría… Quedé dado vuelta, no lo podía
creer. Todo el tema de las voces, el solo de Harrison, que era diferente
a todo lo que hasta ahí se había visto, y el bajo infernal de Paul…
Bueno, una cosa demencial. Así que quedé loco con su música, pero, como a mí me
gustaba el jazz, a partir de ahí empiezo a hacer una doble vida con estas dos
pasiones musicales: tocaba el jazz con tipos más grandes, y después me juntaba
a tocar con pibes rockeros…”
“I Saw Standing There” era un rock genial que tenía un ritmo
irresistible. Sin dudas, era como la música de Buddy Holly y sus Crickets,
pero mucho más ruidosa. La historia del tema dice que, después de escribir el
primer verso, “She was just seventeen,
she had never been a beauty queen (Ella tenía solo 17 años, nunca había sido
reina de belleza”) Paul quería evitar completar la rima con
“beauty queen”. El y John se habían dado cuenta de que debían buscar
algo mejor que rimara con seventeen
porque, según McCartney, “debíamos
detenernos en esos versos berretas porque íbamos a terminar escribiendo
canciones malas. Continuamos buscando palabras en el alfabeto, como between,
clean, lean, mean… Así, con la frase “you know what I mean (vos sabés lo que
quiero decir)”, pude terminar la canción y la gente captó después el
significado implícito...”
Como ya dijimos, la sesión del 11 de febrero
terminó con la grabación de “Twist and Shout”, una canción compuesta por Phil
Medley y Bill Russell Aquel día Lennon mostró signos de un
persistente refriado por lo cual se la había pasado bebiendo leche y tomando
caramelos para suavizar su garganta. Sin embargo, al final del día los efectos
de la tos en su voz ya se hacían indisimulables. Por tal motivo, Lennon se
jugó todo lo poco que le quedaba de voz en esa interpretación final de “Twist
and Shout”, realizando una performance genial. No obstante, luego de finalizar
la grabación de esa primera interpretación, George Martin quiso hacer
una segunda, para luego elegir con cuál de las dos se quedaba. Según el
productor: “Traté de hacer una segunda
grabación (...) pero John se había quedado sin voz”.
Sin dudas, Nito Mestre, como miles alrededor del planeta, atesora un
buen recuerdo de esta canción: “Me acuerdo de estar ojeando Long Plays en una disquería, junto a mi
amigo y compañero de colegio Mario
Carlos Piegari, y en ese momento nos topamos con Please Please Me. Nosotros habíamos
ido a comprar un disco de Rita Pavone, pero cuando vimos la portada de
estos cuatro tipos asomados a un balcón, compramos este disco y nos fuimos a la
casa de él y pusimos “Twist and Shout” como diez veces seguidas…"
MENSURANDO EL MITO

¿Queda algo más para decir? Reformulando la
definición del cantante de los Stones tal vez sólo podamos agregar que los Beatles eran
(son) más grandes que la vida. Como siempre, John, Paul, George y
Ringo; marcando el camino, hacía el infinito y más allá…
Emiliano Acevedo
(Textuales: Charly Garcia, Mick Jagger y John
Lennon, Revista Rolling Stone;
George Martin y Nito Mestre, Wikipedia;
Paul McCartney, biografía Hace
Muchos Años, de Barry Miles; Rinaldo Rafanelli y Ricardo
Lew, archivo Intersticio)
Excelente revisión de un gran disco. Luego de "A Hard Day's Night", mi disco preferido de la primera etapa de los Fab Four. Abrazo.
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