El
nombre real del personaje del que vamos a hablar hoy es Geoffrey Arnold Beck.
Nació el 24 de junio de 1944, en Wallington, Surrey, un suburbio de Londres,
Inglaterra. Ok, ya sabemos que tiene 71 años. ¿Podemos decir que es uno de los
más grandes guitarristas de rock de
la historia? Ciertamente, porque Jeff
Beck ha sido a lo largo de su carrera tan innovador
como Jimmy Page, tan lírico como Eric Clapton y muy cercano a la
pirotecnia visionaria de Jimi Hendrix. Sin embargo, a pesar de ser un
mito viviente, está claro que nunca conoció el éxito comercial masivo, ni las
mieles de la fama al mismo nivel que aquellos venerados intérpretes de la
guitarra eléctrica.
¿Las
causas? Varias. Repasemos. Por un lado, sale de los Yardbirds –al igual
que Clapton y Page-, y crea un grupo innovador que arrasaba los
oídos: el Jeff Beck Group, junto a un jovencito Rod Stewart (voz) y Ron
Wood (bajo). Estaban a punto de alzarse como uno de los mejores grupos de
la historia –y es muy posible que hayan sido la inspiración para que Jimmy
Page se decidiese a fundar Led Zeppelin-, pero las luchas intestinas
de la banda, sumadas al carácter volcánico y dictador de Beck hacen
naufragar al grupo luego de dos álbumes que hoy son dos piezas de colección. En
definitiva -y salvo en contados momentos-, luego de la partida de Rod
Stewart del Jeff Beck Group; Beck -en vez de buscar un
reemplazo- decide trabajar de ahí en más sin contar, la mayor parte de las
veces, con la presencia de un carismático vocalista en sus proyectos, algo que
seguramente hubiera podido ayudarle a vender su música a una gran audiencia.
Por
otra parte, durante toda su vida, Jeff Beck fue un músico muy ecléctico,
y decidió seguir una regla de oro: nunca realizar más de tres discos en un
mismo estilo. Por eso es que en su zigzagueante carrera se la pasó saltando
alternativamente del rock pesado
a la jazz-fusion o del rock "stoniano" a la
crudeza del blues, sin
escalas...
Y
para terminar, a pesar de ser considerado por muchos colegas como el "mejor guitarrista del rock",
muchas veces prefirió estar lejos del candelero, mientras ocupaba su tiempo
recuperando autos antiguos –una de sus mayores pasiones- en vez de tocar la
guitarra...
REMONTANDO
LA CORRIENTE AL REVÉS…
Dicen
que comenzó su carrera musical tras un corto paso por la Escuela de Arte de
Wimbledon, Londres. Allí Jeff Beck se había ganado su reputación
apoyando a Lord Sutch, y éste sería
el que le conseguiría trabajo como guitarrista líder de los Yardbirds,
luego de la renuncia de Clapton, cuando éste decide irse a tocar blues con John Mayall. Beck
se quedará dos años tocando en los Yardbirds, y allí elabora
diversas exploraciones musicales repletas de psicodelia, pop,
blues… Y mucho de locura, como
cuando rompió los amplificadores en la recordada escena de Blow Up, la clásica película de Antonioni
–representativa del Swingin´ London-, basada en Las
Babas del Diablo, el cuento de Julio Cortázar.
Luego
de su ida de los Yardbirds, en 1966, estuvo cerca de formar un súper
grupo junto a Jimmy Page (guitarra), John Paul Jones (bajo) y el
baterista de The Who, Keith Moon. Con esa formación grabó el
inmortal “Beck´s Bolero”, un impresionante y furibundo instrumental compuesto
por Page, pero el proyecto quedó ahí porque les faltaba un cantante.
Será entonces que funda el Jeff Beck Group, en 1967, y con él la
cristalización del sueño del grupo propio, cuando Beck se une a un joven
y hambriento Rod Stewart y su compadre Ron Wood. Una banda con
problemas para encontrar baterista fijo. En un principio, Aynsley Dunbar
se encargará de tocar la batería, para más tarde ser reemplazado por Mickey
Waller. Luego, en 1968, también se une al grupo el gran pianista Nicky
Hopkins. Estos músicos son los que grabarán Truth (1968) y Beck-Ola
(1969), dos gemas preciadas para cualquier amante del mejor blues rock.
