En
el séptimo capítulo de esta recorrida por la discografía de Led Zeppelin
de la mano de Jimmy
Page,
repasamos las anécdotas de Presence, el
oscuro álbum editado en 1976. Oscuro por su musicalidad deprimente y por las
penosas circunstancias en las que el grupo se vio envuelto mientras lo
grababan, lo que lo hace destacar en el medio de su discografía como unos de
sus trabajos más arduos. Nuevamente, Jimmy no escatima datos acerca de cómo se
cocinó este disco tan especial para Zep.
Así se lo contó a la prestigiosa revista Guitar
World, en dos largas entrevistas a principios de los 90, y ahora lo
compartimos en nuestra sección Decíamos
Ayer. Para leer y releer, de la primera a la última oración…
Editado el 31 de marzo de 1976
Grabado entre noviembre y diciembre de
1975 en los estudios Musicland (Múnich, Alemania)
Jimmy Page usó una guitarra Les Paul, y
amplificadores Marshall de 100 W.
Entrevista> En el pasado dijiste que Presence es uno de tus álbumes favoritos. ¿Por qué?
Supongo
que porque lo hicimos bajo circunstancias casi imposibles [Nota: El álbum se
hizo poco después de que Robert Plant
sufriese un accidente de auto casi fatal en Grecia. El incidente le causó al
cantante una rotura de codo y fractura de tobillo; mientras que su esposa
sufrió fractura de cráneo y rotura de cadera.]. Robert tenía un yeso en la
pierna, y nadie sabía si iba a poder volver a caminar otra vez. ¡Fue duro!
Vos
lo recordabas como un disco profundo debido a que fue casi un triunfo sobre la
adversidad…
Exactamente.
Fue una reflexión del nivel de nuestras emociones en ese momento. No hay
canciones acústicas, no hay teclados, no hay dulzura. También estábamos bajo
una increíble presión debido a que teníamos una fecha tope para terminar de
grabarlo. Así fue que lo hicimos en 18 días. Yo trabajé un promedio de 18 a 20
horas por día.
Por
otro lado, fue agotador debido a que nadie llegó con las canciones ya ideadas.
Es ahí cuando empieza a surgir con fuerza todo mi trabajo en los riffs, por lo
que probablemente Presence sea el
disco más orientado hacia la guitarra heavy,
de todos los que hicimos. Pero no culpo a nadie por esto. Todos estábamos
bastante bajoneados. Recién veníamos de terminar una gira, tuvimos que irnos a
Alemania a grabar, y Robert estaba enyesado, por lo que pienso que todos
extrañábamos mucho nuestros hogares. Nuestra actitud al respecto quedó plasmada
en la letra de “Tea For One”.
¿Cuál
es tu recuerdo más doloroso de ese disco?
Pensar
en cómo tuvimos que luchar contra la fecha de finalización del disco. Solo
teníamos tres semanas para trabajar porque los Rolling Stones ya habían reservado el estudio después de nosotros.
Además, luego de que la banda terminaba de grabar todas sus partes, el ingeniero
Keith Harwood y yo teníamos que
quedarnos mezclando hasta quedarnos dormidos. Entonces, cualquiera de los dos
que se despertara primero tenía que llamar a los otros para que volviesen y continuáramos
con la grabación en la jornada siguiente.
¿No
tenías suficiente poder como para demandarle a la compañía de grabación más
tiempo para terminar el álbum?
Por
supuesto, pero no quise hacerlo. No quería que el disco se terminara ahogando. Yo
sentía que, bajo las circunstancias que estábamos viviendo, cualquier negativa
o algún elemento destructivo que nos hubiésemos encontrado, hubiese destruido
el proyecto. La urgencia nos ayudó a crear un álbum interesante. Aun hoy lo
considero un gran disco. Sin embargo, como ustedes saben, no se vendió muy
bien.
¿Cómo
estaba la relación personal de ustedes mientras lo grababan?
Cuando
comenzamos, estábamos muy bien. Pero hubo momentos de tensión. Por ejemplo en
“Achilles Last Stand”, un tema muy intenso en el que yo no quise ceder nada…
Hay
muchas sobregrabaciones en esa canción.
En
realidad, hay una o dos, básicamente. Allí está el asunto de la famosa escala
descendente. Recuerdo a John Paul Jones
diciendo: “Esto no va a funcionar. Es
imposible. No se puede tocar esa escala que querés hacer.” Y recuerdo que
yo le decía: “Créeme, ¡sé lo que estoy
haciendo!” (risas) Pienso que el
solo está bien en este tema, hasta se podría cantar, es muy melodioso. Cada vez
que vuelvo a escuchar todo este material, me digo a mi mismo: “Mi Dios, ese solo significa un montón para
mí. ¿Qué mierda pasó ahí?”
¿Qué
amplificadores usaste?
Marshall.
Definitivamente. Lo recuerdo bien.
¿Y
las guitarras, aún estabas usando la Les Paul?
Creo
que sí. Sí, ciertamente, usé la Les Paul todo el disco.
¿No
usaste la Danelectro, o alguna otra guitarra?
Usé una Strat en “For Your Life”.
Se
puede escuchar el brazo del vibrato en ese tema.
Sí,
tal cual. Es una Stratocaster.
¿Cuándo
hacías las sobregrabaciones, usabas la misma guitarra con la que habías grabado
las pistas de guitarra rítmica, o utilizabas otras guitarras para ampliar la
variedad tonal?
Bien,
pongámoslo de esta forma: aunque diga que solía usar la Les Paul un montón –y
la usé un montón- yo ya tenía todo un armamento de guitarras para tocar.
Entrevistas: Greg Di Bennedetto,
Joseph Bosso y Brad Tolinski (para Guitar World, enero 1991 y diciembre
1993).
Amo el sonido de las guitarras en este disco!!! De principio a fin me parece excelente. Ni mejor ni peor que otro disco de Zeppelin. Solo,
ResponderEliminardiferente (como debe ser!)