jueves, 30 de junio de 2016

Watertown: El discazo conceptual de Frank Sinatra que casi nadie escuchó...



Watertown, el álbum conceptual de Frank Sinatra, editado en marzo de 1970, es una obra maestra por donde se la mire. Escrito a medida para Ol´Blue Eyes por la prestigiosa dupla de compositores formada por Bob Gaudio y Jake Holmes, este disco relata la historia de un hombre que es abandonado por su mujer. Como vemos, esta temática, desde el vamos, rompe con la tradición de Sinatra como amante romántico y triunfal. Por el contrario, en Watertown encontramos a un Sinatra triste, entregado y deprimido; y quizá sea este carácter único el que haga de éste uno de los mejores discos editados por el mítico crooner entre 1960 y 1970, en su discográfica Reprise. Una etapa histórica que incluye duetos junto a figuras de la talla de Duke Ellington, Count Basie o Tom Jobim.

Pero, ¿cómo se originó este Watertown? A fines de los años 60, Frank Sinatra se dio cuenta de que el público, desde la aparición de Sgt. Pepper´s…, se estaba interesando más por los discos conceptuales que por los singles, y entonces, para estar a tono con la época, convoca a un par de jóvenes autores para que le escriban historias que se traduzcan en álbumes conceptuales hechos a su medida. El primer experimento de esta nueva fase de su carrera se da, en 1969, con A Man Alone. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones artísticas, tanto este álbum como su sucesor Watertown serían dos fracasos comerciales y empujaron a Sinatra, junto con la depresión posterior a la muerte de su padre, al abandono de su actividad como cantante, hasta su regreso triunfal en 1973 con su éxito “Let me Try Again”.
 
Watertown comienza con la canción homónima. En el comienzo de este hermoso tema se escucha un tren en el que se va la mujer del protagonista. Ésta lo abandona, dejándolo al cuidado de sus dos hijos pequeños. Watertown es el nombre de un pequeño pueblo de Massachusetts, en donde vive la pareja, y del cual la mujer parte rumbo a la gran ciudad. Sigue "Goodbye (She Quietly Says)", que relata los momentos previos a la partida del tren. La canción transcurre en una mesa de café de la estación, en donde el protagonista trata de convencer a su pareja para que no lo deje. Pero ya es demasiado tarde. Otro tema muy triste que conmueve hasta al oyente más duro. "For a While" es otra historia: Sinatra intenta auto consolarse pensando que su mujer va a volver y que esta situación de abandono será pasajera. Por lo tanto, el tono deja de ser lúgubre y se vuelve apenas un poco más optimista. "Michael & Peter" contiene, como dice su título, la descripción de los dos hijos de la pareja, haciéndolos pasar como las verdaderas víctimas de esta separación. En "I Would Be in Love" el protagonista, que ya no soporta más este desengaño, trata de recuperarse, sacando fuerzas de flaquezas, en base de sus propios recuerdos. Como en todo el disco, la historia va de la depresión más oscura a una pequeña esperanza de redención. La interpretación de Frank es genial.

El viejo lado B del álbum se abría con "Elizabeth", una de las canciones de amor más lindas que se hayan hecho jamás. Contiene un par de hermosas melodías de guitarra eléctrica, en clave jazz, y un arreglo orquestal soberbio. Aparece aquí el recuerdo de un amor juvenil ensoñador que se termina diluyendo en la nada. La leyenda cuenta que Sinatra le envió un demo de este tema a Liz Taylor como regalo de cumpleaños. "What a Funny Girl (You Used to Be)" es la remembranza de los primeros tiempos de esta relación que no hacían prever su triste final. La continuación obvia es "What Now is Now", que encarna la aparente aceptación de la situación por parte de este marido abandonado. Esta canción fue el único "hit" del disco. En este punto de la historia relatada en Watertown, el protagonista obtiene la redención por medio de la catarsis y se da cuenta que, a pesar de su dolor, puede rehacer su vida. Pero justo cuando todo parece encaminarse, en "She Says", recibe una carta de su mujer que anuncia su retorno a Watertown. En este tema resalta la interpretación de Sinatra, quién parece que en verdad le está leyendo la carta a Michael y Peter, mientras éstos "le hacen" un acompañamiento vocal. Cierra el álbum "The Train". De esta manera, la historia se vuelve circular al concluir en el mismo punto en el cual comenzó: la estación de tren del pueblo. Allí se dirige el protagonista a buscar a su esposa, pero ella nunca llega. El personaje se queda esperándola, en vano, hasta que bajan todos los pasajeros del tren.

Como vemos no hay final feliz. Es el colofón ideal para este hermoso disco triste. Uno de los mejores momentos en la carrera de esta leyenda de la música popular del siglo XX.

Emiliano Acevedo


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