Por supuesto, el estilo blues-rockero
desarrollado por el Jeff Beck Group no era nuevo. Ya se venía desarrollando en Cream
y la Jimi Hendrix Experience, sin embargo con el cuarteto de Beck la
cosa fue bastante distinta. Por un lado tenían un cantante dramático y
apasionado como Rod Stewart, en uno de sus mejores momentos de su
carrera; sumado a una estruendosa sección rítmica aportada por Ron Wood
y Mickey Waller. Todo esto, sin nombrar a la ‘embrujada’ guitarra de Jeff.
Una vez, Rod Stewart recordó esos tiempos diciendo que “(En el grupo) Jeff era capaz de tocar un millón de notas, pero no lo hacía. Nunca tocaba arriba de las voces. Metía rellenos elegantes en los momentos oportunos. Me acuerdo de que iba a su departamento en Putney, y escuchábamos discos de The Temptations y The Four Tops, para ver las melodías y los arreglos. Hacíamos temas de Dionne Warwick. Jeff podía tocar ese tipo de cosas también”.
Sin
embargo, a pesar de su éxito artístico, el grupo se debatía en medio de tormentosas
peleas entre sus integrantes. Según Beck: “Éramos serios pero
desprolijos. Todas las noches, antes de salir a tocar, nos bajábamos una
botella de Dubonet, del miedo que teníamos.” Además de ese miedo
escénico, en las inestables relaciones entre los integrantes del Jeff Beck
Group también pesaba el temperamento de su líder, un tipo con pocas pulgas,
que a lo largo de su carrera, frecuentemente ha demostrado tener poco sentido
del humor, llegando a ser descripto por varios de sus músicos como un reverendo
hijo de puta despreciable, egocéntrico y dictador. Por eso no sorprendió a casi
nadie cuando, finalmente, en vísperas de participar en el histórico festival de
Woodstock de 1969, Beck desarma el grupo, y Stewart y Wood se
las toman para formar The Faces.
Luego
de esta separación, Jeff tenía la intención de formar un power trío con los dos ex-Vanilla
Fudge, Carmine Appice (batería) y Tim Bogert (bajo), pero en
noviembre de 1969 tuvo un grave accidente automovilístico, en el que sufrió una
conmoción cerebral y se quebró la mandíbula, lo que le supuso una larga
internación hospitalaria y un párate de todo un año de rehabilitación. Cuando
finalmente se recupera en 1971, Bogert y Appice ya estaban
tocando en una nueva banda llamada Cactus, y por eso el guitarrista
decide formar una nueva versión del Jeff Beck Group. Para esto llama al
tecladista Max Middleton, al recordado baterista Cozy Powell, al
bajista Clive Chapman y al cantante Bobby Tench. Esta nueva banda
graba dos discos bastante buenos: Rough and Ready (1971) y The
Jeff Beck Group (1972). Sin embargo, ambas producciones pasaron sin
pena ni gloria. Justo en ese momento Cactus se disuelve, a fines de
1972, dejándoles a Beck, Bogert y Appice la vía libre para
formar, ahora sí, un power trío homónimo en 1973.
BB&A:
UNA FÓRMULA EXPLOSIVA…
Sin
dudas, BB&A (1973), el
álbum homónimo de Beck, Bogert & Appice,
fue un magnífico trabajo, pero las luchas de egos de los tres músicos abortaron
este proyecto, que duró solamente un año. Ese único disco de estudio editado
era enérgico e influyente y un muestrario del mejor rock pesado de los 70, una producción en donde Beck, Bogert & Appice
desarrollaban un arsenal pirotécnico. Incluía una versión increíble de
"Superstition", en donde el clásico funk de Stevie Wonder se transformaba en un rock pesado demoledor, que muchos
años después inspiraría la intro (y algo más…) de "Always on the
Run", el tema de Lenny Kravitz. Sí, idéntica apertura, cuasi
idénticos riffs de guitarra y arreglos. Otra de las tantas pruebas de por qué Kravitz
es tan buen “reciclador” de los 70…
Resumiendo,
el disco de BB&A contenía un efervescente hard rock, pero sin
llegar a lo visceral, en un estilo que gustaba a los fans de Beck. Sin
embargo, una vez más, las tensiones internas y el carácter dictatorial de Beck
con respecto a Carmine y Appice, imposibilitaron la
continuidad de este proyecto musical. No por nada, aún hoy Carmine Appice,
cada vez que le preguntan sobre el guitarrista inglés, simplemente comenta: "He's
a son of a bitch...but he's the best, really.”
DELIRIOS
MÍSTICOS Y JAZZEROS
Un
año y medio después de la ruptura de BB&A, Jeff Beck regresa
en 1975 con Blow by Blow, su primer álbum enteramente solista, pero
incursionando en el jazz rock.
Producido por George Martin, éste sería el disco comercialmente más
exitoso de toda la carrera del guitarrista. Entre varios momentos dignos de
mención, este soberbio álbum instrumental traía una increíble versión de “Cause
We´re Ended as Lovers”, de Stevie Wonder. Según el mismísimo Eric
Clapton, ésta fue una de las mejores grabaciones que Jeff hizo
jamás: “(Porque) constituye una clase magistral del estilo lírico de Beck, con sus
cuerdas estiradas vigorosamente y esas notas que parecen suspiros, gracias a la
combinación de tremble y
feedback (…) Sin importar lo que toca, (en sus
trabajos) siempre lo expresivo ocupa
un rol predominante.”
La
buena senda de Blow by Blow sería continuada en 1976 con la
edición de Wired, otro álbum de jazz rock producido por George Martin. Sin embargo, esta
producción tenía menos adornos y trucos de producción que su antecesor. En esta
oportunidad, Jeff Beck era acompañado por el baterista Narada Michael
Walden, el bajista Wilbur Bascomb y el genial tecladista Jan
Hammer. Por supuesto, la presencia de Walden y Hammer, ambos
ex integrantes de Mahavishnu Orchestra, demostraba la intención de Beck
por sumergirse aún más en la fusión. También fue muy destacada la actuación
de Walden, porque el baterista se encargaba de desarrollar una telaraña
rítmica explosiva en "Led Boots", una canción que contaba también con
una performance destacada de Max Middleton en teclados, ambos músicos le
proveían a Beck la vía ideal para que su guitarra escupiera un par de
apasionantes solos que apuntaban al infinito. Además de su trabajo como instrumentista,
Walden también compuso cuatro temas en este este disco, incluyendo el funk "Come Dancing", en
donde había arreglos de vientos, y "Sophie", una canción con una
actuación destacada de Hammer, quién le volaba la cabeza a más de uno
con un hachazo sónico de primerísimo nivel. Por el contrario, en "Play
With Me", Hammer desarrollaba un par de solos más sutiles y
melódicos. Otro gran momento de Wired
era "Love is Green", una balada que cerraba el álbum con una sutil
interpretación de Beck en guitarra acústica, acompañado por un piano.
Por su parte, "Head for Backstage Pass" navegaba en una dimensión
rítmica desconocida, a años luz del ritmo ortodoxo del clásico metrónomo de
conservatorio, mientras que Beck se mataba haciendo otro efervescente e
inolvidable solo. "Blue Wind" era una canción compuesta por Hammer
que incluía impetuosos riffs alternados de guitarra y sintetizador, en
donde Beck y Hammer elaboraban un complejo entramado rítmico,
pleno de elasticidad y oficio musical.
Un
tema tan bueno como "Blue Wind" y el finísimo arreglo de la versión
del clásico tema de Charles Mingus, "Goodbye Pork Pie Hat", en
donde Beck tocaba con su particular buen gusto, arrancando claros y
bellísimos tonos en las seis cuerdas. Con respecto a la grabación de este tema,
Beck contó una graciosa anécdota: “No me salía ningún solo que me conformara, y
eso casi saca de quicio a George Martin, debido a la cantidad de tomas
que grabamos. Al final, tuve razón yo. Porque en el solo que quedó en el disco,
ese feedback accidental que
hay en el medio, que lleva a la parte siguiente, no estaba en ninguna toma. La
espontaneidad era importante”.
Como se ve, intuición es algo que tampoco le faltó nunca a este guitar hero… Según Walden: “Jeff
es sucio, vehemente, y le
encanta causar conmoción. Pero es muy noble con el material que elige. Toma las
melodías más hermosas y las tuerce y las da vuelta.”
EL
OTOÑO DEL PATRIARCA
A
pesar del éxito de Blow by Blow y Wired,
luego de realizar una gira y un exitoso disco en vivo junto al Jan Hammer
Group, Jeff Beck decide retirarse un par de años del mundo de la
música, para tomarse un descanso y dedicarse sin interrupciones a su pasión por
los autos antiguos que, alguna vez, lo llevó a fantasear con abandonar
definitivamente su carrera musical: “Hubo veces que pensé que me daría lo mismo
trabajar en Roy Brizio
Street Rods (un conocido taller de
autos de San Francisco), pero siempre
vuelvo a la música. Es como un anzuelo invisible que te arrastra.”
Uno
de esos regresos ocurriría en 1980 con There and Back, otro disco
en el que colaboraba Hammer. Pero fue tan solo una vuelta efímera,
porque –más allá de la curiosa grabación de una canción para la banda de sonido
de Porky´s III: la venganza,
en 1985- Beck tardaría seis años en volver a editar un álbum. Recién en
1986, junto al afamado productor (ex Chic) Nile Rodgers, editará Flash, un
irregular “álbum-cajón-desastre”, como lo denominó un periodista de rock en esa época. Este disco era el
regreso de Beck al pop-rock,
ya que el guitarrista decidió utilizar a varios cantantes para darle a su
música un infructuoso maquillaje comercial. Sin dudas, uno de los mejores
momentos del álbum era la versión del clásico de Curtis Mayfield,
“People Get Ready”, en donde cantaba Rod Stewart, quién se reencontraba
con su amigo Beck en una grabación después de casi dos décadas. Luego de
este regreso, en 1988, Beck fue contratado por Mick Jagger para
que colaborara en la grabación de Primitive Cool, el segundo
álbum solista del front man stone. En
1989 es editado Jeff Beck's Guitar Shop, otro álbum solista de Beck,
en donde participan Terry Bozzio y Tony Hymas, pero las críticas
vuelven a ser pobres.
Después,
nuevamente el silencio, y Jeff Beck se retira al ostracismo. Recién en
1992 regresa para realizar un monumental trabajo, tocando la guitarra eléctrica
como músico invitado en el recordado Amused to Death, el tercer
álbum solista de Roger Waters. Luego de esta destacada performance, Beck
continuó grabando discos -algunos mejores que otros- durante los 90, e
incluso visitó la Argentina en 1999, brindando un recordado show en el Luna
Park en el marco de la gira presentación de Who Else! (1998), el álbum que podría decirse lo trajo de regreso. Dos años más
tarde, You Had it Coming sería la continuación musical de esta
renovada etapa de Beck. Y el tema “Dirty Mind” de ese trabajo le
acercaría su tercer premio Grammy en la categoría Mejor Rock Instrumental.
MILLENNIUM
BECK
Con
la edición de Jeff, en 2003, el guitarrista británico mostró que el estilo
eléctrico que había usado en sus dos álbumes anteriores continuaba intacto.
Este era un álbum en el que Beck fundía magistralmente su influencia
electrónica con su pasado de blues y
jazz; y como corolario de este irresistible trabajo, con el tema “Plan
B”, ganó su cuarto Grammy.
En
los últimos años, Beck ha tocado regularmente, incluyendo una
colaboración con B. B King en 2003, respaldado por Terry Bozzio y
Tony Hymas; además de dos giras sucesivas en 2005 y 2006, en las que Jeff
contó con la participación de Jason Rebello (teclados), el
multifacético Vinnie Colaiuta (batería) y Pino Palladino (bajo).
En 2010, Jeff Beck se reúne con nada menos que Eric Clapton, en
un par de shows históricos, en los que los dos dioses de la guitarra rockera
mostraron toda su maestría. Antes de eso, en enero de 2010, con el disco Performing
This Week...Live At Ronnie Scotts, Jeff gana su quinto
Grammy.
Como
vemos, más allá del carácter masivo o exclusivo que suele acompañar a los
artistas, hay algo de lo que personajes como Jeff no carecen, y tal vez
eso sea lo que lo iguale con sus colegas más renombrados: una intensa búsqueda
que siempre generará magia en cada acorde que toque en su guitarra, y una
trayectoria impecable que sigue y no se detiene. ¡Afortunadamente!
(Textuales
extraídos de una entrevista publicada en la revista Rolling Stone, número 144, marzo 2010)
E.A.
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